El mercado de la carne está en problemas. Los precios caen sin piso a la vista. Y eso pasa en Uruguay, en Argentina, en Brasil. China tiene problemas económicos, Europa está en guerra contra los rusos y contra una inflación que este miércoles se supo está arriba de 10% tanto en la Unión Europea como en Gran Bretaña.
Pero hay un segmento del mercado de proteínas que parece estarlo pasando mucho peor, y es el de las carnes artificiales. En particular su empresa emblemática, Beyond Meat, que apuntó a ser una estrella de la Bolsa de Valores y está luchando por sobrevivir, despidiendo empleados y con el bochorno de su gerente expulsado de la compañía por morder la nariz de una persona en la vía pública.
La firma estadounidense, conocida por sus hamburguesas a base de plantas, había suspendido indefinidamente a Douglas Ramsey, entonces director de operaciones, después del incidente.
Su partida se produce en medio de una reorganización más amplia en la empresa, que lucha contra la demanda vacilante de carne falsa. Beyond Meat también anunció la semana pasada que estaba despidiendo a 200 empleados, alrededor del 20% de su fuerza laboral.
“Creemos que nuestra decisión de reducir el personal y los gastos en toda la empresa, incluido nuestro grupo de liderazgo, refleja un tamaño adecuado de nuestra organización dadas las condiciones económicas actuales”, dijo el jefe de Beyond Meat, Ethan Brown, quien agregó: “Seguimos confiando en nuestra capacidad para lograr el crecimiento y el impacto a largo plazo”.
Beyond Meat, que comenzó a vender sus productos en 2012, culpó a las presiones del alto costo de vida por empujar a los compradores a opciones menos costosas, incluida la carne tradicional.
Los ejecutivos advirtieron a los accionistas el viernes pasado que es probable que las ventas de este año caigan entre un 9% y un 14% en comparación con 2021.
Es la segunda vez que la compañía recorta su pronóstico en los últimos meses, y marca una fuerte desaceleración del crecimiento de más del 20% en relación al que la empresa había proyectado inicialmente.
La compañía dijo que se había visto “afectada negativamente por la flojedad continua en la demanda por carne de origen vegetal en general, especialmente en el subsegmento refrigerado, y por el impacto de una mayor competencia”.
“Se cree que la inflación es un factor subyacente que ejerce presión sobre este tipo de producto, ya que los consumidores cambian a formas más baratas de proteínas, incluida la carne animal”, agregó.
Y tienen razón, la gente no está dispuesta a pagar más por una imitación. Y la carne ha resultado difícil de imitar.
De modo que si hay algo positivo de este brutal ajuste que atraviesa el precio de la carne en Uruguay y los países vecinos es que lo que un año atrás parecía una competencia a tomar en cuenta, ha quedado por ahora como una burbuja. Las acciones de Beyond Meat que llegaron a valer más de US$ 110, valen hoy US$ 13. Y parecen en una cuenta regresiva.
Distinto es el caso de los lácteos. La caída de precios de esta semana en los remates de Global Dairy Trade, segunda consecutiva, deben llamar la atención sobre lo fácil de imitar que es la leche, mezclando vegetales con agua y que quede de color blanco.
El precio de la avena va en suba en el mercado internacional, por la demanda de “leche de avena”.
Por Eduardo Blasina
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