Por The New York Times | Dani Blum
. En marzo, algunos influentes promovieron tragos de jugo de sábila: “Mi sistema digestivo, ¿ya saben?, mi salud intestinal, nunca había estado mejor”, dijo una influente con mucho entusiasmo mientras le daba golpecitos a una botella morada con el líquido en un video que tenía un millón de me gusta. Otra, con el nombre de usuario “oliveoilqueen”, abogaba por beber aceite de oliva extra virgen todos los días en un video visto más de 3,5 millones de veces, en el que asegura que al hacerlo se le limpió la piel, hizo que su ciclo menstrual fuera menos doloroso y resolvió un problema frecuente de inflamación. Los videos con la etiqueta #guttok han obtenido casi 400 millones de vistas. Están repletos de sugerencias de jugos de pepino con jengibre y manzanas hervidas, caldo de huesos en la mañana y sopas fangosas de papa por la noche.
Según algunos expertos gastrointestinales, no hay suficientes datos para demostrar que alguno de estos supuestos remedios mejora las funciones digestivas. Algunos alimentos que presuntamente ayudan a la salud intestinal, como el aceite de coco, tienen un alto contenido de grasas que pueden ablandar las heces e irritar el estómago, comentó Beth Czerwony, nutrióloga certificada del Centro de Nutrición Humana en Cleveland Clinic. Hay otros alimentos, como el jugo de sábila, que pueden provocar diarrea en algunas personas. Y, como la Administración de Alimentos y Medicamentos en esencia no regula los suplementos, los gastroenterólogos no están dispuestos a recomendar pastillas, polvos ni productos que promuevan los influentes.
“Si alguien asegura tener algo que cambiará de inmediato la salud intestinal, hay que ser escéptico al respecto”, opinó Justin Sonnenburg, profesor de microbiología e inmunología de la Universidad de Stanford. En cambio, su investigación apunta hacia hábitos de vida a largo plazo que pueden beneficiar el intestino, los cuales casi no se hacen virales ni llegan a ser aclamados en redes sociales.
Popularización
La obsesión en línea con la salud intestinal tan solo es un ejemplo del contenido de autotransformación, comentó Stephanie Alice Baker, catedrática sénior de Sociología en la Universidad de la Ciudad de Londres, quien estudia la cultura del bienestar en línea. “Lo que se ve es una tendencia de la autooptimización”, mencionó Baker. Los videos más populares con la etiqueta #guttok suelen tener fotos de antes y después: la redondez de la inflamación debajo de una camiseta corta se convierte en un abdomen tonificado. En una cultura que a veces se enfurece cuando se mencionan las dietas o la pérdida de peso, formular estos cambios alrededor de un tema como la salud intestinal podría ser más agradable para la audiencia de un influente, comentó Baker.
También hay una intimidad inherente cuando se habla sobre el intestino, señaló Baker. La autenticidad atrae a una audiencia y es difícil que algo sea más personal que hablar sobre tus evacuaciones.
“A eso se refiere la gente cuando habla de ‘salud intestinal’”, comentó Rabia De Latour, gastroenteróloga del centro médico Langone Health de la Universidad de Nueva York. “Quieren acuñar un nombre bonito y agradable, pero hablan de cagar”.
Síntomas de una mala salud intestinal
Hay evidencia para sugerir que las enfermedades relacionadas con el intestino, en particular el síndrome de intestino irritable, se han disparado durante las últimas décadas, comentó Sonnenburg, quien se lo atribuye al aumento de los alimentos procesados y empacados. Un estudio mundial publicado en 2021 realizado a más de 73.000 adultos de 33 países reveló que más del 40 por ciento de los encuestados tenía padecimientos gastrointestinales, como el síndrome de intestino irritable o el estreñimiento.
Según los expertos, el dolor abdominal crónico e inexplicable, el estreñimiento y la diarrea son síntomas de una mala salud intestinal. La gente también puede sentirse aletargada o desganada.
Si te preocupa tu intestino, presta atención a la consistencia de tus heces, comentó De Latour; deben ser blandas, suaves y con la forma de una salchicha. La escala de Bristol, una clasificación médica de siete grupos de heces, puede ayudar a determinar si tus heces son saludables.
La salud intestinal puede tener consecuencias en la salud a largo plazo, según algunos doctores. El intestino está relacionado con el sistema inmunológico y la salud cardiaca e investigaciones recientes estudian el vínculo entre la flora intestinal y los padecimientos neurológicos como la enfermedad de Parkinson, comentó Reezwana Chowdhury, profesora adjunta del centro Johns Hopkins Medicine.
Los problemas con el intestino podrían apuntar hacia un problema de salud más grave, agregó Chowdhury, y la gente que tiene síntomas gastrointestinales como dolor abdominal o diarrea crónica debería consultar a un doctor.
Consejos para mejorar
— Comer más fibra: Hay dos tipos de fibra que le pueden ayudar a tu intestino: la fibra soluble —las fibras pegajosas que obtenemos de alimentos como la avena y las cáscaras de las manzanas— y la fibra insoluble, la cual sirve como un laxante que ayuda a empujar la comida a través del sistema digestivo. Las nueces, los granos enteros, los frijoles y las legumbres pueden ser buenas fuentes de fibra insoluble, mencionó Czerwony.
Sin embargo, ten cuidado de tampoco ingerir mucha fibra muy rápido. Según los expertos, cualquier cambio en tu dieta debe ser progresivo y debes aumentar de manera regular la cantidad de alimentos ricos en fibra que agregues a tus comidas durante un periodo de semanas.
— Limita los alimentos procesados: Los emulsionantes que ayudan a mantener estabilizados los alimentos empaquetados para los estantes pueden deteriorar la barrera mucosa en tu intestino, comentó Sonnenburg, y los endulzantes artificiales que se encuentran en muchos alimentos procesados pueden producir microbios intestinales dañinos. Las bacterias en el intestino pueden convertir con rapidez las azúcares y los almidones simples en gas, explicó Sonnenburg, lo cual produce inflamación. Esto significa que las comidas rápidas y los alimentos procesados —los cuales Sonnenburg define como comidas con ingredientes que “tu abuela no reconocería como comida”, como los químicos añadidos— pueden contribuir a una mala salud intestinal. No obstante, el microbioma intestinal es bastante resistente, agregó Sonnenburg; un atracón ocasional de helado o algún refrigerio de gasolinería no causarán estragos en tu salud intestinal.
— Opta por alimentos fermentados: Sonnenburg publicó un estudio en agosto que muestra que los alimentos fermentados como el yogurt, el kimchi, el kéfir, el chucrut y la kombucha pueden aumentar la diversidad de las bacterias en el intestino. Su investigación encontró que la gente que come seis porciones de alimentos fermentados al día percibió estos beneficios: el equivalente a consumir una taza de yogurt, una botella de 473 mililitros de Kombucha y una taza de kimchi al día.
En investigaciones pasadas, se han vinculado los altos niveles de diversidad de los microbiomas intestinales con tasas más bajas de obesidad, diabetes y otros padecimientos.
— Reduce tus niveles de estrés: Hay una fuerte conexión entre el intestino y el cerebro, comentó Czerwony. “Si estás estresado, si no duermes bien, tal vez tengas síntomas gastrointestinales y pienses que son a causa de tu dieta. Podría ser tu estilo de vida”, mencionó. Los niveles adecuados de sueño, hidratación y ejercicio también están relacionados con la salud intestinal, agregó.
Incluso una pequeña cantidad de actividad física puede ayudar en la digestión. “Si te sientes aletargado e inflamado, sal a caminar”, aconsejó Czerwony. A pesar de lo que quieran hacerte creer las redes sociales, no hay un atajo hacia una inmediata mejoría en la salud digestiva. (Pete Gamlen/The New York Times)