Es otra ganadería la actual. Por más que el precio haya bajado, el atraso cambiario haya vuelto y la sequía siga golpeando, el precio de la reposición se sostiene.
Aunque los corrales no puedan operar, el mercado percibe que en la cotización del gordo sigue pesando la sequía y que la normalidad forrajera más temprano que tarde volverá. El precio de exportación indica que el gordo no debería estar lejos de los US$ 4 una vez que la sequía pase y así esta firmeza de la relación de reposición es destacable: un escudo para que el rodeo de cría se mantenga o siga creciendo.
Las lluvias de esta semana pueden marcar el comienzo de la normalización productiva. Ojalá, porque la resistencia de la cría no puede ser para siempre, pero lo importante es que, por ahora, resiste.