Las especies de aves que llevan nombres de personas en Canadá y Estados Unidos recibirán nuevos nombres según su hábitat y características, anunció la Sociedad Estadounidense de Ornitología, AOS por sus siglas en inglés.
Después de años de controversia, el organismo cambiará el nombre de las especies de aves dentro de su jurisdicción geográfica que tengan nombres de personas, incluyendo aquellos vinculados a personas con un pasado racista.
El objetivo es crear un entorno más inclusivo para los entusiastas de la observación de aves, según consigna Radio Canadá internacional.
“Las convenciones de nomenclatura excluyentes, desarrolladas en el siglo XIX y cargadas de racismo y misoginia, ya no nos convienen hoy”, explicó la presidenta y directora de AOS, Judith Scarl, en un comunicado de prensa.
“Ha llegado el momento de redirigir la atención hacia las aves en lugar de las personas que les dan nombre”, señaló.
En América del Norte, muchas aves todavía llevan nombres de personas. En la mayoría de los casos, los nombres de las aves corresponden a los científicos que las descubrieron en siglos anteriores. Un ejemplo es el de un ave llamada becasina de Wilson, que lleva el nombre del naturalista del siglo XIX Alexander Wilson.
Otro ejemplo es la pardela cenicienta, un ave marina que lleva el nombre de John James Audubon, también recibirá un nuevo nombre.
A partir del próximo año se cambiará el nombre de un total de 70 a 80 aves.
La Sociedad Estadounidense de Ornitología anunció la creación de un nuevo comité encargado de supervisar la asignación de nuevos nombres de aves y agregó que el público también participará en el proceso.
Un compromiso renovador
Según la Sociedad Estadounidense de Ornitología, los ornitólogos están luchando desde hace mucho tiempo con prácticas históricas y contemporáneas que contribuyen a la exclusión de personas negras, indígenas y otras personas racializadas, incluyendo la forma en que se nombran las aves.
En 2020, la organización cambió el nombre del gorrión de McCown, una de las especies que se encuentran en el sur de Alberta, por el de gorrión de collar gris, y en inglés al de Thick-billed Longspur.
El nombre original del pájaro, dado en honor a John P. McCown, un naturalista aficionado que se convirtió en general del ejército confederado durante la Guerra Civil, era considerado como un recordatorio doloroso de la esclavitud y el racismo.
Nicola Koper,
decana de la Facultad de Medioambiente de la Universidad del Norte de Columbia
Británica (UNBC) cree que la medida es un paso importante para hacer que las
ciencias naturales sean más inclusivas. “Es extraordinario, un compromiso sin precedentes”,
afirmó, y añadió que la nueva forma de identificar las aves permitirá al
público en general reconocerlas más fácilmente.
“Si estoy manejando el auto por Calgary y te digo que vi un tordo cabeza
amarilla, ni siquiera necesitas mirar una foto para saber lo que vi. Pero si te
digo que vi un águila ratonera, eso no te dice nada de lo espectacular que
luce. Creo que el cambio de nombre permitirá a la gente aprender más sobre las
aves en su entorno”, expresó
Para algunos observadores de aves, nombrar a estos animales en función de su hábitat o apariencia es considerado uno de los enfoques menos problemáticos.