Contenido creado por Martín Otheguy
Ciencia

Bienvenidos a la nostalgia medieval

¿De qué hablamos cuando hablamos de vacunas? Por Bernardo Borkenztain

La vacunación "no es un tema de ejercicio de la libertad individual, como no lo es el pagar los impuestos o abstenerse de matar", asegura el químico.

26.08.2020 12:01

Lectura: 6'

2020-08-26T12:01:00-03:00
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Por Q.F. Bernardo Borkenztain

borky@montevideo.com.uy

Desinfectando la zona

Probablemente Raymond Carver nunca supo que su título de cuento (1) sería quizá la oración más parafraseada de la historia, pero viene bien para precisar un tema tan importante como el de las vacunas.

Primero, lo que no se puede discutir sin caer en el absurdo es que fueron junto con los antibióticos y la anestesia lo más grande que le pasó a la humanidad en materia de salud.

Segundo, son un tema más complicado de lo que parece, y no podemos dejarlo en manos de un señor que pone la telefonía 5G en el mismo plano que las vacunas.

Por último, tercero, es indudable que desde las redes la pseudociencia las está atacando con argumentos que son netamente pseudocientíficos, y de eso es que vamos a tratar en esta nota.

Cargando la jeringa

Las vacunas son, esencialmente, formas de prevenir a una población contra la diseminación de una enfermedad producida por un patógeno transmisible, mediante la generación de defensas (anticuerpos, en general) en los individuos y haciendo que se corte la cadena de propagación interpersonal.

No sirve en enfermedades como el cólera que se transmite por el agua contaminada o la peste negra, que la transmite una pulga de las ratas. En esos casos hay que tomar medidas sanitarias diferentes.

Lo que es imprescindible entender es que a nivel de un grupo grande de personas (una ciudad o país), el tema de vacunar no es algo que los individuos puedan decidir por sí mismo. Si bien gobiernos populistas como el de Macri pueden "empoderar" al individuo dejándolo decidir (en todos o alguno de los casos) solo se logra destruir lo que la obligatoriedad crea, que es el mal llamado "efecto rebaño". Hablando claro: gracias a la estupidez de Macri en Argentina en Uruguay tuvimos casos de sarampión por primera vez en décadas, los que no terminaron en epidemia porque nosotros sí vacunamos de forma obligatoria.

Es decir, vacunar es una decisión de Estado, y no puede depender ni del gobierno de turno ni de alucinados que usan gorros de papel de aluminio para que no los controlen mentalmente. Y no pretendo incurrir en falacia de hombre de paja, pero los argumentos antivacuna no son racionales, como nada en la pseudociencia es.

El pinchazo

El mecanismo de producir inmunidad de las vacunas varía, y lo veremos en otra nota, pero es un tema que no lo discute nadie en este aspecto: tiene que ser universal o tendiente a serlo, porque en un grupo inmunizado - pongamos por caso contra la tuberculosis - si protegemos solo un porcentaje, la probabilidad de contacto entre una persona no protegida y un infectado crece en proporción directa a lo que se achica el porcentaje mencionado (2) .

Es decir: no es un tema de ejercicio de la libertad individual, como no lo es el pagar los impuestos o abstenerse de matar y violar personas, es simplemente un aspecto más del pacto social. No es lícito que una persona "elija" el albur de enfermarse si eso lo hace un peligro para los que lo rodean.

Más aun, los padres no deberían poder elegir si vacunan a sus hijos, y eso no está bajo la egida de la patria potestad, porque uno no es el Che Guevara por evitar que su hijo reciba la vacuna de la polio Sabin Oral (que no se da por pinchazo por eso, porque es oral) y lo exponga a la poliomelitis, una enfermedad que contagia predominantemente a niños (o sea, no es válido "esperar a que crezca y decida solo"; es, básicamente, un acto de negligencia grave).

El argumento para resistirse a lo que, esencialmente es una protección tiene muchas variantes, pero básicamente son variantes bastante paranoicas de la malignidad de los gobiernos (3) que pretenden, desde envenenarnos para producir una decimación de la población planetaria y así combatir la superpoblación, hasta implantar dispositivos de rastreo y/o control (léase "microchips" sin que nadie sepa cómo diablos pueden desarrollarse esos nanodispositivos que caben en una jeringa). No podemos olvidarnos de las peligrosas y malignas empresas farmacéuticas, la "farmafia", so pretexto de lucro (ambiciosas e inescrupulosas sí que lo son, pero no son impunes, viven pagando multas y juicios) (4) .

La inmunidad

Todo esto está en el tapete porque la COVID-19 y las múltiples vacunas en carrera tienen un perfil y expectativas muy altos, pero hace varios años que el auge del movimiento "antivac" viene causando estragos, en especial en gobiernos populistas (5) .

En Uruguay nunca tuvimos problemas con esto, ya que un niño que no se vacuna no accede a la educación, la que, al ser obligatoria, coacciona a los padres criminales que usan a sus hijos de excusa para sentirse Simón Bolívar, pero en las redes sociales las voces aumentan, y, si bien su incapacidad de organización les impide hacer nada coherente en cuanto acciones, esto puede cambiar.

Lo importante es entender que la ciencia no es una verdad revelada, pero tampoco un tema de opinión, al menos no de la no calificada. Para que lo que le sale a uno de entre las orejas sea, efectivamente, una opinión digna de ser considerada, debe tener sustento científico, y no basarse en cinco tuits de Miguel Bosé, Rita Denegri o Chinda Brandolino.

Una vez más, la verdad no viene de un video de Youtube, porque si contradice una verdad aceptada por la ciencia tiene que aportar pruebas, lo que no hacen nunca, y si lo censuran por difundir mentiras peligrosas, eso solo prueba que Miguel Bosé está peligrosamente cerca del chaleco con muchos lacitos, pero no que "los tratan de callar porque la verdad asusta al sistema". Si usan las redes, generando tráfico de clicks y reacciones, lamento informarles que son parte del sistema... y una bastante molesta.

En próximas columnas, veremos las diferentes vacunas junto con sus pros y contras, así que, de momento a disfrutar el siglo XXI que para terraplanismo y mandar médicos a la hoguera ya tuvimos la Edad Media.

Q.F. Bernardo Borkenztain

(1) - "De qué hablamos cuando hablamos de amor"
(2) - Hay excepciones como la vacuna antitetánica, ya que la transmisión de la enfermedad es diferente, y depende del contacto con las esporas y otras formas del Clostridium tetani.
(3) - Es llamativo que los antivacunas se horrorizan de lo que hacen EEUU o Rusia pero jamás de lo que hacen Irán, Turquía o Ruanda... El tema parece ser más un problema de poder militar que de la propia malignidad del mismo... lo que le resta seriedad a la objeción.
(4) - Algo que seguirá pasando mientras hacer lo que quieren y pagar los juicios y multas sea más barato que evadir la ley, pero eso es otro tema.
(5) - De derecha como el ya citado Macri o de izquierda como los impresentables de "Podemos" en España y sus agendas extrañas. La estupidez no tiene ideología, es una cualidad ecuménica.

Por Q.F. Bernardo Borkenztain

borky@montevideo.com.uy