Popularizados a partir de los años 90, los celulares fueron acumulando prestaciones y ganando en complejidad, razón por la que en la actualidad el hecho de llamarlos “teléfonos” no les hace justicia. En los últimos quince años se transformaron en “smartphones” y sirven como brújula, dispositivo de música y audio, calculadora, traductor y para otras mil tareas.
Esa utilidad los ha vuelto omnipresentes en nuestras vidas, y cada vez contienen más información sensible sobre nosotros. Y por esa misma razón, se han trasformado en un blanco apetecible para los ciberdelincuentes, quienes apelan a diversos métodos para colarse en los dispositivos y obtener datos confidenciales como contraseñas, números de tarjetas de crédito, etc. Una de las formas en que los hackers pueden acceder es a través de la cámara; para ello, hacen uso del camfecting, que les permite tomar el control del aparato a partir de la cámara.
Del mismo modo, los hackers son capaces de acceder a elementos clave, como el micrófono, el GPS y los archivos almacenados. Es por esta razón que se deben tomar medidas para prevenir este tipo de ataques. Por ejemplo, resulta fundamental mantener el sistema operativo actualizado y ser cautelosos al descargar aplicaciones o abrir enlaces sospechosos.
Si sientes que algo no está bien con tu móvil o si has notado comportamientos extraños, así como cambios inesperados en su funcionamiento, podría ser una señal de que tu dispositivo ha sido hackeado.
Adrianus Warmenhoven, un experto en ciberseguridad de la firma británica NordVPN, advirtió recientemente sobre el modo en que los ciberdelincuentes están pirateando las cámaras de los celulares. Afirma que el ataque se puede realizar simplemente enviando correos electrónicos infectados.
Una vez que la víctima cliquea, abre el enlace o descarga un archivo adjunto, automáticamente el malware se infiltra en el dispositivo. Una vez hecho esto, el hacker obtiene acceso remoto a toda la información almacenada en el dispositivo, incluida la cámara, los micrófonos y el GPS.
Sin embargo, el experto en seguridad asegura que es fácil detectar las señales de advertencia y, posteriormente, se pueden tomar medidas para aumentar la seguridad en el dispositivo. Según enumera la web especializada Computer Hoy, los cuatro indicios más comunes son los siguientes:
La batería se agota más rápido de lo normal: esto podría ser un indicio de que alguien está utilizando la cámara sin que lo sepas. Las aplicaciones espía regularmente consumen mucha energía, lo que puede afectar negativamente la duración de la batería.
La luz indicadora de la cámara parpadea constantemente: Si la luz LED indicadora de la cámara frontal parpadea constantemente incluso si no activaste la cámara, estás ante una señal de que alguien está accediendo a ese componente sin tu consentimiento.
Sistema operativo lento: Si el celular se “cuelga” o funciona muy lento, podría tratarse de una señal de que alguien está usando la cámara. Las aplicaciones espía pueden afectar negativamente al rendimiento del dispositivo, lo que puede provocar bloqueos.
Aplicaciones desconocidas: Si detectas aplicaciones que no recuerdas haber instalado, es muy probable que alguien se haya infiltrado en el aparato y las haya instalado.
Si notas algunas de estas señales en tu celular, es importante que tomes
medidas inmediatas para proteger tu privacidad.
Warmenhoven recomienda que, para mantenerse a salvo contra un ataque de camfecting, los usuarios deben poner un pequeño trozo de cinta sobre la cámara del móvil, esta es quizás la forma más fácil y confiable de evitar que alguien te espíe. No obstante, esto no resuelve todo el problema, ya que el pirata informático sigue teniendo acceso a los datos almacenados en el equipo.
Para contrarrestar esta situación es esencial instalar una aplicación antivirus que puede ayudar a detectar y bloquear posibles amenazas de seguridad, incluyendo apps maliciosas que intentan acceder a tu cámara. Existen varias y muchas son de uso gratuito.
Otro de los consejos aportados por el experto es ser cauteloso con las descargas y hacerlo únicamente de sitios confiables.
Del mismo modo, hay que procurar contar con contraseñas fuertes (largas y que combinen letras, números y símbolos; nada de poner “1, 2, 3, 4”) además de habilitar la autenticación en dos pasos siempre que sea posible, ya que proporciona una capa adicional de seguridad al requerir un segundo factor de verificación, como un código enviado a tu dispositivo o incluso una huella digital.
Estas medidas pueden disminuir notablemente el riesgo de que tu equipo móvil sea controlado por ciberdelincuentes.