Por The New York Times | David Gelles
Inundaciones catastróficas en el valle del Hudson, en Nueva York. Una cúpula de calor implacable sobre Phoenix. Temperaturas oceánicas que alcanzan los 32 grados Celsius en la costa de Miami. Un sorprendente diluvio en Vermont, un raro tornado en Delaware.
Hace una década, cualquiera de estos acontecimientos se habría considerado una aberración. Esta semana, están ocurriendo simultáneamente a medida que el cambio climático provoca un tiempo extremo, lo que ha llevado a la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, una demócrata, a llamarlo “nuestra nueva normalidad”.
A lo largo del mes pasado, el humo de los incendios forestales de Canadá cubrió las principales ciudades del país, una ola de calor abrasador azotó Texas y Oklahoma y lluvias torrenciales inundaron partes de Chicago.
“No es producto de la imaginación ni se debe a que todo el mundo tenga ahora un teléfono inteligente”, afirmó Jeff Berardelli, meteorólogo jefe y especialista en clima de WFLA News en Tampa, Florida. “Vemos el aumento del tiempo extremo. No hay duda de que esto está ocurriendo”.
Y es probable que se haga más extremo. Este año, un poderoso El Niño que se está desarrollando en el océano Pacífico está a punto de liberar más calor en la atmósfera, lo que provocará más fenómenos meteorológicos extremos en todo el mundo.
“Vamos a ver que este año suceden cosas alrededor de la Tierra que no hemos visto en la historia moderna”, comentó Berardelli.
Y sin embargo, aunque las tormentas, los incendios y las inundaciones sean cada vez más frecuentes, la mayoría de los ciudadanos no piensan en el cambio climático. Según una encuesta reciente de NPR/PBS NewsHour/Marist, en un país centrado en la inflación, los escándalos políticos y las rencillas entre famosos, solo el 8 por ciento de los estadounidenses identificó al calentamiento global como el problema más importante que enfrenta el país.
A medida que los desastres climáticos se vuelven más comunes, podrían perder su valor de conmoción. Un estudio de 2019 concluyó que la gente aprende a aceptar el clima extremo como normal en tan solo dos años.
“Este no es solo un tema complicado, sino que compite por atención en un mundo dinámico, incierto y complejo”, comentó Anthony Leiserowitz, director del Programa de Yale sobre Comunicación del Cambio Climático. A pesar de que los científicos climáticos están cada vez más alarmados, hay pocos indicios del tipo de cambio social generalizado que reduciría las emisiones de gases de efecto invernadero que están calentando peligrosamente el planeta.
“Aunque se produzcan tormentas y otros fenómenos climáticos extremos, si están lejos, hacemos como si no nos afectaran, porque no queremos hacer lo necesario para enfrentar esta amenaza”, declaró Paul Slovic, profesor de la Universidad de Oregón especializado en psicología del riesgo y toma de decisiones.
“Cada vez más personas reconocen que el cambio climático es un problema, pero no les gustan las soluciones” agregó Slovic. “No quieren abandonar el confort ni las comodidades que obtenemos de usar energía de las fuentes equivocadas, entre otras cosas”.
El jueves pasado, que los investigadores denominaron el día más caluroso en la historia moderna, un número histórico de vuelos comerciales, cada uno de los cuales emite más gases que calientan el planeta, estaba en el aire, según Flightradar24.
A medida que los incendios forestales y el aumento del nivel del mar arrasan comunidades desde California hasta Carolina del Norte, los residentes siguen reconstruyendo en zonas propensas a sufrir catástrofes.
Y aunque cada vez se genera más electricidad con energía eólica, solar y otras energías limpias, el mundo sigue funcionando en gran medida con combustibles fósiles como el petróleo, el gas y el carbón, las principales fuentes de emisiones que calientan el planeta.
Los aterradores efectos acumulados de todos esos gases de efecto invernadero ya se pueden ver en todo el mundo. El planeta se ha calentado un promedio de 1,2 grados Celsius en comparación con los niveles preindustriales, lo cual alimenta una vertiginosa serie de fenómenos meteorológicos extremos.
Los estudios muestran que las inundaciones mortales que vimos en Pakistán el año pasado, el domo de calor que calcinó el noroeste del Pacífico en 2021 y el huracán María, que azotó Puerto Rico en 2017, empeoraron debido al cambio climático.
“El cambio climático está aquí y ahora”, afirmó Michael Mann, científico climático de la Universidad de Pensilvania. “No sucede en la lejanía de la Antártida y no es a futuro. Son estos fenómenos meteorológicos extremos provocados por el cambio climático los que estamos viviendo”.
Según un análisis de Climate Central de los datos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, las catástrofes meteorológicas con daños superiores a 1000 millones de dólares han aumentado en Estados Unidos. En 1980, el tiempo promedio entre desastres de 1000 millones de dólares fue de 82 días. De 2018 a 2012, el tiempo promedio medio entre estos eventos más extremos, incluso controlados por la inflación, fue de solo 18 días.
“El cambio climático está llevando estos eventos a nuevos niveles”, comentó Bernadette Woods Placky, meteoróloga jefa de Climate Central. “No tenemos pausas entre ellos para recuperarnos como solía suceder en el pasado”.La actividad humana tiene un impacto tan significativo en los ecosistemas y el clima del planeta que los científicos ahora debaten declarar si la Tierra ha entrado a un nuevo intervalo de tiempo geológico: el antropoceno.
Y como las emisiones siguen aumentando en todo el mundo, los científicos advierten de que queda poco tiempo para cambiar de rumbo de forma drástica antes de que los efectos sean de verdad catastróficos.
“Esta es la última advertencia que vamos a recibir cuando todavía puede importar”, dijo Bill McKibben, un activista climático veterano. “Evidentemente, se trata de un momento crucial en la historia climática de la Tierra. También tiene que ser un momento crucial en la historia política de la Tierra”.
En Estados Unidos, el cambio climático es una cuestión partidista, en la que muchos líderes republicanos que cuestionan la ciencia climática establecida, promueven los combustibles fósiles y se oponen a las energías renovables.
Los científicos climáticos y los ecologistas albergan la esperanza de que cada nuevo huracán y granizada pueda llevar a la acción a los estadounidenses.
Una encuesta entre adultos que se realizó en la primavera encontró que hay una mayoría a la que le preocupa el cambio climático y apoya las acciones federales para combatir el calentamiento global y promover las energías limpias, según un estudio reciente de la Universidad de Yale.
Hasta en Florida, un estado que se ha vuelto más conservador en años recientes, un creciente número de residentes, que incluye una cifra histórica de republicanos, creen que la humanidad ocasiona el cambio climático, según una encuesta de la Universidad del Atlántico de Florida.
“Los datos de las encuestas han oscilado en los últimos años y apostaría a que volverán a oscilar”, dijo McKibben. “En un momento dado, si ves suficientes incendios e inundaciones, ¿a quién le vas a creer?”. Una mujer cruza la calle principal, después de que una inundación repentina causó daños generalizados en el centro de Highland Falls, Nueva York, el 10 de julio de 2023. (Bryan Anselm/The New York Times)
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