"Es curioso que este fenómeno particular ocurra cuando se han registrado las mayores temperaturas en el noroeste de África. Es muy posible que el cambio climático y el calentamiento global afecten y aumenten la cantidad de polvo que se transporta a lo largo del planeta", opinó este profesor emérito de ciencias atmosféricas de la Universidad de Miami.

 

El polvo del desierto del Sahara es un fenómeno que ocurre a lo largo de todo el año, debido a la combinación del calor, la aridez del terreno y la aparición de fuertes vientos.

 

En esta ocasión el polvo recorrió más 5.000 kilómetros hasta llegar hasta las costas del sur de Estados Unidos gracias a una serie de vientos provenientes de la Península Ibérica que trasladaron una gran concentración de partículas a "la capa del Sahara", situada a unos cuatro kilómetros de altura.

 

Prospero aseguró que "esta es la tormenta más intensa que se haya visto nunca". En diferentes puntos de Florida el sol "no incidirá directamente y el cielo se tornará de colores más suaves y cálidos", indica.

 

"Estos cielos de calima no son nubes, sino la presencia del polvo del Sahara sobre nuestra zona. Esto se puede ver fácilmente en las imágenes satelitales visibles como franjas marrones claras dirigidas por la alta presión superficial sobre el sureste de los EE.UU.", indicó este viernes el Servicio Nacional de Meteorología de Talahasse tras publicar una foto en sus redes.

 

El polvo llegó primero a la zona de la costa del golfo de México pero se ha ido desplazando hacia el este y los expertos como Prospero o el portal especializado AccuWeather no descartan que se vaya desplazando hacia el noreste y alcance otros estados más allá de Florida.

 

Positivo y negativo

 

Este fenómeno, que es "habitual" en los Estados Unidos durante los meses de junio y julio, ha dado un respiro durante los últimos días a la cuenca atlántica, donde ya ha comenzado una temporada de huracanes que este año se espera que sea "más activa de lo habitual".

 

"Este tipo de tormentas se convierten en un complejo sistema y ya hay evidencias y estudios que demuestran que el aire seco y caliente de la capa del Sahara y el polvo puede suavizar la fuerza de los ciclones tropicales", añadió el profesor de la Universidad de Miami.

 

La incidencia de este evento atmosférico suele reducirse conforme avanza el verano, ya que "estas tormentas se suelen desviar hacia el sur", lo cual favorece el momento álgido de los ciclones.

 

Las partículas que transportan también resultan beneficiosas para la fertilización del suelo al proporcionar hierro y nutrientes de un aire completamente limpio y que no ha sido contaminado en ningún momento.

 

Sin embargo, no todo lo que reluce es oro.

 

Prospero reconoce que este tipo de partículas también "pueden acarrear consecuencias para la salud", aunque este es un tema poco estudiado dada la dificultad para analizar individualmente estos fenómenos sin contar con los elementos contaminantes presentes en el aire.

 

Normalmente los estándares en la calidad del aire indican que los pulmones pueden absorber las partículas de polvo más pequeñas de 2,5 micrómetros de diámetro, mientras todas las que son inferiores a diez micrómetros entran en nuestras fosas nasales y en la tráquea.

 

Dos tipos de partículas que el polvo africano tiene en una gran concentración, por lo que "supone un gran problema para salud de aquellos con problemas respiratorios".

 

En este caso el polvo del Sahara llega a Florida durante la semana en la que los casos de COVID-19 viven un verdadero repunte, con cifras récord de casi 9.000 infectados diarios.

 

Siendo la COVID-19 una enfermedad que afecta especialmente a las vías respiratorias, "el polvo no ayudará en absoluto a nadie" que tenga ya problemas de ese tipo.

Con información de EFE