Contenido creado por Gerardo Carrasco
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Ese no

“Todos menos el penúltimo”: el posteo de Florencia Astori que generó escozor en X

La funcionaria municipal hizo un comentario acerca de la jornada de asunción de nuevos legisladores.

16.02.2025 09:08

Lectura: 3'

2025-02-16T09:08:00-03:00
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Florencia Astori De Boni, directora de la Secretaría de Diversidad de la Intendencia de Montevideo, generó de forma involuntaria una controversia en la red social X, intercambio virtual en el que una vez más asomaron los numerosos haters que siguen de cerca todas sus actividades.

“Celebro a todos los senadores y senadoras que juraron, menos al penúltimo ¡Qué vergüenza, por favor!”, escribió la funcionaria en su cuenta de X.

En la red social de inmediato surgieron interrogantes al respecto. Numerosos internautas que no habían seguido de cerca la ceremonia querían saber a quién se refería y cuál era la razón de esa vergüenza.

El penúltimo en cuestión era el exfiscal Gustavo Zubía, quien ya fuera electo diputado por el Partido Colorado en las elecciones de 2019 y que ahora repite escaño.

En cuanto a las razones para rechazar al legislador, Astori puso como ejemplo una declaración que este efectuara hacía exactamente un año, y que entonces la valiera una catarata de críticas.

“En determinadas circunstancias, sobre todo en las violaciones ope legis, la mujer tiene 12 años y está contentísima de mantener relaciones con individuos de 26 años”, expresó en aquella ocasión.

La publicación de Astori generó reacciones encontradas. Algunos coincidieron con ella y otros consideraron que, em su condición de elegido por el pueblo, Zubía sería tan respetable como cualquiera de los otros legisladores. Entre los críticos con su postra estuvo la senadora nacionalista Graciela Bianchi. “Debieras haber aprendido de la educación de tu padre”, le recomendó la legisladora, aludiendo al fallecido economista Danilo Astori.

Finalmente, tampoco faltaron los haters que la acusaron de “acomodada” o “portadora de apellido”. También volvieron a insinuarse las acusaciones de dirigir un museo (el Gurvich) que su padre le habría “comprado”.

Sin embargo, esas insinuaciones no fueron tan numerosas o directas como lo eran hace unos años, cuando ella trabajaba en dicho centro cultural. Esta “moderación” puede explicarse por el hecho de que ese infundio fue desmentido de manera categórica, y a que la propia Florencia Astori denunció sistemáticamente ante Fiscalía a quienes lo propalaban.