La suspensión de Epic Games del programa de desarrolladores del sistema operativo iOS ocurre solo días después de que una corte estadounidense rechazara la petición del editor de juegos para devolver a su producto estrella Fortnite a la App Store de Apple.
La compañía editora "parece haberse puesto a sí misma en esta difícil situación", dijo la jueza Yvonne González Rogers, porque Epic violó los términos del contrato con Apple.
La exclusión del juego de supervivencia Fortnite de la tienda en línea de Apple respondió a una actualización del juego en la que Epic instaló un sistema para eludir el pago de comisiones a la compañía de la manzana.
Epic realizó una maniobra idéntica en la versión para sistemas Android, que también fue penalizado por Google dando de baja al juego de su tienda Play Store.
"Estamos decepcionados por tener que cerrar la cuenta de Epic Games en la App Store. Hemos trabajado con su equipo durante muchos años en lanzamientos y publicaciones", dijo Apple en respuesta a una consulta de la AFP.
La sentencia del lunes marcó la apertura de una batalla centrada en la discusión sobre si el duro control que Apple ejerce sobre su tienda de aplicaciones, donde cobra una comisión de 30% en los ingresos, califica como una práctica monopólica.
Apple es acusada regularmente de comportamiento monopólico, porque es la única que define los términos de una plataforma ineludible para llegar a los usuarios de los productos de la marca, donde es a la vez juez y parte.
La compañía de la manzana se defiende explicando que las comisiones, de un nivel estándar respecto a otras tiendas equivalentes, se utilizan para proteger las aplicaciones y sus usuarios de piratas informáticos y estafas.
Epic Games, de su lado, dice que interviene en esta disputa "por principios", en nombre de la libertad de los desarrolladores y los jugadores.
"Apple impone restricciones irracionales e ilegales para monopolizar los dos mercados", dijo el estudio en su denuncia presentada a mediados de agosto, en la que calificó la comisión del 30% como un "impuesto tiránico".
AFP