Nahuel Pennisi es un amante de la expresión. Su gran referente es alguien que "se parte la camisa", en un acto violento pero honesto de transmitir la fuerza de inspiración que lleva adentro: Camarón de la Isla es una pieza clave para entenderlo.

La fidelidad de sus creaciones hacia lo que Nahuel Pennisi siente no es algo negociable dentro de sus procesos creativos. Tampoco para la elección de sus compañeros de trabajo. Su crítica a los medios lo constata. Su sensibilidad lo conduce a fijarse en la música autóctona de los pueblos, e indignarse por la poca difusión que se le presta. 

No es casual que su admiración hacia los músicos uruguayos tenga que ver con un sentimiento "más profundo" en las composiciones. Con la cultura de cantaores como su norte, dice reconocer estas cualidades en murgueros y aquellos músicos que conservan las particularidades de su arte regional. 

Pennisi presenta su álbum Momentos en Uruguay, este jueves 31 de octubre en el Teatro El Galpón. Con una propuesta que homenajea al sentimiento y la cultura nacional, contará con la presencia de invitados y un foco centrado en la contemplación, justamente, de los momentos. El show tendrá lugar a las 21.00 horas y las entradas pueden adquirirse aquí.

Cortesía de la producción

¿Cómo está siendo este año para tu carrera?

Es un año muy lindo, con bastantes conciertos. Un año donde estoy en una transición, porque saqué un disco nuevo que se llama Momentos. El disco tiene más o menos tres meses de vida, así que mientras pasan los meses, el disco se va conociendo cada vez más. Estoy muy contento, con mucha ilusión y con expectativas de todo lo que pueda generar de acá a fin de año.

¿Cuáles son tus mayores influencias artísticas?

En lo que tiene que ver con la música, siempre admiré mucho a varios, te puedo nombrar a Mercedes Sosa como una exponente muy grande argentina, después a Silvio Rodríguez, y a un cantaor flamenco que se llamó Camarón de la Isla. Para mí Camarón es un fenómeno que me inspiró mucho en la forma de cantar, y sobre todo de sentir la música. Después, por ejemplo, ya que estamos charlando con Uruguay, me quedo con lo que me genera el Negro Rubén. Me ha inspirado muchísimo, porque tiene que ver un poco con lo que significa la música popular, como el candombe y la murga. Son cosas que me han inspirado muchísimo, y gracias a él he descubierto mucho de la música de Uruguay, también inspiradora.

¿Encontrás diferencias entre el músico uruguayo y el argentino?

Sí, siento que hay diferencias. El músico uruguayo tiene un sentimiento muy profundo, un respeto muy grande por su música, y sobre todo un nivel musical muy grande. Porque Argentina tiene más de 40 millones de habitantes, entonces que haya músicos buenos entiendo que es normal, porque somos muchísimos. Pero en Uruguay, al ser muchos menos que en Argentina, el promedio de músicos que hay es muy alto. Yo me quedo con eso, con la genialidad que aparece en Uruguay, el respeto hermoso, y hay una cuestión de música negra que sucede en Uruguay, una especie de naturalidad con la música que no lo tiene el argentino, que creo que va por otro lado. El uruguayo tiene muchísima rítmica, y es maravilloso cómo se siente eso.

¿Cómo describirías al músico argentino?

Creo que el músico argentino va más por la armonía y por la melodía, por eso es que tiene una riqueza muy grande en lo que es lo armónico. También hay mucho virtuosismo en Argentina, hay muchos músicos individualmente muy buenos. En Uruguay yo creo que lo que se ve es, además de la melodía y la armonía que también está muy en alto, se ve mucha rítmica, mucha cosa colectiva, y eso también es fantástico.

¿En qué se diferencia un cantor de un cantante? 

Yo pienso que debe ser por la necesidad de expresar cosas.  Al cantante lo veo como alguien más técnico, alguien que se perfecciona todo el tiempo y que busca desarrollarse día a día. El cantor yo creo que tiene algo que sale de adentro, algo que siente; quiere pintar su lugar de origen, o sus vivencias, o su inspiración. Es como el tango, que para mí es de los cantores. Y la música pop, o melódica, es de los cantantes. Lo mismo pasa con Uruguay, yo escucho a los murgueros y siento que son más cantores que cantantes.

¿Qué criterio seguís a la hora de decidir con quién colaborar y con quién no?

El criterio más importante para mí, es que me guste. Más allá de que respeto absolutamente todo lo que escucho, uno tiene siempre inclinación por una cosa más que por otra, es obvio. Ese es el primer termómetro. Después, yo creo que me gusta mucho también vibrar con la persona. Sentir una identidad parecida, o por lo menos, si no lo siento a la hora de la música, sentirlo a la hora de una charla. Porque por ejemplo, se ha dado muchas veces, que conozco a un artista más en profundidad cuando lo cruzo en persona. Y a partir de ahí, es donde uno también empieza a escuchar su música de otra manera. Por eso yo creo que el contacto directo con las personas también hace a la música. Yo lo elijo por eso, porque a mí me guste, por lo que me transmita, y sobre todo también por la personalidad.

Sobre el panorama musical actual, ¿qué cosa destacarías y qué otra sentís que le hace falta?

Me parece que ha irrumpido bastante fuerte lo que es la música urbana, y en ella destaco a un artista como Wos, que me gusta mucho lo que propone desde el lado de producción, pero también tiene una capacidad para improvisar muy grande. También en otra escala lo que hace Trueno, y algo que le hace falta para mí a la música, es que se difunda con las mismas ganas y entusiasmo a la música de raíz de distintos países.

El otro día me tocó ir a Paraguay, y descubrí muchísima música paraguaya que es maravillosa, que es emocionante, y que yo no conocía tanto. Me gustaría, por ejemplo, que en las radios o en los medios de comunicación se le de más hincapié a la música de distintos países, pero más que nada las populares, no tanto lo masivo. Porque yo creo que lo masivo va a estar permanentemente, y eso es algo que siempre se va a retroalimentar. A la música popular de cada lugar se necesita darle amor y sobre todo compartirla con los que no la conocen.

Cortesía de la producción

¿Esta falta de difusión la relacionás a una falta de demanda, o tiene que ver con una responsabilidad de los medios?

Pienso que es más de los medios, porque el oyente descubre lo que estos proponen. Hoy la mayoría de la audiencia en lo que es streaming, YouTube, redes sociales, abarca al público joven. Entonces es raro que en las redes sociales y plataformas aparezca un folclórico o un candombero, o un murguero, por llamarlo así. Capaz que en Uruguay sí sucede esto, pero en Argentina es raro que aparezca un folclorista que tenga alto rating de streaming. Tiene que ver con que la búsqueda de los oyentes más jóvenes es justamente lo que proponen los medios. Me parece que es una responsabilidad colectiva, pero me inclinaría más por los medios.

¿Cuál es la esencia del nuevo álbum?

Para mí la diferencia más importante con los anteriores es que es un disco muy versátil, de varios ritmos. Tenemos algunas cumbias, tenemos una bachata, una canción más de ritmo americano de los 90, medio retro vintage. Después tenemos una canción que es más balada, otra que está dedicada a mis hijos, otra que habla de las segundas oportunidades, entonces yo creo que hay varias aristas de las que se habla en el disco, y sobre todo la gran diferencia es el concepto de los momentos. Justamente el disco se llama así, y es esa idea de transitar los momentos. Esta bajada de línea de ponerle música a los distintos momentos de la vida. Nosotros estamos hechos de momentos, y está bueno para poder diferenciar uno de otro.

¿Cómo fue el proceso creativo de Momentos?

Me parece que tuvo que ver con ir descubriendo, a medida que las canciones iban quedando y se iban entrelazando entre sí. La construcción fue espontánea, fue de acuerdo al material que íbamos seleccionando, y cuando aparecieron las canciones que finalmente quedaron, me di cuenta de que todas transmitían algo distinto, pero que tenían que ver conmigo y con las cosas más sencillas. Creo que desde ahí fue que se construyó esta cuestión de un disco más intimista, pero sin dejar de lado los momentos, que en definitiva es lo más valioso. Poder exprimirlos y sacarles todo el jugo posible. Incluso a los momentos no tan buenos. La construcción se fue dando así, y quedé muy feliz con lo que pasó.

¿Qué destacarías de la gira de este año y el show en Montevideo?

En Montevideo voy a tocar este disco, Momentos. Seguramente tendré algunos invitados, ya estoy charlando con algunos artistas que admiro muchísimo. La música uruguaya para mí es clave en todo lo que estoy haciendo, en toda la idea de construir. La gira la verdad que la veo muy positiva, he recorrido diferentes lugares de Argentina y también de Latinoamérica. Estuvimos por México, no hace mucho estuve en Uruguay también, compartiendo con otros amigos, con Mati Valdez, con Agus Casanova. La idea es llevarle al público de Montevideo un concierto lleno de emociones, lleno de energía, de distintos momentos, un concierto dinámico también, entre el disco y las canciones que me vayan acompañando. Ojalá que sea una linda experiencia y pasemos otro gran momento, como los que estoy acostumbrado a pasar cuando los voy a visitar.