Lo principal al comienzo de la semana es una fuerte caída del precio del trigo como consecuencia de una ratificación de la normalización del comercio desde Rusia y Ucrania que parece asegurar el abastecimiento dado que además Rusia está ante una cosecha récord de casi 100 millones de toneladas. En consecuencia, con el trigo del hemisferio Norte recién cosechado, el trigo de primavera de EE.UU. también avanzado, y una buena cosecha prevista en Australia y Brasil que puede compensar la situación incierta en Argentina el cereal quedó muy cerca de los US$ 300 para la posición de diciembre (US$ 304).
La soja sigue su recuperación gradual, con demoras en la cosecha de EE.UU.
Eso hizo aflojar los precios ofrecidos por cebada en Uruguay, que abren la semana sobre los US$ 280.
En cambio, mantienen la firmeza la soja y el maíz que tras un fuerte recorte por parte del USDA en la proyección de la producción de EEUU, ven ahora frenada la cosecha por lluvias, un problema menor pero que agrega presión a un mercado que ya sabe contará con stocks reducidos hasta el año que viene.
La soja posición julio 2023 cerró en US$ 537, y la de julio 2024 opera levemente por debajo de US$ 500 en Chicago. Si China no reactiva su economía y sus compras y Brasil logra la cosecha proyectada de 149 a 150 millones de toneladas será difícil que se sostengan los US$ 500 por soja en el mediano plazo.
La recuperación del trigo se truncó esta semana.
Por Eduardo Blasina