El Programa de Erradicación de la Mosca de la Bichera de Uruguay mediante la liberación de moscas estériles durará un mínimo de cinco años, y dividirá al país en cuatro zonas.
La ejecución del programa, que comenzará en setiembre de 2023, consiste en soltar desde aviones millones de moscas esterilizadas. Los machos copulan con hembras que no tienen capacidad de reproducción y de esa forma se baja drásticamente la cantidad de moscas capaces de producir huevos y larvas que son las que causan la bichera.
El vicepresidente y futuro titular de la Asociación Rural del Uruguay (ARU), Patricio Cortabarría, explicó que el programa es muy exigente, requiere cierta infraestructura que operará desde el Centro de Dispersión en el aeropuerto Santa Bernardina de Durazno, y se irá aplicando en forma gradual.
El primer año serán dispersadas moscas en la zona suroeste del país, luego en el sureste y en el tercer y cuarto año en el noreste y noroeste. Este diseño irá generando zonas libres de la enfermedad, que causa unos US$ 40 millones en perjuicios a la ganadería.
Será necesario “estudiar el traslado de animales dentro del país para no contaminar zonas liberadas”, apuntó Cortabarría.
Esto podría implicar que se desarrolle un protocolo para los traslados que deba ser aplicado en remates, ventas, ferias, embarques a frigoríficos y otras situaciones.
Luego de los cuatro años de dispersión por zonas quedará una barrera sanitaria “con vuelos semanales en frontera durante varios años en la medida que los vecinos no se sumen al programa”.
Esta es la práctica en el Tapón de Darién, la frontera entre Panamá y Colombia donde se hace el control biológico de la enfermedad con moscas desde una base en Panamá, frontera sur desde una zona libre de bichera que abarca todo Centroamérica hasta EEUU.