El Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable (IIBCE) comenzó está llevando a cabo un muestreo ambiental sobre las superficies de los ómnibus de Montevideo, en un proyecto coordinado con la Intendencia de Montevideo.

El objetivo de este proyecto es mediante la técnica PCR-utilizada para hisopar y detectar la COVID-19 en las personas- saber si hay circulación del virus en el sistema de transporte de la capital.

En diálogo con Montevideo Portal, las investigadores del Departamento de Microbiología del IIBCE, Claudia Piccini y Karina Antúnez, explicaron cómo funciona este trabajo en conjunto con la comuna, con el fin de "mejorar la calidad sanitaria del transporte colectivo".

"Es un proyecto en el que trabajan nueve investigadores del instituto. Es un muestreo amplio que requiere mucha mano de obra, cubrir distintos recorridos, ir a distintas terminales en horarios concurridos", explicó Antúnez.

La doctora Antúnez sostuvo que empezaron a trabajar en abril en el monitoreo ambiental del virus, para tratar de detectar el virus en diferentes ambientes.

"Empezamos trabajando en conjunto con el Casmu para detectar material genético del virus en ambientes hospitalarios, haciendo varias pruebas en diferentes instalaciones del Casmu, también en el CTI, y pudimos comprobar que era posible detectar restos del virus cerca de donde había una persona infectada", explicó.

"A partir de ahí propusimos que esto podía ser una herramienta para utilizar, para monitorear la presencia del virus en diferentes ambientes", agregó.

Por su parte, Piccini señaló que "esto sirvió para ver cómo llevar a cabo los protocolos de limpieza y desinfección".

A partir de ese trabajo la Intendencia de Montevideo se comunicó con las investigadoras para ver si era posible aplicarlo en el sistema de transporte.

"Empezamos a trabajar en conjunto con ellos para diseñar un protocolo de muestreo y evaluar la presencia del virus en los ómnibus. A partir de información sobre movilidad de las personas, ya sea de las líneas más concurridas, los horarios pico y las líneas que recorren bastantes zonas de Montevideo", contó Antúnez.

"Tuvimos en cuenta eso para diseñar un muestreo que nos permita conocer si el virus estaba circulando y, por otro lado, si las medidas empleadas para la limpieza y prevención de los ómnibus eran adecuadas", añadió.

Piccini señaló que "desde que comenzó la pandemia tienen un protocolo que las empresas aplican de limpieza de los ómnibus".

"Buscamos ver si esa limpieza era suficiente para eliminar los restos de genomas virales. Lo que nosotros no podemos saber es si esos virus están infectivos o no. Detectamos por PCR que hay restos de los virus, entonces es una manera de ver cuán eficiente son los protocolos de limpieza que se aplican", agregó.

Cuando empezaron con este trabajo estaban en un momento que había menos casos diarios de coronavirus en Uruguay y en Montevideo. "Ahora que comenzó a aumentar no solo esperamos obtener información sobre la eficiencia de los protocolos de eficiencia de desinfección, sino sobre la circulación del virus en Montevideo", explicó Piccini.

"Vamos a empezar a tener datos y al haber mayor cantidad de caso la probabilidad de detectar más restos de virus en el transporte es mayor. Porque hay más probabilidad de que haya positivos circulando en medios de transporte", aseguró la investigadora.

Los objetivos principales y datos a recabar

El primer muestreo se hizo a principio de octubre, donde se monitoró un grupo grande de ómnibus y no encontraron material genético del virus, pero en ese momento la circulación comunitaria del virus era muy baja.

"Hoy que pasaron dos meses y la situación es completamente diferente creemos que vamos a encontrar ese material genético", señaló Antúnez.

"Estamos haciendo el segundo monitoreo y creemos que vamos a lograr detectar el virus, la idea es continuar trabajando a futuro", explicó la investigadora del Clemente Estable.

Por su parte, Piccini señaló que esta semana terminaron el muestreo, y recalcó que al ser un trabajo conjunto con la IM "el manejo de la información y resultados es por parte de la comuna, lo publicarán o no ellos".

"Muestreamos varios lugares de los ómnibus que uno se da cuenta que son los sitios donde más la gente se agarra, como asientos o pasamanos. También el teclado de la STM que toca el chofer. Hay sitios donde puede haber zonas calientes de eventual presencia del virus", agregó.

Han hecho experimentos para determinar cuánto es necesario limpiar para borrar restos de los genes del virus y determinar que su muestreo es válido.

Además, ambas investigadoras hicieron énfasis en el apoyo de la IM, los inspectores que están con nosotros ellos, choferes y guardias de los ómnibus dispuestos a colaborar.

"Nos dan datos de boletos vendidos, cuánta gente se subió a ese ómnibus antes del muestreo, a qué hora lo limpiaron y dónde, para interpretar los resultados de la mejor manera", señaló Antúnez.

Piccini sostuvo que "la idea es que esto se útil para mejorar la calidad sanitaria del transporte capitalino, que la gente no corra riesgos de contagiarse al subirse al ómnibus".

En el muestre actual tienen en cuenta que hay "menos gente circulando ahora, entre otras cosas porque terminaron las clases. Es necesario tener en cuenta eso para interpretar los resultados", concluyó Piccini.