El Ministerio de Antigüedades egipcio y el equipo del proyecto ScanPyramids anunciaron este jueves haber descubierto la presencia de un corredor en el interior de la pirámide de Keops que podría llevar a la cámara funeraria del faraón, hasta ahora un misterio, ya que aún no se ha encontrado ni su momia ni su tesoro.
El ministro egipcio de Antigüedades, Ahmed Eissa, afirmó en una rueda de prensa frente a la gran pirámide que los científicos de ambos equipos “han descubierto un corredor cuyo techo tiene diseño de ‘chevron’ con una extensión de 9 metros de profundidad y 2,10 metros de ancho”.
En busca de Keops
Según el ministro, en el proyecto que se realizó en la única maravilla antigua del mundo que queda en pie “han colaborado universidades de Francia, Alemania, Japón, Canadá y Egipto”.
Por otra parte, el secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades, Mostafa Waziri, señaló ante los medios que, según su teoría, el pasillo descubierto en la entrada norte de la pirámide es “para aliviar la presión de otro pasillo que aún no se sabe a dónde lleva”.
“Aspiramos a descubrir el tesoro del rey Keops, puesto que ya se han hallado los tesoros de todos los reyes excepto de Keops. Y este es el misterio”, afirmó el responsable egipcio.
Según el famoso egiptólogo Zahi Hawas, el jefe del comité científico responsable de ScanPyramids, esto es “un gran descubrimiento”, ya que la de Keops es la “única pirámide” que tiene tres niveles en la que cree que en la estructura investigada “se esconde algo” o está “protegiendo otra cosa”, siete metros debajo de ese pasillo.
“Hasta el momento la cámara funeraria verdadera de Keops no se ha descubierto. Entonces, la hipótesis es que esté escondiendo o protegiendo la cámara funeraria de Keops no descubierta hasta el momento”, señaló, y lo tildó como “el descubrimiento más importante del siglo”.
La Gran Pirámide de Keops, la más alta de todas, de 146,59 metros de alto, y la edificación más importante del Reino Antiguo, fue levantada durante el reinado de Khufu (2550 a. C. a 2527 a. C.), el segundo faraón de la IV Dinastía, y a quien Herodoto llamó Keops.
Mohamed Mohi, asistente del coordinador del proyecto de ScanPyramids, afirmó a EFE que su equipo es “científico” y deja “las hipótesis arqueológicas a los egiptólogos”, en referencia a la posibilidad de que esté ahí la cámara funeraria de Keops.
Explicó que han hecho un escáner con rayos infrarrojos, con un georadar y con una radiografía con rayos cósmicos conocidos como “muon” (que se activan cuando partículas subatómicas procedentes del espacio exterior entran en contacto con la atmósfera terrestre), una técnica no invasiva que se está empleando en diferentes ámbitos, sobre todo en la arqueología.
“Y gracias a esto hemos podido llegar a una conclusión exacta y confirmada de que aquí hay un corredor”, aseveró.
A partir de un agujero en la pirámide han podido introducir un endoscopio para descubrir ese vacío en el pasillo, por lo que no han tenido que utilizar medios destructivos para la antigüedad, aclaró.
El proyecto para conocer las pirámides
El proyecto ScanPyramids fue lanzado en 2015 bajo el paraguas del Ministerio de Antigüedades egipcio para descifrar el interior de las tres pirámides de Guiza y en el que participan expertos de Japón, Francia, Canadá y Egipto.
En 2017, el equipo reveló en un estudio publicado por la revista Nature que habían detectado en al pirámide de Keops un nuevo hueco de unos 30 metros de largo y de uso desconocido, un hallazgo que se recurrió a la física de partículas.
Sin embargo, este descubrimiento fue entonces duramente criticado por el Ministerio de Antigüedades egipcio dado que acusó al equipo investigador de ScanPyramids de haberse precipitado y de haber usado términos propagandísticos en la publicación del estudio en Nature.
Este anuncio es el último de una serie de descubrimientos que Egipto ha promocionado en los últimos años con la esperanza de atraer más turistas en medio de una crisis económica que atraviesa el país árabe, agudizada por la pandemia de la covid-19 y la invasión rusa a Ucrania.
Samar Ezzat - EFE