Por The New York Times | Shira Ovide

Sabemos que los lugares en internet donde se reúnen los humanos pueden ser sarcásticos y poco amables o acogedores e informativos. Esta semana, On Tech es anfitrión de un evento virtual dirigido a suscriptores de The New York Times para que comenten qué hace funcionar a las comunidades en línea saludables y cómo tener más de ellas.

Un ingrediente fundamental son personas como Kate Bilowitz.

Bilowitz es cofundadora de un grupo de Facebook llamado Vaccine Talk, que se describe a sí mismo como un “foro de discusión basado en la evidencia” para personas con creencias diversas sobre las vacunas con el fin de entenderse mejor entre sí.

Es posible que te imagines sesiones de gritos fúricos, pero he seguido Vaccine Talk desde que leí sobre el grupo en The Washington Post y, en general, he visto que las discusiones son empáticas, civiles y matizadas. He estado a punto de derramar una lágrima mientras leo las respuestas llenas de compasión a alguien preocupado sobre si las vacunas contra la COVID dañan a un ser querido que se recupera de cáncer.

Vaccine Talk no es perfecto y el trabajo del grupo está lleno de tensión. Facebook reconoce que Vaccine Talk es el tipo de grupo que desea en su sitio, pero Bilowitz me dijo que los supervisores del grupo con frecuencia están preocupados de que lo cierren. (Ahondaré en eso más adelante).

Vaccine Talk muestra que nuestras experiencias en línea están moldeadas por las personas que administran nuestro grupo de Facebook, nuestra reunión de vecindario en Nextdoor, nuestro foro para padres en Reddit o nuestro grupo de libros en Discord favoritos.

En mi mundo ideal, los sitios que albergan las mejores comunidades en línea serían tan famosos como Mark Zuckerberg. Considera este artículo como un paso adelante para atraer más atención hacia ellos.

Vaccine Talk es una labor que consume mucho tiempo. Bilowitz, quien es madre y trabaja en bienes raíces, dijo que pasa alrededor de diez a quince horas a la semana en el grupo de Facebook. Le pregunté por qué dedica tanto tiempo a un rol voluntario en el que gente desconocida le grita de vez en cuando.

“Es muy satisfactorio cuando la gente nos dice que el grupo le ayudó”, afirmó Bilowitz. “No estamos aquí para predicar a las personas, pero cuando ellas están reticentes ante las vacunas y encuentran información que les ayuda a adquirir más confianza sobre su decisión, honestamente, esa es la razón número uno por la que hacemos esto”.

La ironía de construir comunidades en línea grandiosas es que si están funcionando, pueden parecer que ocurre sin esfuerzo. Sin duda, no es así. Bilowitz dijo que los supervisores de Vaccine Talk, como otros que administran grupos en línea, trabajaron duro para forjar una cultura saludable, así como para diseñar y hacer cumplir códigos de conducta.

Vaccine Talk comenzó hace más de cuatro años y se enfocó principalmente en las vacunas infantiles como la del sarampión. La idea inicial era ser un lugar donde estuviera permitida cualquier conversación.

“Eso no funcionó”, dijo Bilowitz. “No era un foro de discusión con civilidad”.

Muchas personas (en particular, aquellas ubicadas en el amplio espectro entre las sólidas posturas pro o antivacunas) dejaron de prestar atención.

Ahora, las reglas requieren que las personas sean respetuosas y el grupo ofrece consejos sobre cómo respaldar de manera efectiva las afirmaciones con evidencia. “Quejas excesivas” sobre el grupo o cómo se administra están prohibidas. Casi treinta moderadores repartidos a lo largo de múltiples husos horarios mantienen un ojo abierto a los comentarios y aprueban a quienes se desean unir al grupo, el cual tiene alrededor de 77.000 miembros.

Bilowitz sabe que algunas personas se sienten sofocadas por las restricciones de Vaccine Talk, pero las considera esenciales para una conversación productiva.

Los peligros de la información falsa sobre las vacunas complican la labor del grupo y de Facebook. Para intentar contrarrestar la desinformación en su sitio, Facebook tiene reglas contra publicar información sobre vacunas que grupos de verificación de datos o autoridades de salud consideran falsa. Sin embargo, esto presenta un desafío para grupos como Vaccine Talk, en los que las personas podrían en ocasiones publicar desinformación para obtener ayuda con el fin de desmentirla (algo que está permitido en las reglas de Facebook).

Bilowitz dijo que, en dos ocasiones este año, Facebook deshabilitó Vaccine Talk durante varias horas como sanción por violar las políticas de la compañía contra la desinformación. Facebook me comentó que estaba consciente de que el grupo fue desactivado en una ocasión y aseguró que fue una equivocación.

Un portavoz de Facebook, Leonard Lam, me dijo que “la compañía puede hacer más para apoyar a comunidades con buenas intenciones como Vaccine Talk”.

Escucharás más de Bilowitz, junto a un fundador de Reddit y un famoso travesti, en el evento de On Tech del jueves. Espero que me acompañen para entender mejor la labor de personas como ella, quienes dan forma a la tecnología en la realidad que vivimos el resto de nosotros.

También tenemos un chat grupal en Slack, donde puedes hablar con otros lectores sobre el rol cambiante de la tecnología en tu vida. Recibirás una invitación al grupo después de que te registres para el evento. Nuestras experiencias en línea están moldeadas por las personas que administran nuestro grupo de Facebook o foro de Reddit favoritos. (Hoi Chan/The New York Times)