Por The New York Times | Tripp Mickle
SAN FRANCISCO — Apple, Amazon, Microsoft and the parent companies of Facebook and Google have lost $2.7 trillion in value so SAN FRANCISCO — Apple, Amazon, Microsoft y las matrices de Facebook y Google perdieron 2,7 billones de dólares en valor en lo que va del año, lo cual representa casi el producto interno bruto del Reino Unido.
Y ¿qué han hecho las empresas con esta paliza en Wall Street? Microsoft duplicó el fondo de bonificaciones de sus empleados, Google se comprometió a contratar más ingenieros y Apple repartió bonos de 200.000 dólares entre sus principales talentos de hardware.
La disonancia entre el relativo pánico del mercado bursátil y la calma del ‘no pasa nada’ que impera entre los gigantes tecnológicos presagia un periodo en el que los analistas, los inversionistas y los economistas predicen que las empresas más grandes del mundo ampliarán su liderazgo en sus respectivos mercados.
El optimismo sobre sus posibilidades refleja la comprensión de que las empresas tienen un fuerte control sobre algunos de los negocios más lucrativos del mundo: las redes sociales, los teléfonos inteligentes de alta gama, el comercio electrónico, la computación en la nube y las búsquedas. Su dominio en esos ámbitos y su presencia en otros negocios deberían mitigar los dolores de la inflación, a pesar de que esos desafíos golpean a grandes empresas como Walmart y Target y el mercado de valores se acerca al territorio del mercado a la baja.
El índice S&P 500 pasó buena parte del viernes por debajo del umbral de lo que se considera un mercado a la baja, definido comúnmente como un 20 por ciento por debajo de su último máximo, antes de repuntar a última hora de la tarde. El índice terminó la semana con una pérdida del 3 por ciento, su séptima caída semanal consecutiva. Es la mayor racha de pérdidas desde 2001.
En los próximos meses, se espera que Microsoft, Google, Apple y Amazon impulsen la contratación, compren más empresas y salgan del otro lado de una economía deprimida más fuertes y poderosos; incluso si se desprenden de parte de su valoración total y de su implacable crecimiento de los últimos años.
Las grandes empresas tecnológicas pueden decir: “Olvídense de la economía”, afirmó Richard Kramer, fundador de Arete Research, una empresa de asesoramiento con sede en Londres. Llenos de efectivo, dijo, “pueden invertir a lo largo del ciclo”.
Los planes de las grandes empresas contrastan bastante con la ola de recortes de gastos que está afectando el resto del sector tecnológico. Los fuertes declives en los precios de las acciones de empresas no rentables como Uber, cuyo valor ha disminuido un 45 por ciento, y Peloton, que ha perdido un 58 por ciento, han llevado a sus directores ejecutivos a recortar puestos de trabajo o a considerar despidos. Las empresas emergentes reducen su personal a medida que disminuye el financiamiento de capital de riesgo.
La caída del valor de esas empresas creará oportunidades de compra, afirmó Toni Sacconaghi, analista de tecnología de la firma de investigación Bernstein. Las grandes operaciones tal vez sean difíciles porque la Comisión Federal de Comercio analiza los movimientos de adquisición de Facebook, Apple, Amazon, Microsoft y Google, dijo, pero las operaciones más pequeñas para la tecnología emergente o los ingenieros podrían ser desenfrenadas.
Durante la Gran Recesión, Facebook, Amazon, Google, Apple y Microsoft adquirieron más de cien empresas entre 2008 y 2010, según Refinitiv, una empresa de datos financieros. Algunos de esos acuerdos se han convertido en algo fundamental para sus negocios en la actualidad, como la adquisición por parte de Apple de la empresa de chips PA Semi, que contribuyó al desarrollo de sus nuevos procesadores para computadoras portátiles, y la adquisición por parte de Google de AdMob, que ayudó a crear un negocio de publicidad móvil.
“Las grandes empresas se harán más grandes y las pobres se harán más pobres”, aseveró Michael Cusumano, vicedecano de la Escuela de Administración Sloan del Instituto Tecnológico de Massachusetts. “Así funcionan los efectos de red”, agregó.
Esta sensación de invulnerabilidad viene con sus advertencias. Los planes de las grandes empresas siempre pueden cambiar si la economía sigue deteriorándose y los consumidores reducen aún más su gasto. Y algunas de las grandes empresas son más vulnerables que otras.
Meta Platforms, la empresa matriz de Facebook, ha salido peor parada que sus competidoras porque su negocio se enfrenta a retos a largo plazo. La empresa ha registrado una caída de sus beneficios a medida que el crecimiento de sus usuarios se ralentiza en medio de la creciente competencia de TikTok, y los cambios en la política de privacidad de Apple obstaculizan su capacidad para personalizar los anuncios.
El director ejecutivo de Meta, Mark Zuckerberg, reaccionó con la congelación temporal de algunas contrataciones. Durante una reunión reciente con el personal, los empleados preguntaron si se producirían despidos. Zuckerberg dijo que en los planes actuales de la empresa no se tenían previstos los recortes de personal y que era poco probable que se produjeran en el futuro, según un vocero. En lugar de ello, la empresa estaba centrada en frenar el gasto y limitar su crecimiento.
Amazon les dijo casi lo mismo a sus empleados el mes pasado después de publicar unos resultados decepcionantes. En una llamada con analistas, Brian Olsavsky, director de finanzas de la empresa, dijo que Amazon trataría de contener los costos después de haber duplicado el gasto en almacenes y personal para mantener el ritmo de los pedidos de la pandemia. A medida que la gente vuelve al trabajo y viaja, hace menos compras en Amazon, lo que deja a la empresa con más espacio y personal del que necesita.
No obstante, el lucrativo negocio en la nube de Amazon, Amazon Web Services, o AWS, sigue siendo muy redituable. La compañía planea apoyarse en su éxito en los próximos meses mediante el aumento de su gasto en centros de datos. También se comprometió a elevar el límite de la remuneración básica de su personal corporativo de 160.000 a 360.000 dólares. Además, está invirtiendo en un plan de construcción de una red de satélites para ofrecer Internet de alta velocidad mediante el lanzamiento de 38 cohetes al espacio. La primera prueba para las grandes empresas tecnológicas será el contagio de sus rivales. Las acciones que posee Amazon del fabricante de vehículos eléctricos Rivian Automotive cayeron más del 65 por ciento, lo cual representó una pérdida nominal de 7600 millones de dólares. Los analistas predicen que es probable que las disminución de la publicidad de los desarrolladores de aplicaciones (que dependen del financiamiento de capital de riesgo para financiar su mercado) cause estragos en las ventas de servicios de Apple. Y las empresas emergentes están revisando su gasto en servicios en la nube, lo que posiblemente frene el crecimiento de Microsoft Azure y Google Cloud, según los analistas y los ejecutivos de la nube.
“La gente está tratando de hallar la manera de gastar con inteligencia”, afirmó Sam Ramji, director de estrategias de DataStax, una empresa de gestión de datos.
Los retos normativos que se contemplan a futuro también podrían ensombrecer las perspectivas de las grandes empresas tecnológicas. La Ley de mercados digitales de Europa, cuya promulgación se espera pronto, está diseñada para aumentar la apertura de las plataformas tecnológicas. Entre otras cosas, podría evitar que Apple cobre aproximadamente 19.000 millones de dólares a Alphabet para que Google sea el motor de búsqueda por defecto en los iPhones, un cambio que Bernstein calcula que podría borrar hasta el 3 por ciento del beneficio antes de impuestos de Apple.
No obstante, se espera que las empresas impugnen la ley en los tribunales, lo cual podría estancarla durante años. La probabilidad de que la ley quede en un punto muerto hace que los analistas reafirmen su opinión de que: “Las grandes empresas tecnológicas van a ser más poderosas. ¿Y qué se está haciendo al respecto? Nada”, concluyó Kramer de Arete Research. Tim Cook, el director ejecutivo de Apple, siempre se ha guiado por la filosofía de que Apple debe seguir invirtiendo para el futuro en medio de una recesión. (Jim Wilson/The New York Times) A medida que la gente vuelve al trabajo y viaja, hace menos compras en Amazon, lo cual deja a la empresa con más espacio y personal del que necesita. (Roger Kisby/The New York Times)