La caída y explosión de un bólido fue registrada en la madrugada de este martes a las 00:57 horas, cerca de la región de Mostardas y Santa Vitória do Palmar. Dicha área se encuentra en el estado brasileño de Rio Grande do Sul, y a pocos kilómetros de la frontera con Uruguay.
Según el observatorio espacial Heller & Jung, el objeto entró en la atmósfera a una altitud de 99 km y se extinguió sobre el mar.
El objeto espacial explotó a una distancia de 633 kilómetros de la costa y, según explica el investigador Carlos Fernando Jung, responsable del observatorio, tenía una magnitud elevada. En otras palabras, poseía un brillo potente en comparación con la notable luminosidad de las estrellas.
“En la escala es de magnitud -9. Muy luminoso. Básicamente, cuanto menor es el número, más brillante es el meteoro”, explicó Jung en declaraciones recogidas por el portal noticioso G1.
Los meteoros bólidos “son totalmente apreciables a simple vista, especialmente en lugares con poca contaminación lumínica”, detalló.
Según el mapeo del observatorio, la época más favorable para estos avistamientos es entre enero y abril, seguida por algunos días entre octubre y noviembre.
Los meteoros bólidos reciben este nombre debido a su gran brillo, especialmente cuando entran en la atmósfera y comienzan a arder, produciendo calor.
“Cuando se calienta, pierde fragmentos y parece arder”, dijo Carlos Jung.
Así, el nombre bólido, en general, se asocia a la imagen de una bola de fuego y a la luminosidad que tiene al percibirse a simple vista.
Después de extinguirse, es común que los meteoros se fragmenten en meteoritos, que se pueden encontrar en el suelo.
Los más brillantes tienen la capacidad de iluminar el cielo nocturno, como si fuera de día. Según Jung, el hecho de que el meteoro registrado el martes cayera al mar, mitigó los impactos del fenómeno.
Sin embargo, “si hubiera sido en tierra, podría haber tenido consecuencias”, apuntó.