Por The New York Times | Sheera Frenkel, Mike Isaac y Ryan Mac
Un ingeniero de Instagram ya tenía listas sus maletas para irse de vacaciones en diciembre cuando su jefe lo hizo conectarse a una reunión virtual para hablar de los objetivos laborales para 2022.
Su conversación pronto dio un giro inesperado. Olvídate de los objetivos, le dijo su jefe. Para tener éxito en Meta, la empresa matriz de Facebook e Instagram, agregó su jefe, debía solicitar un nuevo puesto en los florecientes equipos de realidad aumentada y realidad virtual. Ahí es donde la empresa necesita gente, aseguró.
El ingeniero, que había trabajado en Instagram durante más de tres años y no quiso ser identificado por temor a sufrir represalias, se sintió sorprendido por tener que volver a solicitar un puesto de trabajo. Dijo que no había decidido qué hacer.
Mark Zuckerberg, fundador y director ejecutivo de la empresa antes conocida como Facebook, ha puesto de cabeza a su compañía desde que anunció en octubre que apostaría por el llamado metaverso. Bajo esta idea, su empresa —rebautizada como Meta— introduciría a la gente en mundos y experiencias virtuales compartidas a través de diferentes plataformas de software y hardware.
Desde entonces, Meta ha llevado a cabo una amplia transformación, según afirman empleados y exempleados. Ha generado miles de nuevos puestos de trabajo en los laboratorios que fabrican hardware y software para el metaverso. Los directivos han instado a los empleados que trabajaban en productos de redes sociales a solicitar esos puestos en el área de realidad aumentada y virtual. La empresa ha contratado a ingenieros del metaverso de sus rivales, como Microsoft y Apple. Y ha rebautizado oficialmente algunos productos, como su visor de realidad virtual Oculus, con el nombre Meta.
Estos movimientos suponen algunos de los cambios más drásticos que ha hecho la empresa de Silicon Valley desde 2012, cuando Zuckerberg anunció que Facebook tenía que alejar su red social de las computadoras y orientarla a los dispositivos móviles. La empresa se reestructuró, concentrando su energía y recursos en la creación de versiones de sus productos adaptadas a los celulares. El cambio de imagen tuvo un gran éxito, lo que produjo años de crecimiento.
Sin embargo, cambiar el rumbo de la empresa ahora es mucho más difícil. Meta tiene más de 68.000 empleados, más de catorce veces su tamaño en 2012. Su valor de mercado se ha multiplicado por más de ocho en ese periodo, hasta alcanzar los 840.000 millones de dólares. El negocio está afianzado en las áreas de publicidad en línea y redes sociales. Y aunque este cambio podría darle a Meta una ventaja en la próxima fase del internet, el metaverso sigue siendo un concepto en gran medida teórico, a diferencia del paso a los móviles en 2012, cuando los teléfonos inteligentes ya se utilizaban de manera generalizada.
El resultado ha sido un trastorno interno, según nueve empleados actuales y antiguos de Meta que no estaban autorizados para hablar públicamente. Mientras que algunos trabajadores se mostraron entusiasmados por el giro de Meta, otros cuestionaron que la empresa se lanzara a un nuevo producto sin solucionar problemas como la desinformación y el extremismo en sus redes sociales. Se esperaba que los trabajadores adoptaran una actitud positiva hacia la innovación o se marcharan, según señaló un empleado, y algunos de los que no estaban de acuerdo con la nueva misión se han ido.
Lo que implica el enfoque del metaverso para los actuales productos de redes sociales de la empresa, como Facebook e Instagram, sigue siendo una incógnita, según dijeron dos empleados. En Facebook e Instagram, algunos equipos se han reducido en los últimos cuatro meses, relataron, y añadieron que se preveía que sus presupuestos para la segunda mitad de 2022 fueran menores que en años anteriores.
Un portavoz de Meta, que informará sus resultados trimestrales el miércoles, especificó que el desarrollo del metaverso no era la única prioridad de la empresa. Añadió que no se habían producido recortes significativos de personal en los equipos existentes debido a la nueva dirección. La transformación de Facebook en el metaverso comenzó en sus puestos más altos. En septiembre, Mike Schroepfer, el entonces director de tecnología, dijo que dejaría el puesto que había ocupado desde hace muchos años a finales de 2022. En su lugar, Zuckerberg nombró a Andrew Bosworth, conocido como “Boz”, que durante los últimos años ha dirigido el desarrollo de productos como el dispositivo Oculus y las gafas inteligentes Ray Ban Stories.
El ascenso de Bosworth fue una señal para los iniciados de que Zuckerberg se estaba tomando en serio la realidad virtual y el metaverso. Los dos se conocieron en la Universidad de Harvard en una clase de inteligencia artificial, cuando Zuckerberg era estudiante y Bosworth, asistente de profesor. Siguieron en contacto después de que Zuckerberg abandonó la universidad. Finalmente, Bosworth se trasladó a Silicon Valley para trabajar con Zuckerberg.
Desde entonces, Zuckerberg ha recurrido a Bosworth para iniciativas importantes. En 2012, Bosworth recibió el encargo de crear los productos de publicidad móvil de Facebook. Tras problemas de gestión en la división de realidad virtual de Oculus, Zuckerberg envió a Bosworth en agosto de 2017 para que se hiciera cargo de la iniciativa. El negocio de realidad virtual pasó a llamarse Reality Labs.
En octubre, la empresa dijo que generaría 10.000 puestos de trabajo relacionados con el metaverso en la Unión Europea durante los próximos cinco años. Ese mismo mes, Zuckerberg anunció que iba a cambiar el nombre de Facebook por el de Meta y prometió destinar miles de millones de dólares a esa iniciativa.
Reality Labs ahora está a la cabeza del cambio de la empresa hacia el metaverso, según comentaron los empleados. Se ha animado a los trabajadores del área de productos, ingeniería e investigación a que soliciten nuevos puestos allí, aseguraron, mientras que otros han sido ascendidos de sus puestos en las divisiones de redes sociales para realizar las mismas funciones con un énfasis en el metaverso.
De las más de 3000 vacantes que aparecen en el sitio web de Meta, más del 24 por ciento son para funciones de realidad aumentada o virtual. Los puestos de trabajo se encuentran en ciudades como Seattle, Shanghái y Zúrich. Una oferta de empleo para “director de ingeniería de juego” destinado a Horizon, el juego gratuito de realidad virtual de la empresa, decía que las responsabilidades del candidato incluirían imaginar nuevas formas de experimentar conciertos y convenciones.
Tres ingenieros de Meta señalaron que el reclutamiento interno para el metaverso se intensificó a finales del año pasado y que sus jefes mencionaron ofertas de trabajo en equipos relacionados con el metaverso en diciembre y enero. Otros que no se sumaron a la nueva misión se marcharon. Un exempleado declaró que había dimitido tras sentir que su trabajo en Instagram ya no sería valioso para la empresa; otro expresó que no creía que Meta estuviera en la mejor posición para crear el metaverso y que estaba buscando trabajo en una compañía rival.
Meta también atrajo a decenas de empleados de empresas como Microsoft y Apple, según afirmaron dos personas con conocimiento de los movimientos. En particular, Meta contrató a empleados de las divisiones enfocadas en productos de realidad aumentada en esas empresas, como el HoloLens de Microsoft y el proyecto secreto de gafas de realidad aumentada de Apple.
Los representantes de Microsoft y Apple rechazaron hacer comentarios. Bloomberg y The Wall Street Journal informaron anteriormente sobre algunos de los movimientos de personal.
Se ha pedido a los empleados de Meta que contribuyan al cambio de otras maneras. En noviembre, se les pidió que se inscribieran en el Proyecto Aria, un esfuerzo para reunir datos con el fin de desarrollar las futuras gafas de realidad aumentada, según un memorando interno que fue revisado por The New York Times.
Los empleados podían “ganar puntos y artículos promocionales” usando las gafas y recopilando datos a través de las cámaras y sensores del dispositivo, según el memorando. Para reducir la preocupación por la privacidad de los empleados al ser grabados con las gafas, les pidieron que usaran una camiseta que los identificara como “participantes en la investigación” y les dijeron que no podían ver ni escuchar los datos en bruto capturados por las gafas, según la nota. En una reunión con todo el personal de la empresa, días después de que Zuckerberg anunciara que Facebook apostaría por el metaverso, Sheryl Sandberg, directora de operaciones, respondió las preguntas de los empleados sobre el cambio.
Dijo que estaba “entusiasmada” con las posibilidades del metaverso y pidió a los asistentes que imaginaran las infinitas oportunidades que estarían a disposición de las personas en todo el mundo, según afirmaron dos empleados que escucharon la reunión virtual.
Muchos empleados mostraron su entusiasmo utilizando emojis de corazón. No obstante, en un chat privado para ingenieros, analizado por el Times, un empleado escribió: “¿Quién va a preguntar cómo funciona todo esto? Yo paso”. Nueva señalización de Meta, la empresa matriz de Facebook, en Menlo Park, California, el 4 de noviembre de 2021. (Jim Wilson/The New York Times). El cambio de una empresa de redes sociales de 68.000 personas hacia el metaverso teórico ha provocado trastornos internos e incertidumbre en Meta. (Mikel Jaso/The New York Times).