Por The New York Times | Gray Beltran
El mes pasado, cuando Mark Zuckerberg anunció que Facebook cambiaría su nombre, la compañía publicó en línea una elegante animación que mostraba los logos de todas sus aplicaciones y productos que se fusionaban para formar una resplandeciente visión del futuro: un símbolo de infinito en dos tonos de azul junto a la palabra “Meta”.
El nuevo símbolo y el cambio de nombre fueron referencias a los planes de Zuckerberg de reenfocar al gigante de Silicon Valley hacia lo que ve como la unificación de mundos digitales dispares en el llamado metaverso, el espacio en línea inmersivo e interconectado que es posible, en gran medida, gracias a las realidades aumentada y virtual.
“El metaverso es la próxima frontera para conectar a las personas”, dijo en un anuncio.
Para los expertos en diseño, el cambio de una compañía llena de escándalos fue el ejemplo más reciente de los esfuerzos del Estados Unidos corporativo para crear marcas que son menos únicas y, en última instancia, menos ofensivas. También fue un reflejo del creciente desafío para las identidades corporativas de existir en muchos tamaños y entornos digitales al mismo tiempo, desde los visores de realidad virtual hasta los relojes inteligentes (un desafío que está magnificado para Meta conforme intenta establecer una identidad para algo que en gran medida todavía no existe).
“Cumple con varias condiciones”, dijo Michael Evamy, autor de “Logo”, una antología de las marcas y logos corporativos. “Es muy sencillo. Es muy visible a todas las escalas. Es azul”. (El azul, indicó, es un color asociado en el pasado con la seguridad y la confianza. El símbolo de infinito, sin esquinas ni bordes irregulares, puede ser visto como no intimidante).
“Pero de alguna manera, luce justo como esperarías que luciera”, agregó Evamy. “Algo decepcionante y con aversión al riesgo”.
Usuarios y legisladores de todo el orbe ponen, cada vez, bajo un mayor escrutinio el gran alcance de Facebook, cuyos productos (incluidos Instagram y WhatsApp) son usados por más de 3600 millones de personas cada mes. Incluso a pesar de que Facebook creció hasta convertirse en una de las compañías más valiosas del mundo, pasó varios de los últimos años de un vergonzoso escándalo al otro. En fechas más recientes, una exempleada convertida en denunciante difundió una vasta colección de documentos internos y argumentó que Zuckerberg y Facebook, de manera habitual, anteponían las ganancias al bienestar de las personas.
Zuckerberg dijo el mes pasado que el cambio de nombre era un reflejo de lo mucho que Facebook había evolucionado.
“En este momento, nuestra marca está vinculada de modo tan estrecho a un producto que no puede de verdad representar todo lo que estamos haciendo en la actualidad, mucho menos en el futuro”, mencionó.
Facebook ha sido asociada desde hace mucho con el logo de la “f” en minúscula (una sencilla marca, pero que se volvió reconocible en todo el planeta a medida que Facebook creció). Las otras aplicaciones de la compañía también tienen logos audaces y coloridos, que permanecerán como parte de la reformulación de marca.
Debido a que la versión a futuro de Zuckerberg yace en la realidad virtual, la compañía deseaba un nuevo logo que se sintiera más dinámico y evocara la sensación inmersiva. En marzo, la compañía comenzó a desarrollar un logo al enfocarse “solo en explorar conceptos con movimiento, una sensación de dimensión y perspectiva”, afirmaron Zach Stubenvoll, Sam Halle y Marian Chiao, miembros de su equipo de diseño interno, a través de un correo electrónico.
Cuando se usa un visor de realidad virtual, las personas a menudo utilizan un control para marcar líneas limítrofes a su experiencia virtual. Los diseñadores de Meta dijeron que el aro de color en el nuevo logo que al final se tuerce para formar el símbolo del infinito se inspiró por esas líneas limítrofes. Muchas otras marcas tienen logos muy similares con el símbolo del infinito, incluyendo las del software de desarrollo web de Microsoft, un modelo de pelotas de golf Top Flite, una firma de administración de fortunas y la banda de rock Hoobastank. Un servicio propiedad de Meta llamado Boomerang también usa un símbolo de infinito.
“Un bucle infinito no es único”, dijo Jessica Walsh, fundadora y directora creativa del estudio de diseño &Walsh. “Sin embargo, a diferencia de muchas marcas, están en una posición privilegiada en la que no necesitan depender de que su logo sea distinto para que sea memorable”. En los últimos años, las marcas han tenido que adaptar sus logos e identidades a un conjunto más amplio de plataformas digitales. A medida que los sitios web otrora solo vistos en computadoras de escritorio dieron paso a aplicaciones para teléfonos inteligentes, los logos han tenido que funcionar en contextos cada vez más pequeños (diminutos cuadrados y círculos en los comentarios de las redes sociales o puntos miniatura en relojes inteligentes). La realidad virtual ofrece otra plataforma más a las que las marcas se deben adaptar, una que es por su propia naturaleza definida por el movimiento y la tercera dimensión.
Evamy destacó que el nuevo logo de Meta se alejaba de una era en la que las marcas corporativas solían ser mucho más evocadoras.
“Las grandes compañías solían producir símbolos muy valientes, emocionantes, impactantes y que te dejaban perplejo”, comentó, al señalar las icónicas barras de IBM o la flecha oculta dentro del nombre de FedEx.
No obstante, aunque una compañía como FedEx desde siempre tenía que preocuparse de su marca en el lado de un camión de reparto y en comerciales televisivos, Meta vive sobre todo en el mundo digital en varias plataformas.
Es territorio un tanto desconocido. Hay poco precedente para logos corporativos que puedan existir en 3D dentro de un espacio virtual donde se puede interactuar con ellos y ser manipulados por un usuario.
“Nuestro sistema de diseño de Meta está planeado para crecer y cambiar con la compañía y a medida que el metaverso es creado”, dijo el equipo de diseño de Meta en el correo electrónico. “Necesitábamos hacer el símbolo a prueba del futuro”. El emblema para la nueva compañía matriz de Facebook está diseñado para el metaverso, incluso si decepciona en el mundo real. (Jim Wilson/The New York Times)