Los astronautas Barry ‘Butch’ Wilmore y Sunita ‘Suni’ Williams, tripulantes de la primera misión de Boeing a la Estación Espacial Internacional (EEI), dijeron este miércoles en una teleconferencia que confían plenamente en que podrán regresar a la Tierra a bordo de la nave.

El regreso de ambos estaba programado para mediados de junio, pero se ha pospuesto -sin fecha por el momento- debido a algunos problemas técnicos en la Starliner, entre los que figuran cinco pequeñas fugas de helio en el módulo de servicio de la cápsula.

“Ahora mismo, con base en lo que sabemos, estamos absolutamente listos”, defendió Wilmore desde el laboratorio orbital, además, señaló que el desempeño de la nave durante el despegue y las primeras 24 horas fue “espectacular”.

Ambos astronautas de la NASA expresaron también su confianza en el conocimiento y experiencia del equipo detrás de la misión.

“Tengo un buen sentimiento en mi corazón de que la nave nos regresará a casa”, expresó por su parte Williams, quien afirmó no tener ningún resquemor en torno a las capacidades de la cápsula fabricada por Boeing.

La misión de prueba tripulada despegó el pasado 5 de junio desde una plataforma de la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral, en Florida (EE. UU.), y al día siguiente se acopló en el módulo Harmony de la EEI.

El regreso de la misión, que estaba previsto que permaneciera alrededor de una semana en la estación espacial, se ha visto aplazado por las fugas de helio descubiertas durante el acople, así como por problemas técnicos en el sistema de propulsión de la nave.

El gerente del Programa de Tripulación Comercial de la NASA, Steve Stich, adelantó este miércoles, durante una posterior teleconferencia, que con base en la información que disponen hasta hoy, y con una visión optimista, Wilmore y Williams podrían estar retornando a la Tierra hacia finales de julio.

Stich reconoció que uno de los aspectos que los técnicos de la misión analizan es cómo va a operar la batería de la nave, que tiene una extensión de 45 días. Actualmente la misión se encuentra en su día 35.

De acuerdo a la agencia espacial estadounidense, una vez que se completen todas las pruebas y el análisis de datos, harán junto con los directivos de Boeing una revisión completa antes de fijar el regreso rumbo a Nuevo México desde el complejo orbital.

El éxito de la misión CFT (siglas de Crew Flight Test) supondrá para la NASA contar con un segundo proveedor, después de SpaceX, para el transporte de misiones tripuladas y de carga al laboratorio orbital, en virtud de contratos suscritos con ambas firmas privadas en 2014.

La cápsula, de 5 metros de altura y 4,6 metros de diámetro, es reutilizable (con un tope de hasta 10 usos) y tiene capacidad para un máximo de 7 personas, si bien las misiones tripuladas encargadas por la NASA dentro de este programa suelen tener a bordo a 4 o 5 pasajeros.

EFE