Los países del G7 dieron un gran paso para exigir a las empresas que revelen su riesgo climático, algo que consideran crucial para la transición energética pese a las reservas de las oenegés y a que todavía no se alcanzó un acuerdo a nivel mundial.
"Somos favorables a la publicación obligatoria de los datos financieros relacionados con el clima, que proporciona información fiable y útil para la toma de decisiones a los participantes en el mercado", indicó el G7 de Finanzas en su declaración al final de su reunión de dos días en Londres.
Estas declaraciones obligatorias, que incluyen por ejemplo las emisiones de CO2 o los proyectos de inversión, se aplicarán a todas las grandes empresas comerciales.
El objetivo es evaluar mejor el impacto financiero de la crisis climática y apoyar la transición ecológica de los países que quieren alcanzar la neutralidad carbono para 2050.
También es esencial para los inversores que financian grandes grupos y que están cada vez más preocupados por el impacto del cambio climático en las empresas, ya sea por sus resultados o por su reputación.
El G7 dice seguir las recomendaciones del grupo de trabajo sobre divulgación de información financiera relacionada con el clima (TCFD, siglas de Task Force on Climate-related Financial Disclosures), creado en 2017 bajo auspicios del G20.
Los ministros de Finanzas fueron aún más lejos al acoger la creación del TNFD (Taskforce on Nature-related Financial Disclosures), que se ocupa no solo del clima sino también de la naturaleza y la biodiversidad.
¿Finanzas pronaturaleza?
Para WWF Francia, se trata de "una señal importante que debería permitir que esta iniciativa mundial reciba un mandato en la reunión de jefes de Estado del G20 del próximo mes de octubre" y la asociación habló de la necesidad de unas "finanzas pronaturaleza".
En cuanto a los riesgos climáticos financieros, el reto es que cada país imponga esa medida a sus empresas y que haya un acuerdo sobre el desarrollo de normas contables comunes.
El Reino Unido da el ejemplo al obligar a las empresas a revelar este impacto a partir de 2025. Sin embargo, no será obligatorio en un primer momento y las empresas del país solo están obligadas a publicar esos datos o a explicar por qué no lo hacen.
El gobernador del Banco de Francia, Francois Villeroy de Galhau, declaró el miércoles en una entrevista con el Financial Times que podría haber un acuerdo global sobre la cuestión para la COP26, que se celebrará en Glasgow en noviembre.
"Los mercados no serán los salvadores"
Los propios inversores están presionando a las potencias del G7 para que hagan más, y la asociación de gestores de activos del Reino Unido, la IA, insta a los reguladores financieros a que se comprometan a divulgar obligatoriamente los riesgos climáticos.
"Disponer de datos de alta calidad y comparables sobre los riesgos climáticos de las empresas es crucial para cumplir los objetivos de neutralidad carbono", dijo Chris Cummings, director general de la IA.
Por su parte, las oenegés advierten que la medida por sí sola no garantiza que las empresas asuman su parte en la transición energética.
"La divulgación debería haber sido obligatoria hace tiempo, pero a estas alturas de la crisis climática y ecológica, la petición de mejores datos es una distracción peligrosa", afirma David Barmes, de Positive Money.
"Los mercados no serán los salvadores", advierte.
Según un informe de varias oenegés el miércoles, los países del G7 perdieron la oportunidad de dar una respuesta económica ecológica a la crisis sanitaria al subvencionar masivamente a sectores contaminantes como el de la aviación.
Fuente: AFP