El mercado de granos tiene el foco puesto en América del Sur y deposita muchísima expectativa en la evolución climática y la consolidación de los volúmenes de producción de los cultivos de verano.
El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) mantiene la proyección de una producción de 45,5 millones de toneladas para Argentina. A nivel local, las previsiones están entre 37 y 41 millones de toneladas, con rendimientos pendientes del clima.
La sequía en Rio Grande do Sul puede reducir parcialmente la perspectiva de la zafra brasileña, aunque en el resto del país se espera que deje de llover para empezar una cosecha que no bajaría de los 150 millones de toneladas.
La demora de la cosecha brasileña es un factor que implica que EE.UU. pueda vender algo más a China en el corto plazo.
Para Uruguay, el USDA recortó de 2,5 a 2,3 millones la cosecha de soja sobre la misma área de 1,1 millones de hectáreas.
Este martes vuelve la actividad al mercado de Chicago tras el feriado del lunes con la soja en máximos desde principios de junio, arriba de US$ 560 la tonelada.
La falta de lluvias frena las posibilidades de comprometer volúmenes y de captar negocios a estos valores. La perspectiva está en concretar ventas a unos US$ 540 a US$ 550 con rendimientos promedio que son positivos.
A la falta de agua en el Mercosur, se suma otro factor alcista: cómo sigue leyendo el mercado lo que va a hacer China en el corto y mediano plazo; si China empieza a levantarse desde un piso de demanda y cuál puede ser el nivel de recuperación en cuanto a la demanda y los precios. Los commodities hasta ahora han reaccionado con cautela a una posible mejora de la situación en China.
El trigo sigue deprimido. Este lunes en París los futuros de trigo tocaron sus mínimos en 10 meses por la producción récord de Rusia, estimada en 91 millones de toneladas, 17% más que la zafra anterior.
Por Javier Lyonnet para Blasina y Asociados