Los burros domésticos han sido importantes para el ser humano durante siglos, aún hoy lo son en muchos países, sin embargo su historia genética es poco conocida y apunta a que este animal está con nosotros desde hace más 7.000 años y su domesticación fue en África.
Esta es la conclusión de un estudio que publica hoy Science a cargo de un equipo internacional encabezado por el Centro de Antropología y Genómica de Toulouse (Francia).
El equipo realizó un exhaustivo análisis genómico de burros (Equus asinus) modernos y antiguos para rastrear los orígenes, la expansión y las prácticas de gestión que subyacen a la domesticación de este importante animal de carga a lo largo de miles de años.
Los expertos consideran que comprender la historia genética del burro, en gran parte ignorada, no solo es importante para evaluar su contribución a la historia de la Humanidad, sino que podría mejorar la gestión local del animal en el futuro.
A pesar de su importancia para las antiguas sociedades pastoriles de África, Europa y Asia, se sabe poco sobre su larga historia con el ser humano, sobre todo en lo que respecta a su origen, domesticación e impacto de la gestión humana en su genoma.
El equipo encabezado por Evelyn Todd, del citado centro francés, evaluó 238 genomas de burros modernos y antiguos para descubrir nuevas claves sobre su historia de domesticación.
Los investigadores encontraron pruebas filogeográficas solidas que apoyan la existencia de un único acontecimiento de domesticación en el este de África hace más de 7.000 años, aproximadamente hacia el 5000 a.C.
A continuación se produjeron una serie de expansiones por toda África y hasta Eurasia, donde las subpoblaciones acabaron aislándose y diferenciándose, quizá debido a la aridificación del Sáhara.
Con el tiempo, los flujos genéticos procedentes de Europa y Oriente Próximo se abrieron paso hasta las poblaciones de burros de África occidental, explica Science.
El análisis también descubrió un nuevo linaje genético procedente de la región de Levante que existía hace aproximadamente 2.200 años y que contribuyó a aumentar el flujo genético hacia las poblaciones de burros asiáticos.
El estudio también contiene información sobre la gestión de los burros, incluida la cría y la ganadería, así como pruebas de la selección para el gran tamaño y la endogamia significativa en las antiguas poblaciones de burros.
EFE