Las exportaciones de granos de Ucrania se ven cada vez más amenazadas y ese puede ser un factor que incida en el precio del trigo y cebada en los próximos meses, así como en el de las oleaginosas. Este lunes Rusia volvió a trancar la salida de 30 barcos que llevaban grano de Ucrania acentuando la suba que ya se había dado el viernes en trigo.
La geopolítica vuelve a ser un factor relevante en los mercados porque Rusia amenaza con no renovar el acuerdo que ha permitido la exportación de granos y fertilizantes a ambos países.
El acuerdo firmado en marzo se esperaba que se renovara por seis meses, pero Rusia ha advertido que tal como están las cosas es muy poco probable que lo acordado vaya más allá del 18 de mayo, la fecha clave en que la habilitación de la salida de granos y fertilizantes puede renovarse o cancelarse.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia volvió a quejarse la semana pasada por las sanciones que persisten sobre su sistema bancario y por lo que considera el incumplimiento de los objetivos planteados en el acuerdo que habilitó las exportaciones agrícolas de Ucrania. Ha presentado ante Naciones Unidas una serie de requisitos para prolongar el acuerdo cuya renovación ya fue modificada ya que la ONU pretendía que se prolongara por seis meses y solo se hizo por el reclamo ruso por 60 días.
¿Qué pide Moscú? la reconexión del principal banco ruso al sistema Swift; la reanudación de las exportaciones de amoníaco a través del oleoducto Togliatti-Odessa (Ucrania), y el desbloqueo de activos y cuentas extranjeras de empresas rusas relacionadas con la producción y con el transporte de alimentos y fertilizantes, entre otros.
“Sin avances en la resolución de estos problemas sistémicos no hay necesidad de hablar sobre una mayor extensión de la iniciativa del Mar Negro después del 18 de mayo”, dijo el Ministerio en un comunicado.
Desde la ONU la respuesta es que no tiene la autoridad para hacer habilitar a Rusia sancionada por Occidente, pero que buscará acuerdos con todas las partes implicadas.
Incluso el martes pasado hubo una paralización de las inspecciones de buques en el estrecho del Bósforo. Aunque el transito se reanudó el miércoles, la situación es cada vez más tensa y la salida del grano cada vez menos predecible.
A Ucrania se le complica la exportación por vía terrestre porque los países vecinos se ven afectados por la baja en el precio de los granos que resulta de sus exportaciones y los agricultores de distintos países han llevado adelante protestas que determinaron que aún gobiernos muy cercanos a Kiev como Polonia hayan frenado la entrada de grano ucraniano. También Hungría -en este caso muy cercano a Moscú- frenó la entrada. Y en Rumania los productores bloquearon con tractores los pasos de frontera, por lo que hay un bloqueo de facto. A las restricciones al grano ucraniano se ha sumado Eslovaquia y podría pasar lo mismo con Bulgaria. Mientras, Rusia sigue exportando a mercados distantes por mar y sin conflictos. Torpedear el acuerdo ayudaría a Rusia a asfixiar a la economía de Ucrania sin tener mayores inconvenientes propios más allá de la persistencia de las sanciones que ya rigen.
Una caída del acuerdo a partir del 18 de mayo volvería a interrumpir una fuente importante de trigo y aceites, y en particular este escenario causó una importante suba del trigo el viernes. El mercado de granos empezó a reflejar esa preocupación la semana pasada. Subió el precio y aumentaron en Chicago las posiciones “largas” que se realizan cuando se espera una nueva suba del mercado hacia delante.
Escribe Eduardo Blasina para Blasina y Asociados