A pocos días de abandonar el cargo, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó una orden ejecutiva que pone a disposición terrenos federales con el objetivo de avanzar en nuevos centros de datos de inteligencia artificial en ese país.
Según informa el medio The Verge, la medida ordena la Departamento de Defensa y al de Energía a que arrienden sitios federales a empresas privadas para llevar adelante la construcción de los centros de datos, con escala de gigavatios (GW).
En el proyecto se incluyen centros de datos e instalaciones de energía limpia.
También se indica a las agencias federales que “prioricen” y aceleren la concesión de permisos para la infraestructura de inteligencia artificial. La medida podría crear “exclusiones categóricas” para acelerar la revisión ambiental en virtud de la Ley Nacional de Protección Ambiental.
En esta línea, el medio consigna que pese a la demanda energética que insume este tipo de infraestructuras, el objetivo del país norteamericano es no quedar atrás en el desarrollo de esta tecnología incipiente.
“No permitiremos que Estados Unidos se quede atrás en lo que respecta a la tecnología que definirá el futuro”, dijo Biden en un comunicado.
En tanto, grupos ambientalistas ya han manifestado su descontento con este tipo de emprendimientos, incluso con cartas enviadas a senadores demócratas.
Según las estimaciones publicadas por el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley (LBNL) el 20 de diciembre, la demanda de electricidad de los centros de datos se ha triplicado en la última década.
Es probable que vuelva a duplicarse o triplicarse en 2028, señala el informe. Los centros de datos utilizaron alrededor del 4,4% de la electricidad de Estados Unidos en 2023, cifra que podría aumentar hasta el 12% en 2028.