Los glaciares, amenazados por el aumento de las temperaturas en verano y las especies del macizo de los Pirineos (que separa España y Francia) como el desmán o el rebeco, también están peligro por el calentamiento global, afirman los expertos.
"Se estima que las especies han subido en promedio 11 metros montaña arriba cada diez años por el cambio climático", explica a la AFP Juan Terrádez, investigador del Observatorio Pirenaico del Cambio Climático (OPCC), situado en Jaca, norte de España.
Por lo que las especies cada vez compiten por menos espacio: "Las montañas tiene forma cónica, por lo que cuanto más se sube, menos espacio hay para moverse, comer, y reproducirse", explica Terrádez.
El rebeco de los Pirineos, un animal de la misma familia que las cabras, es un buen ejemplo.
"En los últimos años se dieron olas de calor a finales del otoño, lo que reduce los pastos y su calidad, por lo que las crías lo tienen más difícil para sobrevivir en primavera", dice el científico español.
Otro ejemplo es el desmán: un pequeño mamífero acuático endémico de los Pirineos que vive en los cursos de agua fría y que, a finales de 2021, pasó a ser considerado como "especie en peligro" por la Unión Internacional de la Conservación de la Naturaleza.
Escapes de CO2
Los bosques, que cubren el 6% de la superficie del macizo, también están en peligro por la sequía y el calor, que además provocan la proliferación de insectos nocivos como la oruga procesionaria, agrega Juan Terrádez.
Estas masas forestales permiten reducir el peligro de las avalanchas y retienen CO2.
Otro ecosistema que guarda el CO2 son las turberas, también afectadas por el calentamiento global.
"Las turberas estaban cubiertas de agua la mayor parte del año, fijando la materia orgánica, y funcionan como pozos de carbono", dice Terrádez.
"Pero con el calentamiento global, la capa de agua ya no se mantiene todo el año, por lo que una parte importante de las turberas están expuestas a las altas temperaturas, y el CO2 se libera en la atmósfera", detalla.
Calentamiento
El periodo junio-julio de 2022 es el más cálido que jamás se haya observado en los Pirineos desde que se empezó a medir la temperatura en 1881, en la cima del Pic du Midi (en la vertiente francesa del macizo).
La temperatura promedio este verano es de 9,8 ºC, lo que supone 7,5 ºC más que la media normal.
El "macizo más meridional de Europa que dispone" de glaciares los ve amenazados por el calor en la cumbre de las montañas, menciona a la AFP Jean-Michel Soubeyroux, climatólogo del servicio meteorológico francés Météo-France.
"Un estudio reciente del glaciar de Monte Perdido lo databa en 2.000 años, y desaparecerá en 20 o 30", explica este experto.
En junio se batió un récord ya que solo ha helado un día en el Pic du Midi, cuando la media son 13.
"Se decía que en los Pirineos nevaba todos los meses del año. A día de hoy, estamos muy lejos de ello", destaca Soubeyroux.
Con base en AFP