El Servicio Meteorológico Nacional de Argentina informó que el agujero de ozono sobre el hemisferio sur este 2024 mostró un comportamiento que, “tras varios años de excepcional persistencia y magnitud, se aproxima a los promedios registrados entre 1979 y 2021”.
Según el organismo, la extensión máxima del agujero fue de 22 millones de kilómetros hacia finales de setiembre. En ese período, marcó una “diferencia notable respecto a los años recientes, en los que el área con disminución de ese gas alcanzó extenciones significativamente mayores”.
Así, el Servicio Meteorológico Nacional de Argentina señaló que el agujero de ozono de este 2024 comenzó a formarse hacia finales de agosto, por lo que fue más tardío en comparación con 2023.
“Investigaciones del Observatorio de la Tierra de la NASA han señalado que eventos de calentamiento estratosférico repentinos, detectados en julio y agosto, pudieron haber influido en este comportamiento. Estas perturbaciones, poco comunes, suelen alterar las condiciones necesarias para la formación del agujero de ozono”, aseguró el organismo.
De este modo, explicó el organismo, una vez que el agotamiento de la capa de ozono se intensificó, la extensión del agujero creció rápidamente, alcanzando áreas similares al tamaño del continente antártico (15 millones de kilómetros cuadrados) en los primeros días de setiembre.
Después, se registró “su máxima extensión a finales de ese mes, alineándose con el promedio histórico. En contraste, los agujeros de 2022 y 2023 habían alcanzado áreas cercanas a los 25 millones de kilómetros cuadrados”.
El organismo argentino destacó la “evolución destacada” del “cierre del agujero. “A partir de octubre, su área disminuyó sostenidamente, persistiendo en torno a los 10 millones de kilómetros cuadrados durante noviembre, para finalmente cerrarse en la primera semana de diciembre. Este comportamiento difiere de los últimos cuatro años, caracterizados por agujeros más grandes y de cierre tardío”, explicó.