Un grupo de científicos podría haber dado con una solución para evitar el “apocalipsis de la banana”, y conjurar así el peligro en el que se encuentra esa fruta, una de las más consumidas del planeta.
Actualmente, el tipo de banana más común es la Cavendish, conocida también como banana de agua.
La Cavendish representa alrededor del 50% de la producción mundial, pero corre el riesgo de desaparecer, como ocurrió con el plátano Gros Michel en los años 50, debido al mal de Panamá, causado por el hongo Fusarium oxysporum, que mata a la planta al bloquear la circulación de agua y minerales. Este hongo ha devastado las plantaciones de Gros Michel y ahora una nueva cepa, conocida como TR4, amenaza los cultivos de Cavendish.
Sin embargo, un estudio publicado recientemente en la revista Nature Microbiology presenta una posible solución a ese grave problema.
Según el autor principal del estudio, Li-Jun Ma, la cepa TR4 “tiene un origen evolutivo diferente y otras secuencias en su genoma” en comparación con el hongo que acabó con las bananas Gros Michel. “Algunos de sus genes accesorios activados liberan óxido nítrico, un gas nocivo para el plátano Cavendish”, explicó el investigador en entrevista con The Conversation.
Ma señala que el principal problema es la dependencia de los productores del monocultivo. Según el investigador, los consumidores pueden ayudar a combatir la desaparición de la banana adquiriendo otras variedades de la misma fruta.
“El cultivo de diferentes tipos de plátanos puede hacer que la agricultura sea más sostenible y reducir la presión de las enfermedades en un solo cultivo”, propone.