Un buque granelero equipado con velas computarizadas zarpó en su primer viaje para estudiar el uso de la energía eólica en el transporte marítimo a gran escala.
El barco Pyxis Ocean, de 81.000 toneladas, fletado por la compañía Cargill, está equipado con dos juegos de velas computarizadas de 37,5 metros de altura llamadas WindWings.
El objetivo de este primer viaje es estudiar cómo el aprovechamiento de la energía eólica puede reducir las emisiones y el uso de energía en el sector del transporte marítimo, según un comunicado de Cargill.
Las velas proporcionan propulsión asistida por viento como una opción de energía más limpia, sustituyendo en parte el combustible fósil.
Se espera que las velas reduzcan las emisiones de carbono hasta en un 30% en promedio. El barco zarpó de Singapur y es esperado a mediados de setiembre en el puerto brasileño de Paranaguá, donde cargaría un embarque de granos con destino a Dinamarca.
Según Jan Dieleman, presidente del negocio de transporte marítimo de Cargill, la empresa tiene la “responsabilidad” de descarbonizar sus cadenas de suministro.
La industria marítima representa casi el 3% de las emisiones globales de CO2 y está bajo la presión de los inversores y grupos ambientales para acelerar la descarbonización. Para ello explora la sustitución de fuel oil por combustibles alternativos, incluyendo el hidrógeno verde, el metanol y la energía eólica.
Dentro de algunas semanas, un nuevo barco el triple de grande (200 mil toneladas) y con cuatro juegos de velas WindWings, entrará en navegación: el Berge Olympus se sumará a la flota de la empresa con sede en Singapur, Berge Bulk.