Muchas veces se suelen ver en Ruta 9 carteles que dan aviso del cruce de fauna autóctona para advertir a los conductores y así evitar el atropello de animales. “Próximos 6 kilómetros de cruce de fauna autóctona”, se lee, junto con la silueta de un animal.
Es que los atropellos de especies nativas se consideran un problema grave para la conservación de la biodiversidad, y por eso el gobierno y la sociedad civil trabajan en la implementación de políticas públicas que protejan a las especies que cruzan habitualmente por las rutas.
En ese contexto, la ONG Ecobio Uruguay (Ecología y Conservación de la Biodiversidad de Uruguay) tiene una línea de investigación sobre infraestructuras diarias y biodiversidad, con el fin de generar información para mitigar los impactos de las carreteras en distintas características ambientales.
En diálogo con Montevideo Portal, Hugo Coitiño, consultor en ecología de carreteras e infraestructuras verdes, y cofundador e investigador de Ecobio Uruguay, habló sobre las especies afectadas por las carreteras, cómo actuar ante estos casos y qué estrategias se llevan a cabo.
“El atropello es el impacto más visible y que genera mayor pérdida de biodiversidad a nivel nacional y mundial. Hoy tenemos varios puntos identificados en carreteras del país, principalmente ligadas a las carreteras internacionales, que son las que conectan con Brasil y Argentina, como rutas 3, 5, 7, 8 o 9”, señaló Coitiño, que es estudiante de doctorado del área de Geociencias del Programa de Desarrollo de las Ciencias Básicas (Pedeciba).
“Esos lugares coinciden con sitios de alta mortandad que muchas veces están ligados a cercanías con montes nativos o humedales, por ejemplo. Hemos colocado señalización, junto con el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP), en el departamento de Rocha”, agregó.
El investigador señaló que “las especies más afectadas por las carreteras actualmente son los zorros y zorrillos”. “Hay otras especies amenazadas a nivel nacional y/o internacional, como el margay y el tamanduá, que aparecen afectado por las carreteras. Muchas veces se nos pregunta qué importancia tiene conservar un zorrillo o un zorro. Siempre explicamos que cada especie tiene su rol en el ecosistema: los grandes depredadores mantienen un control sobre otras presas y eso mantiene el equilibrio ecosistémico, y permite que los ecosistemas cumplan su función. El control de presas permite controlar enfermedades que pueden transmitirse a otras especies a nivel nacional, incluyendo el ser humano”, explicó Coitiño.
Por otro lado, el cofundador de Ecobio Uruguay consideró que “falta mucha información” y concientización sobre esta temática. La ONG apunta a integrar a la sociedad en los proyectos, para que puedan “ver en sus propios ojos la importancia que tiene una especie y trabajar en conservación”.
Un trabajo en conjunto
En ecología y carreteras la ONG trabaja con el MTOP. “En 2019, cuando nos juntamos por primera vez con el director de Vialidad para intentar integrar el tema, enseguida lo tomó con importancia y fue así que se logró la instalación de la señalización de cruce de fauna en rutas 9 y 15 de Rocha”, relató Coitiño.
El investigador explicó que “durante la pandemia se perdieron los contactos”; luego retomaron con las nuevas autoridades, que “se mostraron dispuestas a seguir profundizando en el tema”. “Eso nos ha permitido, por ejemplo, que para algunas carreteras que se van a ampliar, como la 9, desde Ecobio Uruguay se realizaran informes de sitios de alto atropello y qué medidas de mitigación se podían llegar a implementar”, contó.
En ese sentido, Coitiño dijo que el trabajo de la ONG “fue bien visto por el ministerio y hoy la empresa que vaya a trabajar en la ampliación de la ruta va a tomar esas medidas” y en coordinación con Ecobio Uruguay las va a poder plasmar en el territorio. “Es un trabajo largo y muchas veces muy difícil, pero es bueno ir involucrando cada vez más al ministerio en la parte ambiental, y a las empresas que se van integrando a la temática con mayor preocupación”, destacó.
Puentes para pasaje de animales
En Uruguay hay registradas 11 especies de mamíferos-carnívoros terrestres de pequeño y mediano tamaño, las cuales presentan un rol fundamental en los ecosistemas naturales como depredadores, controlando las poblaciones de sus presas como pequeños mamíferos y dispersando semillas de especies nativas.
Sin embargo, muchas de estas especies se ven amenazadas por el atropello en carreteras. Para eso, investigadores de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República (Udelar), junto con Ecobio, han evaluado cómo ha sido el uso de los puentes debajo de las carreteras por parte de los animales.
Lorena Coelho, integrante del departamento de Ecología y Biología Evolutiva del Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable (IIBCE), explicó a Montevideo Portal que es necesario “pensar en medidas de mitigación a raíz del uso de los puentes”. “Hay especies que no solemos ver atropelladas que sí utilizan los puentes y eso podría ayudar a mitigar el atropellamiento si uno genera infraestructuras para que los animales tiendan a ir por abajo y no por arriba de las carreteras”, planteó Coelho.
En ese sentido, la investigadora señaló que el uso de los puentes permitió a su vez “poder estudiar a través de cámaras trampa las zonas aledañas y ver qué ambientes son más propicios a que esos animales sean atropellados”.
Al colocarse, la cámara se debe ubicar en un árbol recto; no debe estar afectada por el sol. Algunos de los mamiferos registrados fueron zorro gris, zorro perro, zorrillo, margay, gato montew, mano pelada y guazubira.
También fueron avistadas especies como carpinchos, que no tienen alta tasa de atropellos, por lo que eso reafirmó que los animales utilizan la parte de abajo del puente para pasar. Mayoritariamente los animales avistados tienen tendencia de actividad nocturna.
Para Coelho, “sería interesante poder evaluar otros puentes en otras partes del país y poder trabajar en conjunto con el Ministerio de Transporte para que los futuros puentes tengan determinadas infraestructuras que permitan que los animales prefieran pasar por debajo de los puentes y no por arriba”.
En los monitoreos de los puentes están participando también técnicos de control ambiental de la UTU.
El decreto sobre la caza
Con respecto al decreto de caza recientemente aprobado en el que, entre otras cosas,se habilita la caza nocturna y de especies exóticas invasoras en todo el país, salvo en Montevideo, Coitiño sostuvo que “la caza como actividad afecta a la biodiversidad, por lo que si no hay un control y una planificación de dicha actividad los efectos pueden ser aún mayores”.
También, desde Ecobio se cuestiona que la caza de especies silvestres sea una actividad turística de relevancia para el país y que la misma se vea como una fuente de recursos a nivel nacional. Y planteó: “Considero que Uruguay no puede tener a la actividad de caza como una actividad turística y que sea una fuente de recursos. ¿Dónde queda el Uruguay Natural que tanto se promociona”.
“La caza tiene dos miradas diferentes en lo que refiere a la conservación. Hay países en donde la actividad de caza está muy controlada y planificada, y muchas veces los propios cazadores son los promotores de la conservación de las especies de interés para la caza cinegética. Y luego hay países como Uruguay, en donde los cazadores no están realmente comprometidos con la conservación y se está muy lejos de que utilicen la especie como recurso sustentable”, afirmó.
Con relación a la caza nocturna, Coitiño aclara que “siempre se practicó en el país, aunque no estuviese habilitada”. En ese sentido, apuntó que el problema es la falta de control de dicha actividad. “Pero ahora este decreto la habilita, lo que es un gran problema ya que esto puede traer, por ejemplo, un aumento del abigeato y la caza de especies silvestres no autorizadas, como pasa actualmente cuando se sale a cazar con perros”.
Con respecto a esto último, el investigador puso como ejemplo la caza del jabalí, “que es una especie de libre caza ya que es declarada plaga y que muchos cazadores cazan con perros”. “Los perros no distinguen entre un jabalí, un carpincho o una mulita; todo lo que se les cruce lo van a matar”, afirmó, y luego añadió: “Si agregamos la caza nocturna de especies exóticas invasoras, es en la noche donde muchos vertebrados como los mamíferos tienen su mayor pico de actividad, lo que aumenta la probabilidad de que un cazador pueda cruzarse con especies silvestres que no sean jabalí y no dude en cazarlas”.
Además, consideró que “otro punto que en Uruguay no se tiene en cuenta, a diferencia de otros países, es la contaminación por plomo”. “La caza deportiva genera mucha cantidad de plomo en el ambiente, y este es dañino para la biodiversidad y el ser humano. Se generan muchas toneladas de plomo en el ambiente, en los cursos de agua y el suelo. Muchos sitios de caza deportiva se dan en campos donde hay cultivos, y ese plomo queda en la tierra y puede ser absorbido por los cultivos”, agregó.
El investigador dijo que “la caza fue una de las grandes causas de extinción de algunas especies de vertebrados, pero no es la única”. “Hay otras actividades antrópicas que inciden; la caza es una actividad más que suma a otras, como el uso de agroquímicos o la pérdida de hábitat”, acotó.
Por último, Coitiño expresó que “hay que entender que muchas veces la actividad de caza se toma como medida de control de especies exóticas invasoras que generan impactos ambientales graves”, pero “esta debe estar controlada rigurosamente; si no, no es efectiva y termina generando más problemas ambientales”, concluyó.