El Departamento de Comercio de Estados Unidos anunció este martes que aprobó una subvención de 6.165 millones de dólares para el fabricante de chips Micron Technology, con el objetivo de potenciar la producción de esos componentes en los estados de Nueva York, Idaho y Virginia.
Se trata de una de las ayudas más importantes otorgadas hasta la fecha bajo la Ley CHIPS y Ciencia, aprobada en 2022 por el Congreso y que destina cerca de 280.000 millones de dólares a la investigación y fabricación de chips de última generación en el país.
Los fondos permitirán la construcción de dos fábricas de chips en Clay (Nueva York) y Boise (Idaho), además de la ampliación de una planta existente en Manassas (Virginia).
Según un comunicado del Departamento de Comercio, estas inversiones generarán alrededor de 20.000 empleos y permitirán aumentar la participación de EE.UU. en la fabricación global de chips de memoria avanzada del actual 2 % a aproximadamente un 10 % en 2035.
Uno de los proyectos más destacados de Micron, que se financiará con esta subvención, es la construcción de un megacampus de 566 hectáreas en el estado de Nueva York para la producción de chips de memoria dinámica de acceso aleatorio (DRAM).
Estos componentes son esenciales para el desarrollo de aplicaciones de inteligencia artificial, vehículos autónomos y dispositivos como teléfonos inteligentes.
El director ejecutivo de Micron, Sanjay Mehrotra, celebró la decisión y afirmó que esta subvención "impulsará el crecimiento económico y garantizará que EE.UU. siga a la vanguardia de los avances tecnológicos", según recoge un comunicado del Departamento de Comercio.
La aprobación de estas ayudas llega en un momento clave, ya que el Gobierno de Joe Biden está acelerando la concesión de subvenciones bajo la Ley CHIPS antes de que el presidente electo, Donald Trump, asuma el cargo el próximo 20 de enero de 2025.
Durante la campaña electoral, Trump criticó este programa de ayudas y dijo que él prefería imponer aranceles a las importaciones de semiconductores para fomentar la fabricación local, una medida que podría impactar especialmente a China, el principal competidor de EE.UU. en el sector.
Por su parte, la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, describió las subvenciones a Micron como "un catalizador para el crecimiento económico sostenible", según un comunicado de la Casa Blanca.
Harris subrayó que este tipo de inversiones "refuerzan la seguridad nacional y económica de EE.UU. al promover la fabricación local de los chips que alimentan dispositivos clave para los estadounidenses, desde teléfonos inteligentes y vehículos hasta sistemas de defensa avanzada y centros de datos de inteligencia artificial".
La Administración Biden ha identificado la fabricación de chips de última generación como un área estratégica, especialmente por su papel en el desarrollo de la inteligencia artificial, donde EE.UU. compite directamente con China.
Además de fomentar la producción doméstica con la Ley CHIPS, Washington ha impuesto restricciones a la exportación de semiconductores y otras tecnologías avanzadas a China, argumentando que estas medidas son vitales para proteger su seguridad nacional.
EFE