Por The New York Times | Katie Van Syckle
Flowers and Plants Collectors and Collections Millennial Generation Shopping and Retail Social Media Mike Rimland, el “cazador de plantas” de Costa Farms, uno de los mayores productores de plantas de interior de Norteamérica, estaba recorriendo un diminuto vivero del sudeste asiático hace unos cinco años cuando vio un grupo de hojas cerosas de color púrpura oscuro que no reconoció.
“Nunca había visto nada parecido”, dijo Rimland, de 66 años, cuyo cargo oficial es el de vicepresidente de investigación y desarrollo. Creció en Miami y ha trabajado en el sector de la horticultura durante 45 años.
Pasa unos cuatro meses al año recorriendo las regiones tropicales de países como India, Vietnam y Kenia en busca de las plantas “más nuevas y geniales” —que también prosperen en el interior— para llenar las estanterías de Ikea, Walmart, Costco y Home Depot, así como los centros de jardinería más pequeños de todo el país.
“Estás buscando una aguja en un pajar”, dijo Rimland.
La planta que vio, la Geogenanthus ciliatus, o Geo, era comercialmente rara, parecía “como de Marte”, dijo, con brotes ligeramente rizados, casi negros, y tenía una hoja gruesa que sugería que sería difícil de matar: todas las cualidades de una exitosa planta de espacios interiores.
Ahora, tras años de desarrollo, la Geogenanthus ciliatus ha llegado a las tiendas y hace poco ganó el codiciado honor de “Mejor follaje nuevo” en la Tropical Plant International Expo, una de las principales ferias del sector. Está a la venta en las principales tiendas y en pequeñas boutiques de Brooklyn, Los Ángeles y Des Moines, y se comercializa con la facilidad de una película de Timothée Chalamet. En internet, los fanáticos empiezan a deshacerse en elogios. (“Mi pequeño bebé gótico”, escribió uno en Instagram).
Las ventas de plantas de todo tipo se han disparado en los últimos años. Alrededor de 38 millones de hogares en Estados Unidos participan en la jardinería de plantas de interior y gastaron alrededor de 1,67 mil millones de dólares en 2020, un aumento del 28 por ciento desde 2019, según la Encuesta Nacional de Jardinería de 2021.
Muchos entusiastas, incluidos los milénials y los de la Generación Z, continúan gravitando hacia variedades raras con un aspecto más agudo que a menudo se venden por cientos de dólares en subastas en línea. Ahora, los cultivadores del mercado de masas, como Costa Farms, tienen la misión de ofrecer la próxima planta de moda en un momento en que las nuevas variedades pierden su novedad en cuestión de meses.
“La planta ‘de moda’ es la misión”, dice Katie Dubow, presidenta de Garden Media Group, una empresa de relaciones públicas que asesora a las empresas sobre las tendencias del mercado. “Todo el mundo quiere tenerla, cultivarla y venderla”.
La relación de la gente con sus plantas se profundizó durante la pandemia, según dicen los expertos de la industria, y las variedades que antes estaban de moda empezaron a parecer vetustas. Las antiguas plantas “de moda”, como la pilea peperomioides, con sus hojas en forma de moneda, y la higuera de hoja de violín, un accesorio fijo en los catálogos de diseño del hogar, han pasado de moda. (La hoja de violín “tiene mala fama” en parte porque es más difícil de cuidar de lo que parece, explica Christian Esguerra, un influente que publica bajo el nombre de “crazyplantguy”). La planta cuervo tuvo su momento, el filodendro birkin fue codiciado brevemente, y la princesa rosa está de salida.
Ahora, en vez de una planta que todo el mundo quiere, hay decenas que son populares. La Oficina Nacional de Jardinería declaró el 2022 como el año de la peperomia, pero los aficionados también anhelan alocasias, anturios, calatheas y hoyas de todo tipo.
Las monsteras variegadas con rayas o manchas de color, como la constelación tailandesa, conocida por sus hojas salpicadas de amarillo y blanco, y la monstera albo, adorada por sus manchas blancas parecidas a la pintura, han seguido teniendo demanda, en parte porque ciertas cualidades botánicas hacen que sean difíciles de reproducir.
Este mes, en eBay, una constelación tailandesa de cinco hojas se vendió por 600 dólares y un esqueje de cinco hojas de monstera albo se vendió por 500 dólares. Costa Farms, que lleva varios años intentando cultivar su propia versión de la constelación tailandesa, puso recientemente a la venta en Walmart una cantidad limitada de plantas —con un precio de unos 600 dólares cada una para una maceta de 30 centímetros— y se agotó rápidamente. (Las ganancias se destinaron a la beneficencia).
El aspecto también ha evolucionado. Ahora las plantas más populares a menudo son abigarradas, con hojas grandes, muy texturizadas y angulares, y suelen ser de color rosa o púrpura. Y cuando se exponen, en lugar de una planta singular colocada en un escaparate, suelen agruparse en un rincón como si fuera una jungla o se empaquetan en una caja de cultivo.
“Creo que el estilo es un componente mucho más importante de esta ola particular de entusiasmo por las plantas de interior”, dice Leslie F. Halleck, horticultora profesional y consultora. “Esa estética de la forma y el aspecto, y cómo se integra en el espacio interior de alguien, se ha vuelto más importante”.
Las tendencias están impulsadas, en parte, por un ávido grupo de influentes y coleccionistas de plantas raras que codician variedades específicas, de la misma manera que otros podrían buscar zapatos deportivos, relojes o whisky, y muestran sus colecciones con un orgullo similar.
“Cultivas un gran helecho cuerno de alce y la gente viene a tu casa y dice: ‘¿Qué diablos es eso?’”, explica Ryan Benoit, cofundador del blog The Horticult. Y añade: “Es como si tus hijos fueran aceptados en una universidad de la Ivy League: les está yendo bien”.
También existe una comunidad bien establecida de compradores que dicen que se conectan con sus plantas desde el punto de vista emocional.
Maria Failla, de 33 años, antigua intérprete de Broadway, se dedicó a la jardinería después de perder su trabajo al comienzo de la pandemia.
“Siento que cuando me metí en el mundo de las plantas se iluminó una parte de mi corazón con la que ni siquiera estaba conectada”, dijo Failla, que dirige una sociedad de jardinería virtual y presenta el pódcast Bloom and Grow Radio.
El sector de la horticultura, que durante mucho tiempo ha dependido de los hábitos de gasto de los baby boomers, se ha animado ante el interés —y el dinero—de una nueva generación. Durante años, los productores han lanzado plantas con cualidades específicas que se venden bien, como los arces que prometen un follaje otoñal más brillante. Al inclinarse por variedades únicas con hojas inusuales, están aplicando este enfoque a las plantas de interior, dicen los consultores del sector.
“No tengo únicamente una hortensia. Tengo una hortensia de verano interminable. Florece todo el verano”, dice Charles Hall, profesor de economía y horticultura de la Universidad A&M de Texas. “Creo que la categoría de plantas de interior, en sí misma, se está poniendo al día con ese fenómeno”.
Desde hace más de 40 años Rimland dirige un vivero en Miami, cerca de Costa Farms, y recuerda cuando la gente se volvió loca por las plantas de interior en los años 70. En 1981, empezó a “buscar plantas”, en un momento en que el mercado estaba saturado. Encontrar y presentar nuevas plantas le dio una ventaja en la industria, dijo. Con los años, ha viajado a unos 60 países.
Después de que un huracán azotara su vivero en 2005, Costa Farms invitó a Rimland a trabajar con la empresa. Con el tiempo, ha entablado relaciones con pequeños cultivadores en lugares tropicales de todo el mundo y sigue buscando como siempre, con pocas expectativas sobre lo que puede encontrar.
“No solo necesitamos una planta nueva, sino una que sea diferente”, dijo.
No quiso decir exactamente dónde había encontrado la Geo, ya que no quería dar pistas a la competencia. (Como el interés por las plantas se ha disparado, otros cultivadores, grandes y pequeños, también están siempre en busca de nuevas variedades para desarrollarlas y venderlas ampliamente).
Rimland dice que sigue todas las normativas locales y que solo busca en las regiones aprobadas por los gobiernos. “No salgo a escalar una montaña robando plantas que están en peligro de extinción”, dijo.
Antes de salir de Asia, Rimland envió varios esquejes, raíces con algunas hojas, a Estados Unidos. Costa Farms comenzó entonces una serie de pruebas en interiores para asegurarse de que la Geo no moriría fácilmente, se volvería café, desarrollaría enfermedades o se le caerían las hojas. La empresa las probó en entornos sin luz, con poca luz y con poca humedad, las condiciones de crecimiento subóptimas que suelen soportar las plantas de interior.
“No necesitamos presentar algo que sea de color púrpura fluorescente pero que muera en una semana”, dijo Rimland. “Necesitamos el éxito de los clientes”.
A lo largo de unos cuatro años, la empresa aumentó el suministro a unas 100.000 plantas y las distribuyó a minoristas de toda Norteamérica, donde una pequeña Geo en una maceta de 15 centímetros se vende en línea por unos 45 dólares.
“No estamos aquí para suministrar plantas a esos precios locos que se ven en internet”, dijo Rimland. “Estamos aquí para suministrar plantas a todos los que quieran una a un precio justo y razonable”.
En los próximos meses, Costa Farms seguirá lanzando nuevas variedades y se ha asociado con las influentes detrás de Black Girls With Gardens, Mariah Grows y House Plus Plant, que se espera que abran los paquetes en internet y revelen ceremoniosamente las nuevas plantas. Los expertos del sector creen que alimentando constantemente el mercado, los cultivadores harán que los fans vuelvan.
Por supuesto, una vez que las plantas como la Geo se lanzan al mercado de forma generalizada, dejan de ser realmente raras, dijo Dubow, que trabaja en la previsión de tendencias.
“Mucha gente desearía que no existiera esta enorme presión sobre ‘¿Cuál es la próxima gran planta ‘de moda’?’”, dijo Dubow. “Tiene este punto máximo en el que cuesta 400 dólares, y luego Costa la consigue, sale a todos los Walmart e Ikea y lo que sea en todo el país, y entonces ahora cuesta 19,99 dólares y ya nadie la quiere”.
Los grupos ecologistas también están trabajando para crear conciencia sobre la relación entre el creciente interés por las especies raras y el aumento de la caza furtiva de plantas. En Sudáfrica y Chile, según las autoridades, se ha producido un aumento del saqueo furtivo de suculentas y cactus, a menudo por parte de personas que buscan una forma de escapar de la pobreza.
Abby Meyer, directora ejecutiva de Botanic Gardens Conservation International U.S., dijo que el mayor impacto se ha producido en las zonas tropicales ricas en biodiversidad.
“La demanda de plantas tropicales de colección como plantas de interior está directamente relacionada con el aumento del saqueo furtivo en las regiones tropicales”, dijo Meyer.
También puede ser difícil para los compradores que compran plantas en línea a través de las redes sociales saber de dónde proceden las variedades y cómo se obtienen.
Meyer aconseja buscar viveros autorizados, hablar con los cultivadores, preguntar por sus fuentes e investigar los problemas que afectan a determinadas variedades. O bien, no comprarlas en absoluto, y mejor considerar hacer voluntariado en los jardines botánicos que albergan plantas raras.
“Si te interesan las orquídeas y tu jardín local tiene una colección de orquídeas puedes conseguir tu dosis de orquídeas en el jardín, y es para el bien público” , dijo Meyer.
Katie Van Syckle es editora sénior en el Times. @KatieVanSyckle
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