Adiós al brazalete inflable: nuevo aparato permite tomar la presión en el dedo

La firma Valencell, conocida en el mundo de la tecnología por fabricar sensores ópticos de frecuencia cardíaca para aparatos de gimnasia, llamó la atención de todos en el Consumer Electronics Show (CES), llevado a cabo en Las Vegas, Estados Unidos.

Según informa la web especializada Engadget, la compañía presentó un nuevo monitor de dedo que —asegura— ofrecerá monitoreo de presión arterial “sin brazalete”.  En lugar de inflar una manga alrededor de la parte superior del brazo, el usuario podrá controlar su presión arterial con un clip en la yema del dedo. Actualmente, este tipo de artefactos se usan para medir la frecuencia cardíaca tanto en el hogar como en entornos médicos.

El dispositivo, aún sin nombre, está pendiente de autorización de la FDA, autoridad que rige en Estados Unidos en materia de sanidad y alimentación. De momento, Valencell explicó que el aparato utiliza sensores PPG para medir los patrones de flujo sanguíneo. Luego, esta información se procesa a través de un algoritmo que calcula el movimiento contra un conjunto de datos que contiene 7,000 registros de pacientes. Eso luego se compara con la edad, el peso, el sexo y la altura del usuario para producir una medición de la presión arterial. El dispositivo muestra resultados diastólicos y sistólicos en su pantalla integrada y también los envía a una app.

Si bien la empresa saca pecho con la originalidad de su nuevo “juguete”, lo cierto es que ya se ha visto al menos otro sistema que usa PPG y algoritmos en lugar de un brazalete. A principios de 2022, la Universidad de Missouri mostró su propia pinza para dedo que aprovecha un par de sensores PPG, uno a cada lado del índice. Ese sistema era, según admitieron sus propios creadores, mucho menos preciso para las medidas diastólicas, dada la necesidad de controlar la edad, el sexo y el peso de una persona.

Valencell parece sugerir que ha resuelto esos problemas con más datos, hasta el punto en que no necesitará calibrar su monitor con una primera lectura por el método tradicional del brazo. Por todo ello, la compañía dice que podría ofrecer una nueva arma en la guerra contra la hipertensión y espera ofrecerla para su uso en entornos clínicos para el control remoto de pacientes o la gestión de cuidados crónicos.

Sin embargo, deberá esperar hasta que la FDA examine a fondo el aparato,  algo que podría llevar meses.

Optimista en cuanto a la autorización de su nueva creación, Valencell adelantó que el producto costará 99 dólares.