Acaba de comenzar una ola de calor que afectará a medio país durante los próximos días, y en la que podrán registrarse las temperaturas más altas del corriente verano.
Con semejante perspectiva, para muchos, el momento de subir al auto puede convertirse —casi literalmente— en una prueba de fuego. La situación es especialmente difícil para quienes no cuentan con estacionamiento y deben dejar el auto en la calle, sin sombra que lo guarezca del sol.
La temperatura óptima para conducir se sitúa entre los 22 y 24 °C, y hacerlo con 35 °C en el habitáculo tiene un efecto similar a hacerlo bajo una tasa de alcoholemia de 0,5 gr/l en sangre, de modo que puede llegar a provocar algunos síntomas muy peligrosos para la conducción: somnolencia, fatiga, agresividad, disminución de los reflejos y pérdida de la concentración.
El gran problema para los conductores surge cuando se ven en necesidad de entrar a su auto y comprueban que el interior se asemeja a la atmósfera de Venus, y que el tapizado de los asientos se asemeja a una plancha lista para freír churrascos. En ese momento, el conductor se ve en la disyuntiva entre aguardar unos minutos, que quizá no tiene, o meterse igual en el coche y exponerse a un bochorno que puede resultar más grave que una mera incomodidad.
Por suerte, desde el Japón, ingenioso país donde se inventaron las antenas de TV y las calculadoras de bolsillo, llega una solución rápida, simple y gratuita.
El truco en cuestión consiste en bajar la ventanilla de una de las puertas delanteras y abrir y cerrar varias veces la otra. Esto genera un rápido recambio de aire que —afirman en tierras orientales—permite reducir 10 grados en cuestión de segundos.
Una vez dentro del auto, existen otras técnicas para asegurarse de que la temperatura siga a la baja. Una de ellas consiste en circular los primeros metros con las ventanillas bajas y el aire acondicionado (si se tiene) a bajas revoluciones. Conforme aumente la velocidad, y con parte del calor disipado, subir las ventanillas y aumentar la potencia del sistema de refrigeración.
Otro truco útil es apuntar el chorro de aire frío al techo del vehículo. El aire frío pesa más que el caliente, por lo que se expandirá con mayor facilidad por el interior. Una vez el coche esté frío, se puede bajar aún más la temperatura con la recirculación del aire, aunque no se recomienda superar los 10 minutos con ella activada, pues puede generar somnolencia.
También es recomendable utilizar una funda para el volante, ya que es una de las partes del coche que más se calienta si está expuesta al sol. Por la misma razón es conveniente emplear parasoles en los parabrisas delantero y trasero, para que los rayos del sol no penetren directamente en el habitáculo.
Otra idea útil es lavar el coche con agua fría periódicamente, aunque no debe hacerse durante las horas más calurosas del día, ya que el agua se evaporará más rápido y no se logará el efecto deseado.
En caso de viajar con niños pequeños, se recomienda colocar siempre una funda antitérmica sobre la sillita infantil cuando no esté en uso, para evitar que se caliente y llegue a quemar.
Y, por último, pero no menos importante, nunca se debe dejar a niños o mascotas dentro del auto estacionado.
Acerca de los comentarios
Hemos reformulado nuestra manera de mostrar comentarios, agregando tecnología de forma de que cada lector pueda decidir qué comentarios se le mostrarán en base a la valoración que tengan estos por parte de la comunidad. AMPLIAREsto es para poder mejorar el intercambio entre los usuarios y que sea un lugar que respete las normas de convivencia.
A su vez, habilitamos la casilla [email protected], para que los lectores puedan reportar comentarios que consideren fuera de lugar y que rompan las normas de convivencia.
Si querés leerlo hacé clic aquí[+]