Un asteroide de unos 1,5 kilómetros de tamaño ha sido detectado por primera vez en las proximidades de la Tierra.
El asteroide, llamado 2022 AP7, "está en el camino de la Tierra, lo que lo convierte en un asteroide potencialmente peligroso", dijo el astrónomo del Instituto Carnegie para la Ciencia, Scott Sheppard.
La amenaza no es inmediata, ya que se encuentra "muy lejos" de la Tierra, incluso cruzando la órbita del planeta, subrayó.
Pero, como cualquier asteroide, la trayectoria se irá modificando lentamente debido a las fuerzas gravitatorias que ejercen sobre él, es decir, los planetas, lo que hace muy difícil cualquier predicción a largo plazo, dijo el científico.
Este es el "objeto potencialmente peligroso más grande descubierto en los últimos ocho años", según un comunicado de prensa del US NOIRLab, que opera varios observatorios.
Este asteroide cercano a la Tierra tarda cinco años en dar la vuelta al Sol y ahora está a varios millones de kilómetros de la Tierra en el punto más cercano.
Por lo tanto, el riesgo es hipotético, pero en caso de colisión, un asteroide de este tamaño tendría "un impacto devastador en la vida tal como la conocemos", explicó Scott Sheppard.
El polvo liberado a la atmósfera bloquearía la luz solar, enfriando el planeta y provocando una extinción masiva.
El descubrimiento se realizó a través del telescopio Víctor M. Blanco, en Chile, cuyos resultados se publicaron en la revista científica The Astronomical Journal, según recoge el medio JN.
Cerca de 30.000 asteroides de todos los tamaños, incluidos más de 850 que miden un kilómetro o más, se han catalogado en las cercanías de la Tierra, y ninguno representará una amenaza para el planeta durante los próximos 100 años.
Según Scott Sheppard, hay "entre 20 y 50" grandes objetos cercanos a la Tierra (NEO) aún por detectar.
"La mayoría de ellos están en órbitas que dificultan la detección", agregó.
Para prepararse para un descubrimiento más serio, la agencia espacial estadounidense NASA llevó a cabo una misión de prueba a fines de setiembre: una nave espacial fue lanzada contra un asteroide no peligroso, demostrando que era posible alterar la trayectoria.