"Es un avance a las políticas que llevamos adelante desde 2008 referente a la coexistencia de los modelos productivos", destacó Enzo Benech, titular de la cartera de Ganadería, Agricultura y Pesca en una actividad en la que se liberaron avispas de origen francés para control biológico de plagas en cultivos de soja no transgénica.
El proyecto "Tecnología Innovadora de Control de Plagas en el Cultivo de Soja" apunta a que en un futuro Uruguay pueda producir soja no transgénica y diferenciarnos por no tener impacto ambiental al apostar al control biológico de plagas, como la lagarta.
"La soja transgénica que necesita aplicar glifosato y otros insecticidas y que producimos se vende al mundo, especialmente a China, y hoy avanzamos en la disminución de agroquímicos", indicó en la actividad realizada este martes 5 en un predio de 2.000 hectáreas ubicado en la ruta 96, cercano a la ciudad de Dolores, en el departamento de Soriano. "Además facilitamos el registro de los controladores biológicos", enfatizó.
En diciembre se registró un nuevo controlador biológico de plagas para la oruga de la soja y el girasol conocidas como lagartas, que permitirá reducir el uso de agroquímicos. Se trata del primer controlador biológico que se hace en Uruguay para cultivos extensivos.
En el caso de la lagarta, el agente que se introduce es la Trichogramma pretiosum Riley, una pequeña avispa, que parasita al insecto huésped, mediante el depósito de huevos.
Este método de control biológico requiere realizar liberaciones de la avispa y un manejo de la plantación que colabore al desarrollo del enemigo natural. Este es un manejo alternativo y /o complementario al uso tradicional de insecticidas, principalmente desarrollado para el cultivo de soja, hecho fundamental que contribuye en una mayor inocuidad de los alimentos.
"También estamos hablando de un negocio, pues la soja es el principal producto agrícola que Uruguay comercializa y este año está espectacular la plantación", indicó. "Nosotros no podemos bajar los brazos, cuidar mucho el ambiente y tener claro que es lo que el mundo nos demanda, pues hoy nos reclaman productos más inocuos, saludables y nosotros tenemos que hacer el esfuerzo para producir de esa forma", añadió en declaraciones recogidas por la Secretaría de Comunicación Institucional.
"El tema de los agroquímicos y transgénicos está permanentemente en todas las negociaciones", señaló Benech. "A China le vendemos transgénicos y son para el consumo y producción animal, no para la población", precisó.
"A nosotros, este proyecto nos permite avanzar en producir otra soja, no transgénica, con el cual articulamos con China en ese producto diferenciado que ellos estarían dispuesto a pagar más", concluyó.