La agricultura uruguaya atraviesa fuertes transformaciones que se ven plasmadas en las cifras que muestran las decisiones de los productores. El crecimiento del maíz de segunda y el de los cultivos de invierno, trigo y colza, son de las tendencias más destacados.
Contrariamente a lo que se había planteado en base a estimaciones privadas, la superficie de colza no superó a la de trigo de acuerdo a los datos divulgados por DIEA. De todos modos, la oleaginosa marcó récords estimulada por un precio de US$ 800 para la cosecha pasada que no llega a los US$ 500 para los cultivos actualmente implantados.
El dato más destacado es el récord de producción de maíz que en 878 mil toneladas es la más alta de la historia. Así se obtuvo una producción 14% mayor a la del año anterior que había estado en 770 mil toneladas. Van cuatro años consecutivos con una producción de maíz superior a las 700 mil toneladas, un volumen que nunca antes se había alcanzado.
El área, de 152 mil hectáreas es la más alta desde 1978. Pero los rendimientos tienen poco que ver con los de aquellos tiempos. Aunque el rinde del maíz no fue excepcionalmente elevado en su promedio. El maíz de primera sintió por segundo año consecutivo la falta de agua típica de un año Niña. Lo que nos lleva a observar dos grandes cambios en el maíz en Uruguay: la irrupción del maíz de segunda y la del maíz con riego.
Maíz de segunda
La opción de siembra tardía, a continuación de un cultivo de invierno, crece por un lado por el propio crecimiento de los cultivos de invierno y en particular de la colza, pero por otro lado lo hace por mérito propio: por segundo año consecutivo tienen un rendimiento que supera al del cultivo de primera.
En el cultivo sin riego el maíz de segunda supera en 10 mil hectáreas al de primera: 70.401 versus 60.526. El maíz de segunda también le gana al de primera en rendimiento: 5.451 kgs/ha el de segunda contra 4.668 el de primera. La mayor diferencia de la historia a favor del cultivo de segunda. Como producción de secano el de segunda saca así una ventaja importante con una producción superior en 101 mil toneladas del de segunda: 384 mil toneladas contra 283 mil de primera.
El maíz con riego sembrado, muy mayoritariamente de primera para aprovechar la mayor luminosidad, compensa una oferta pareja entre ambas fechas de cosecha.
La producción de maíz con riego ya supera las 20 mil hectáreas y las 200 mil toneladas. De primera se sembraron 19.948 hectáreas que tuvieron un rendimiento de 9.932 kilos, mientras que de segunda fueron 1.943 hectáreas que rindieron 9.370. En cifras aproximadas, el maíz en secano de segunda logró unos 800 kilos por hectáreas más que el de primera, en tanto bajo riego el de primera tuvo unos 600 kilos más que el de segunda.
Maíz con riego
El maíz con riego mantiene la lógica de crecimiento gradual y de una incidencia crecientes en la producción, una tendencia que es acompañada en soja. El área bajo riego viene creciendo en unas seis mil a ocho mil hectáreas por año, desde 16.645 en 2019 a 38.373 hectáreas en la pasada cosecha, más que duplicada en cuatro años.
La incidencia en la soja total es baja, ya que solo unas 60 mil toneladas se generan con riego de una producción de casi tres millones de toneladas. En cambio, la producción en maíz es relevante ya que representa cerca de 25% del total y supera las 200 mil toneladas.
En suma, un doble cambio en el cereal de verano que genera una oferta cada vez mayor que absorbe la ganadería uruguaya mayoritariamente.
En soja no hubo sorpresas, muy cerca del millón de hectáreas con 2.800 kgs de rinde promedio y por lo tanto una producción de 2,8 millones de toneladas.
Por el lado de los cultivos de invierno siembra 2022, se ratifica una fuerte expansión del área que es la mayor de la historia: cerca de 750 mil hectáreas con mayoría para trigo en 287.710 hectáreas, un crecimiento fuerte respecto al año previo en detrimento de la cebada que pierde unas 25 mil hectáreas.
Por Eduardo Blasina