El pasado día 4 de diciembre, el hallazgo de una araña bananera cerca de un supermercado en Piriápolis generó gran preocupación, debido a que se trata de una especie considerada como las más venenosa del mundo. Y como si esto fuera poco, el animal se caracteriza por una respuesta agresiva cuando se siente amenazada, razón por la que es especialmente temida por quienes trabajan en las plantaciones de bananas, donde se ha cobrado no pocas víctimas mortales.
El artrópodo fue trasladado en primera instancia al criadero de reptiles Alternatus Uruguay, en el departamento de Maldonado, y luego trasladado a la Facultad de Ciencias.
Esta semana, el hallazgo de un nuevo espécimen de este animal en la misma zona, volvió a causar preocupación. Según informara subrayado, este segundo ejemplar fue hallado en San Carlos, "contra unas cajas de bananas". Al igual que el primero, fue capturado y puesto en manos de la ciencia, en este caso personal del Centro Universitario Regional del Este.
Sin embargo, puede que no haya necesidad de alarmarse demasiado.
La Dra. Carmen Viera, del Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable, explicó en declaraciones al programa SobreCiencia, de Radio Uruguay, que si bien la araña bananera es una especie exótica, ya hace tiempo que cuenta con una población autóctona y adaptada en nuestro país.
"Ya se han adaptado a otro tipo de vegetación y han variado su comportamiento", señaló la científica, y añadió un dato fundamental: en el proceso de adaptación, la araña "pagó un precio" a nivel biológico: su veneno se debilitó notoriamente. Por ello, aunque pueden darse incidentes de picaduras, no se han constatado casos de mortalidad en Uruguay. Viera señala que suelen vivir en sitios oscuros y húmedos, y que no atacan si no se las perturba.
Ahora, investigadores de nuestro país analizaran el veneno de los ejemplares encontrados para determinar si se trata de animales pertenecientes a la colonia local o -lo que sería más peligroso- llegaron del extranjero en embarques de bananas.