La cumbre de la ONU sobre la naturaleza acordó este sábado en Colombia la creación de un fondo para compartir los beneficios derivados de los datos de secuenciación genética de animales y plantas con las comunidades de donde proceden.
Tras más de nueve horas de intrincadas discusiones que empezaron en la noche del viernes, los delegados alcanzaron puntos de encuentro sobre este tipo de información, a menudo originaria de países en vías de desarrollo.
Los datos se utilizan sobre todo en medicamentos y cosméticos y pueden generar ganancias de miles de millones a sus creadores.
Pero muy poco y en ocasiones ningún beneficio de esos datos llega a las comunidades que descubrieron la utilidad de una especie en primer lugar, aunque la información se sube a bases de datos de libre acceso en internet.
El tema había sido la manzana de la discordia en la 16ª Conferencia de las Partes (COP16) del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) de la ONU, que se inauguró en la ciudad colombiana de Cali hace casi dos semanas.
La cumbre anterior, la COP15 de Montreal, había acordado la creación de un “mecanismo multilateral” para compartir los beneficios de la información genética secuenciada digitalmente -abreviada como DSI por sus siglas en inglés- “incluido un fondo mundial”.
Pero en Cali los negociadores discutieron durante casi dos semanas sobre cuestiones básicas como quién paga, cuánto, a qué fondo y a quién debe ir el dinero.
En un compromiso de última hora, los 196 países miembros del CDB acordaron en la madrugada la creación de un “Fondo de Cali” para el reparto equitativo de los beneficios del DSI.
El acuerdo determina que los usuarios que se beneficien comercialmente del DSI “deberán aportar una parte de sus beneficios o ingresos al fondo global”.
Aquellos cuyos ingresos superen un determinado umbral deberán contribuir con el 1% de los beneficios o el 0,1% de los ingresos, determinaba el documento.
“La clara señal enviada hoy por la COP16 es que las grandes empresas deben pagar sus cuotas para la protección de la naturaleza. Si el fondo de secuencia digital crece hasta un punto porcentual mayor y las corporaciones son realmente responsables, esto cambiaría las reglas del juego”, indicó Glenn Walker, responsable del programa de naturaleza de Greenpeace Australia Pacífico.
El acuerdo enumera los sectores a los que va dirigido, incluidos los fabricantes de productos farmacéuticos, complementos alimenticios, cosméticos y biotecnología y agroindustria.
La cumbre se prolonga durante horas extraordinarias mientras los delegados se enfrentaban por la financiación de 23 objetivos de la ONU acordados en Canadá hace dos años para “detener e invertir” la pérdida de la naturaleza.
AFP