En las islas británicas, la cuna del football, el fútbol es mucho más que un deporte. Mucho de la identidad viene dado por la pasión por los colores de un club, algo que se hereda de generación en generación, y no fue diferente para Reginald Kenneth Dwight, conocido desde hace mucho por el nombre de Elton John, y Roderick David Stewart, Rod Stewart para el mundo. Nacidos con dos años de diferencia y en lugares que están a poco más de 20 kilómetros de distancia entre sí, ambos músicos son ejemplos de fanáticos empedernidos con muchas historias para contar en torno a su relación con el fútbol. También son amigos desde hace más de medio siglo, relación en la que la pasión por el deporte rey también ha sido protagonista.

Una amistad marcada por el fútbol

En la década de 1960, mucho antes de convertirse en superestrellas de la música, unos adolescentes Elton y Rod integraron bandas lideradas por el blusero Long John Baldry. Se dice que el músico, que por ese entonces compartía escena con los Beatles y los Rolling Stones, fue quien, jocosamente, les puso los apodos de Sharon y Phyllis, respectivamente. Allí comenzó una relación de amistad que se intensificó a principios de los 70, cuando vivían a una cuadra de distancia uno del otro. Por aquellos años, en los que el alcohol y la cocaína eran compañía frecuente, se podía ver a Rod Stewart pasar mucho tiempo en la casa de Elton John. Incluso estuvieron cerca de formar una banda junto con su amigo en común Freddie Mercury.

Como buenos británicos, el amor por el fútbol se remonta a sus primeros años. Para Elton John, el Watford Football Club y su estadio, el Vicarage Road, eran el punto de encuentro con su padre, un distante exmilitar con el que nunca tuvo una buena relación. Según recordó en su autobiografía, el recuerdo de la primera vez que su padre lo llevó al estadio permanece en su memoria emotiva. Y, así como el escritor Nick Hornby relata su relación con el Arsenal en un libro llamado Fiebre en las gradas, Elton describió lo suyo con el Watford como “una droga a la que instantáneamente te volvías adicto”. Por su parte, Rod Stewart, hijo de un futbolista amateur nacido en Escocia, creció siendo hincha del equipo de su padre: el Celtic de Glasgow. Pese a que sus hermanos mayores eran fanáticos del Glasgow Rangers, él eligió la herencia paterna a la hora del sentimiento por unos colores. Aunque no estuvieran en el país en el que había nacido.

Elton John en Vicarage Road. Foto: Getty

Desde su infancia, Stewart quiso ser futbolista, e incluso se probó —sin éxito— en el club Brentford. Ya siendo una estrella de la música y amigo de Elton John, su sueño de ser futbolista se cumplió. Al menos, por un día. Elton aprovechó para invitar a su amigo a entrenar con el plantel del Watford y de ahí quedaron una serie de emblemáticas fotos de ambos músicos convertidos en circunstanciales futbolistas. En ese mismo 1973, los dos actuarían juntos por primera vez. La siguiente ocasión también estaría emparentada con el fútbol.

En mayo de 1974, Elton se enteró por un periodista que el equipo de sus amores estaba al borde de la quiebra. Preocupado y aprovechando su fama y contactos, llamó a las autoridades del club y les ofreció organizar un concierto en su estadio para recaudar fondos. Para sumar atractivo al espectáculo, llamó a su amigo Rod y a la banda escocesa Nazareth. El más famoso hincha del Watford subió al escenario con un disfraz de abeja —lo más parecido que encontró a la mascota del club, un avispón llamado Harry— y tuvo que soportar las bromas constantes de su amigo acerca del mal estado del césped del campo de juego. El concierto fue un éxito, con lleno total y para Elton significó que la directiva del Watford le ofreciera acciones en el club y el cargo de vicepresidente.

Pasados unos años, los dos amigos hicieron una fuerte apuesta relacionada con el Mundial de Fútbol que se iba a jugar en Argentina en 1978. Si Inglaterra clasificaba, Rod le pagaría el viaje y la estadía a Elton, y si clasificaba Escocia, selección a la que apoyaba Stewart pese a ser inglés, sería a la inversa. Pese a los pronósticos, la selección clasificada no fue la inglesa sino la escocesa, y Elton tuvo que cumplir con su palabra.

Si la apuesta era rimbombante, los condimentos de la llegada de Rod Stewart a Argentina eran aún más increíbles. Para alentar a la selección escocesa, el rubio compuso durante una estadía previa en Brasil la canción “Ole Ola (mulher brasileira)”, que cantó junto con los jugadores y decía así: “Cuando las camisetas azules corran por Argentina / nuestros corazones sonarán como un tambor. / El ejército de Ally McLeod tiene todo bajo control. / No es mera especulación. / No es solo imaginación. / El objetivo de Escocia es traer la Copa Mundial a casa. / Ole Ola, Ole Ola, vamos a traer la Copa Mundial desde allá”.

Y, por si fuera poco, en ese viaje estuvo acompañado por un diseñador de limusinas para jeques árabes y por Bomi Bulsara, el padre de su amigo Freddie Mercury. Tras la eliminación de Escocia en primera fase del Mundial, se volvió a Inglaterra.

Caballeros de la Orden del rey

Elton John y Rod Stewart comparten el hecho de encontrarse entre los destacados músicos que han sido nombrados caballeros de la reina Isabel II, distinción que portan con honor y orgullo. Pero también, como grandes fanáticos del fútbol, no podían no ser caballeros de la Orden del rey, al que conocieron en esa misma década de los 70.

Entre 1974 y 1979, Elton fue copropietario del equipo de fútbol estadounidense Los Angeles Aztecs, donde llegó a jugar el talentoso irlandés George Best. En 1977, su equipo enfrentó al famoso Cosmos de Pelé, que convirtió tres goles en la victoria por 5-2. Por aquel entonces, el futbolista ya había grabado un disco en Estados Unidos con su compatriota, el músico Sérgio Mendes, y tenía un especial interés en desarrollar amistad con figuras del mundo artístico. En la famosa discoteca Studio 54, Pelé conoció y se hizo amigo de muchas luminarias, entre ellas Elton John y Rod Stewart.

Muchos años después, en 2009, cuando el astro brasileño anunció que estaba preparando un segundo disco, los dos nombres aparecían una vez más unidos por el fútbol. O, mejor dicho, por el Rey del fútbol, en su intención de incluirlos entre los colaboradores junto con otras figuras como Bono, Paul Simon o Mick Jagger. Finalmente, ese proyecto nunca se concretó. Cuando murió Pelé, en 2022, los dos músicos británicos lo homenajearon con posteos en las redes acompañados de fotos con él. Elton escribió en su cuenta de Instagram: “El mejor de la historia. Nadie se le acerca. Majestuoso y elegante, era hermoso verlo jugar. Y esa sonrisa. El mejor embajador de Brasil y del fútbol”.

En 2018, tras más de 50 años de amistad, se produjo un distanciamiento cuando Elton anunció su gira de despedida y Rod lo criticó públicamente, diciendo que era un intento deliberado de recaudar dinero. De repente, ya solo quedaban los recuerdos del entrenamiento con el plantel del Watford o el concierto para salvar al equipo, de las chicanas sobre la cancha, la apuesta mundialista o la amistad compartida con Pelé.

Rod Stewart y Pelé, Tabelinha. Rod e Pelé - Pop 1975.

Ya en 2020, Stewart confirmaba a la prensa que quería mucho a Elton, pero seguían sin hablarse. Según él, sus intentos de acercamiento eran a través de mails que su amigo nunca respondía. En esos mails, lo invitaba a ver partidos o le preguntaba si sus hijos no querrían ir a jugar al fútbol en la cancha que tiene en su mansión. Por aquel entonces, Rod confesó en una entrevista que esperaba que el amor compartido por el fútbol pudiera ser un puente para que Elton lo perdonara. En 2021, se disculpó públicamente en otra entrevista y dijo que nuevamente eran amigos.

Seguramente el fútbol, su gran pasión compartida además de la música, hizo posible que las diferencias quedaran de lado. Ese mismo fútbol que estuvo siempre en los requerimientos de Elton para sus shows, en cuyos camarines nunca podía faltar un televisor con canales deportivos para ver partidos, o que acompaña hasta hoy a Rod en cada presentación cuando patea pelotas hacia el público. Para estos dos caballeros reales, el fútbol es una marca identitaria que permanece grabada a fuego como el amor que sienten por el Watford y el Celtic respectivamente. Rod Stewart no pierde ni un poco de su pasión por el Celtic, con el que lloró de emoción cuando le ganaron al Barcelona de Guardiola en 2012 y al que va a ver siempre que puede al Celtic Park; como Elton John —presidente honorario vitalicio del Watford— no se cansa de repetir que su club le salvó la vida en sus peores momentos, y que lo lleva en la sangre por ser el equipo de su padre y, por tanto, el suyo.

La historia de estos señores con su amado fútbol, con sus clubes y con la amistad que los une parece que aún no ha terminado, casi cincuenta años después de haberse unido para ese concierto a beneficio del Watford. Al final, los dos saben que el fútbol, pese a haber nacido como un deporte de caballeros, es una pasión que une a las clases populares.