La historia de cómo el mundo de las matemáticas en Uruguay alcanzó un hito el pasado martes 2 de julio data de hace 15 años. Comenzó con la fundación del Instituto Franco-Uruguayo de Matemática e Interacciones (Ifumi), a cargo de los matemáticos Claude Cibils (Université de Montpellier) y Mario Wschebor (Universidad de la República).

En aquel entonces, Uruguay y Francia firmaron un convenio con el Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS), una de las instituciones de investigación más importantes del mundo, contó a Montevideo Portal el matemático uruguayo Rafael Potrie.

Esa alianza fue el principio de otras que, tras reformulaciones, renovaciones de proyecto y nuevos ejes de investigación, resultaron en la creación del Laboratorio del Plata, una institución del máximo nivel dentro del CNRS, con la distinción de Laboratorio de Investigación Internacional —International Research Laboratory—. Después de una esperada firma, este martes se consolidó la cooperación entre ambos países.

De acuerdo con Potrie, que con Françoise Dal’Bo estarán a cargo de la dirección del laboratorio, ese tipo de redes en matemática son importantes. Se trata de una disciplina “que no depende tanto de experimentos”, porque “la fuerza y la vida está en las colaboraciones y en las redes de investigación”.

Por eso, el hecho de que uno de los centros de investigación más relevantes dentro del mundo académico establezca relaciones con investigadores uruguayos es un hito, que se consolidó a través de los años y de la visibilidad que generaron las cooperaciones, y que tuvo apoyo del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), a través del ministro Pablo da Silveira, y del Programa de Desarrollo de las Ciencias Básicas y de la Universidad de la República (Udelar).

De este modo, Laboratorio del Plata recibirá apoyo del Ggobierno y de la Udelar —US$ 60 mil por año— y del CNRS —€ 250 mil—.

Las colaboraciones dentro de Uruguay y Francia abarcarán misiones en ambas direcciones de investigadores, así como también el acceso a herramientas de los dos países.

“Lo que funciona en el laboratorio después se complementa con el acceso a otras herramientas que hay”, dice Potrie.

Por eso, destaca el “acceso desde el punto de las redes y de interacción”. Es que no se puede escapar a la realidad: Uruguay está alejado geográficamente de los centros de referencia mundiales, como Estados Unidos y Francia. Entonces, tener este tipo de vínculos “da visibilidad” a los matemáticos uruguayos, que forman una comunidad de 97 personas, y la posibilidad de “participar de la difusión científica mundial”. “Nos pone dentro de la mesa”, explica el experto.

Los resultados de las investigaciones matemáticas se hacen tangibles a través de publicaciones científicas gestionadas y llevadas por los centros de referencia mundiales del norte global, donde también se organizan las conferencias más importantes. Esa distancia geográfica también hace que los investigadores uruguayos queden, muchas veces, por fuera, ya que “su costo económico de participación ya es mayor que el de alguien que vive en esos lugares”.

Aun así, Potrie insiste en que la matemática “no es tan difícil de transmitir”. “No necesitamos grandes laboratorios, simplemente necesitamos encontrarnos con personas y comunicarnos, más allá de lo que escribimos y publicamos, que es importante, pero no diría que la vida de la disciplina está en los textos, sino más bien en la gente haciendo investigación y las conversaciones que ocurren en los departamentos de matemática”.

Por eso, la importancia del intercambio entre franceses y uruguayos, y entre nuevas generaciones. La relevancia de tender nuevas redes.

“Es muy importante que los uruguayos vayan a lugares, pero también que gente de otros lugares venga a Uruguay, porque así nosotros también podemos empujar agendas que nos interesan en otros lados del mundo”, agrega.

El laboratorio funcionará de manera virtual, aunque tendrá sede en el Instituto de Matemática de la Facultad de Ingeniería y el centro de Matemática de la Facultad de Ciencias.

“Ambos institutos se comprometieron a generar espacios físicos para recibir a profesores e investigadores, pero después el laboratorio funciona a través de aperturas de llamados a actividades en las cuales cualquier persona puede aplicar. Tiene un funcionamiento sencillo”, agregó Potrie.

De este modo, el matemático dijo que habrá seis ejes de investigación: Álgebra y Geometría Algebraica; Informática y Fundamentos; Grupos y Geometría; Probabilidad y Estadística; Tratamiento de Imágenes, y Sistemas Dinámicos.

Los proyectos entregados tendrán un “fin claro de intercambio”, que debe ser pertinente al desarrollo de la cooperación matemática entre los países. “Por supuesto, si no tenés una licenciatura en matemática, incluso mínimo estar haciendo una maestría en matemática o un doctorado, es difícil acceder”, agrega el investigador.

Otro de los objetivos de este laboratorio es “generar intercambios entre gente joven de maestría y de doctorado, porque también así uno puede renovar las redes de colaboración”.

“Hacer que venga gente joven, que se enamore de los lugares, porque donde uno pasa su juventud, después tiene ganas de volver toda la vida. Entonces, eso pasa mucho en la academia: todos salimos y estudiamos afuera; estamos un tiempo acá, un tiempo allá, y eso después nos motiva a volver y mantener contactos. Al final, es una actividad humana y es importante que las conexiones se den”, concluye.