EE.UU. cerró un contrato de US$ 13.000 millones para construir “avión del fin del mundo”

La Fuerza Aérea de Estados Unidos concedió un contrato de 13.000 millones de dólares para construir la nueva generación del “avión del fin del mundo”, para reemplazar a las aeronaves que funcionan como puestos de mando móvil a ser utilizados por las autoridades del país norteamericanos en casos de supervivencia.

El contrato entre el gobierno de EE.UU. y la empresa Sierra Nevada Corp. apunta a desarrollar el nuevo Centro de Operaciones Aerotransportadas de Supervivencia (SAOC, por sus siglas en inglés), nombre oficial del futuro avión. 

Esa nueva aeronave, que también será conocida coloquialmente como el “Doomsday plane” (“Avión del fin del mundo”, en inglés), reemplazará a los actuales cuatro Boeing E-4B que componen el proyecto Nightwatch (“Centinela nocturno”), llamado oficialmente “Puesto de Mando Aerotransportado Avanzado” o AACP.

La Fuerza Aérea estadounidense planea dar 59 millones a la empresa para empezar inmediatamente los trabajos necesarios para iniciar el proyecto. El dinero del contrato cubrirá las tareas de investigación, desarrollo, testeo y evaluación para lograr construir la nueva nave de supervivencia presidencial.

Según se planea, el avión estará listo en julio de 2036. Según el gobierno de Estados Unidos, Sierra Nevada Corp. construirá el Nightwatch en un avión comercial modificado. 

Usualmente, los actuales Boeing E-4B Nightwatch, transportan al Secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin. Mientras tanto, el avión más usado por el presidente Joe Biden y sus antecesores inmediatos es el Boeing VC-25, conocido por el título Air Force One, aunque este indicativo utilizado por el control de tráfico aéreo, se usa en cualquier avión de la Fuerza Aérea que se encuentre transportando al mandatario estadounidense. 

Cuando vuela en un avión comercial, cosa que pasó una sola vez en la historia, durante la presidencia de Richard Nixon, se utiliza el código Executive One. 

Los E-4B Nightwatch están construidos de forma tal que pueden resistir impactos nucleares, por lo que es de esperar que su sustituto tenga capacidades similares.