El cuerpo de Santa Teresa de Jesús está sepultado en la basílica de Alba de Tormes, en la provincia española de Salamanca. A fines del mes pasado, la noticia de su reapertura generó expectación entre los devotos y también entre el público en general.
La curiosidad obedecía al hecho de que la tradición señala que el cuerpo de la religiosa permanece incorrupto desde su muerte, ocurrida en 1582.
Su sepulcro ya había sido abierto dos veces, en 1750 y en 1914, y en ambos casos las autoridades eclesiásticas habían comprobado la perfecta conservación de los restos. Sin embargo, en tiempos de la segunda apertura ya existía la fotografía, y las imágenes que se tomaron entonces demuestran que “incorrupto” no quiere decir intacto o igual a en vida.
De hecho, el carácter incompleto del cadáver es conocido desde siempre, ya que tras la muerte de la religiosa se disparó el interés por reliquias de su cuerpo. Una de las más conocidas es la mano derecha, que se conserva dentro de un enjoyado estuche con forma de guante, y que el dictador Francisco Franco, muy devoto de la santa, guardó en sus aposentos personales durante años.
Marco Chiesa, postulador general de la Orden del Carmelo Descalzo, fue el encargado de dar la noticia de lo hallado luego de la apertura del sepulcro, tarea que requirió reunir diez antiguas llaves que estaban en manos de diferentes personas y entidades.
“Hemos comprobado que está en las mismas condiciones que en la última apertura de 1914”, señaló el religioso en declaraciones recogidas por el periódico ABC.
Miguel Ángel González, prior de Alba de Tormes, contó que al abrir el sepulcro se toparon con crónicas del traslado que se realizó dentro del monasterio en 1754, así como muchas fotografías que depositaron los vecinos de Alba de Tormes en la apertura de 1914.
Asimismo, un grupo de científicos fue convocado para llevar a cabo un estudio detallado del cuerpo con técnicas modernas, inexistentes en las aperturas anteriores.
Esta labor está cargo de un grupo de investigadores y médicos italianos dirigido por el profesor Luigi Capazzo, director del equipo de expertos que trabaja junto al dicasterio vaticano de las causas de los santos.
En su primera fase de trabajo, el equipo ya obtuvo interesantes resultados que permiten saber más acerca de cómo fue la vida de Teresa de Jesús.
“El equipo médico ha concluido, tras este primer análisis in situ, que Teresa tenía una complexión física muy frágil. Al menos durante los últimos años, caminaba muy encorvada como consecuencia de una cifosis”, dijo Chiesa en declaraciones publicadas por Salamanca al Día.
El religioso detalló que dolencia le provocaba a Santa Teresa una curvatura exagerada hacia adelante de la parte superior de la espalda. La cifosis suele deberse a la debilidad de los huesos de la columna vertebral, que hace que se fracturen y compriman, aunque el equipo médico señaló que Santa Teresa no padecía osteoporosis.
“La deformación de las vértebras de la columna obligaban a respirar con dificultad a Teresa, al menos en los últimos años de su vida”, explicó el sacerdote, quien añadió que los investigadores también constataron que la mujer “padecía reuma y, en la rodilla izquierda, artrosis”.
Los estudios también indican que en los últimos años de vida sufrió una fascitis plantar. “Los médicos dicen que esta lesión le debía causar mucho dolor al caminar”, expresó.
Tras la revisión, el sepulcro se cerró nuevamente y las reliquias regresaron a sus lugares de veneración, luego de que sus relicarios pasaran por un proceso de mantenimiento y limpieza.
Con la información recogida, comenzará la segunda etapa de este proceso, que se llevará a cabo en Italia. Los investigadores adelantaron que tienen mucho trabajo por delante, por lo que prefirieron no especular sobre a fecha en la que se divulgarán los resultados.
“Concluye la primera etapa de este proceso in situ en Alba de Tormes y comienza la segunda etapa en los estudios y laboratorios de Italia. Durará varios meses. A lo largo del 2025, llegarán las conclusiones y tendrá lugar la tercera etapa en Alba de Tormes”, dijo Chiesa.