“Los espejos y la cópula son abominables, porque multiplican el número de los hombres”, escribió en una época indeterminada uno de los heresiarcas de la ilocalizable región de Uqbar, según lo relatara Jorge Luis Borges en uno de sus cuentos más famosos.
Parafraseando al genial escritor argentino, podría decirse que TikTok y los celulares son abominables, porque multiplican el número de disparates.
Buen ejemplo de ello parece ser la perplejidad compartida recientemente por una usuaria de TikTok, y que se viralizó en otras redes sociales.
Tal como se aprecia en las imágenes, la joven se queda pasmada al comprobar que el espejo de su baño es capaz de “adivinar” la presencia de un objeto oculto por ella detrás de una cuadernola, sin notar —al menos de forma intuitiva— que la respuesta a su pregunta está en la posición que ella misma —y su cámara— ocupan en la escena.
El video cobró popularidad luego de que fuera compartido en Twitter por el usuario @ceciarmy, quien cuenta con casi un millón de seguidores en ese foro virtual.
De inmediato menudearon las respuestas en tono de burla y las que aportaban explicaciones sobre el fenómeno óptico en cuestión.
Muchos condenaron las respuestas sarcásticas y en plan sabiondo con las que algunos se despacharon en el debate. Otros, sin embargo, vieron en el asombro de la autora del video una señal de decadencia educativa.