Para el año entrante van a llegar barcos a buscar ganado en pie, una corriente exportadora que comienza a recomponerse por la baja de los valores del ganado.
Frenada por los precios de la hacienda, este año alcanzó un piso de actividad con 62 mil cabezas exportadas hasta la fecha y US$ 59 millones en ingresos, las cifras más bajas desde 2013.
En el remate de Pantalla Uruguay de la semana pasada “ya se empezó a marcar la avidez por mercadería con destino a la exportación que se va a concretar el año que viene, principalmente en la ternera Angus”, dijo Federico Jaso, de Jaso & Jaso Negocios Rurales, en Tiempo de Cambio de radio Rural.
En machos hay algún negocio a nivel de operaciones de ganado en el campo, aun de poco volumen y que no influyen en el grueso del mercado “pero sí nos han dicho operadores que a este nivel de valores empiezan a ser un negocio más atractivo para el año entrante y que van a estar con más movimiento que este”.
Los terneros promediaron US$ 2,20 e Pantalla Uruguay y las terneras US$ 2,09, con demanda fluida y acortando la brecha de precios con los machos.
Para Mauricio Frignani, director de Agronegocios del Norte, hay interés y movimiento, pero no se puede hablar de nada concreto. “El mercado ha estado muy cambiante y volátil en el último período; vemos con buenos ojos las perspectivas, pero hay que estar cauteloso”, agregó.
“El valor del ganado hoy abre un poco la perspectiva de mirar con otros ojos la exportación de ganado en pie, pero Uruguay no es el único mercado en que se ajustó el ganado, y sigue siendo relevante el costo del transporte pese al relativo ajuste del petróleo”, dijo a Conexión Agropecuaria.
En 2022, hasta setiembre se llevan exportados 61.974 mil animales en pie, la tercera parte que el año pasado cuando a la misma fecha eran 181.847, según las cifras de INAC. El 2021 se cerró con 261 mil cabezas exportadas en pie, el doble que en 2020.
Este año el peso promedio por cabeza es de 288 kilos a US$ 3,33 por kilo, un precio 16% superior al de 2021 y 26% por encima del de 2020.
Por Javier Lyonnet para Blasina y Asociados