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Contenido creado por Catalina Zabala
Cine
Cannes y el cine

Julien Colonna: “Todo lo que queda fuera de cámara es muy importante”

El director corso estrenó su ópera prima, "Le Royaume", en la sección Un Certain Regard del Festival de Cannes.

10.10.2024 13:58

Lectura: 10'

2024-10-10T13:58:00-03:00
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Por Nicolás Medina
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El cine corso ha permanecido, en gran medida, al margen de los circuitos internacionales, a pesar de contar con un trasfondo cultural y geográfico particularmente cargado de tensiones sociales y políticas.

Julien Colonna, director nacido en la isla, hizo su debut en largometraje con The Kingdom, o Le Royaume —su título original— el cuál tuvo la dicha de presentar en la sección Un Certain Regard del Festival de Cannes de este año. Con un enfoque en el crimen organizado y la vida familiar, Colonna plasma una visión íntima que, según quienes conocen o habitan el lugar, captura la esencia de la isla, pero que a su vez funciona como relato universal gracias a su retrato de una joven adolescente atrapada en un mundo de violencia y lealtades cuando menos divididas.

Colonna logra hacer una hábil combinación de géneros, mezclando el cine negro con un coming of age, logrando un equilibrio sutil entre la brutalidad de la mafia y el mundo clandestino corso y la emotividad de una relación entre padre e hija. Le Royaume no solo se adentra en el mundo clandestino, sino que también explora las emociones y las contradicciones inherentes a una joven que crece en un entorno que no deja de oprimirla.

Le Royaume – Festival de Cannes

Le Royaume – Festival de Cannes

Le Royaume sigue a Leisa (Ghjuvanna Benedetti), una adolescente de 15 años que es enviada a un pueblo remoto de Córcega, donde su padre Pierre-Paul (Saveriu Santucci), un jefe mafioso en la clandestinidad, se refugia con su grupo de leales tras un intento fallido de asesinato. Aislada del mundo que conoce, Leisa se enfrenta a las tensiones crecientes de un conflicto entre bandas rivales, mientras descubre el peligroso mundo en el que su padre está inmerso. A medida que el enfrentamiento se intensifica y las muertes aumentan, Leisa se ve obligada a elegir entre seguir el camino de su padre o buscar su propia libertad. Lo que comienza como un verano prometedor para la joven, pronto se transforma en una lucha por la supervivencia y una prueba de lealtad familiar.

 Aunque The Kingdom podría haber seguido un sinfín de clichés del cine negro, el director opta por un enfoque más sutil, explorando el desarrollo emocional de Leisa en un entorno donde la violencia es omnipresente, pero no siempre visible.

Es aquí donde el uso del fuera de campo se convierte en una herramienta crucial: las tensiones y los horrores del conflicto se manifiestan en gran medida a través de los silencios, las miradas y las noticias que llegan a través de la televisión. Colonna construye una atmósfera donde las emociones reprimidas de los personajes se sienten más a través de lo que no se dice ni se muestra, intensificando el sentido de incertidumbre y peligro.

Leisa, interpretada con una sorprendente naturalidad por la también debutante Ghjuvanna Benedetti, está atrapada entre la infancia y la adultez. Su transición de una adolescente aparentemente despreocupada, ansiosa por pasar un verano en la playa, a una joven que enfrenta la realidad de la violencia, es el núcleo emocional de la película. La relación entre Leisa y su padre, Pierre-Paul, es el motor que impulsa el relato, y aunque el crimen organizado y la mafia podrían robarse la película por espectacularidad, son simplemente el trasfondo.

El uso del fuera de campo en Le Royaume no solo funciona para reforzar la tensión dramática, sino que también refleja el proceso de maduración de Leisa. La mayoría de los actos de violencia ocurren fuera de su vista directa, pero su presencia se siente de manera constante. Las conversaciones a escondidas, los titulares de los periódicos y las transmisiones televisivas que hablan de explosiones y tiroteos se convierten en el espejo de su despertar a la realidad brutal que la rodea.

Le Royaume termina por ser mucho más que una historia de crimen o un drama familiar; es una representación compleja de la herencia corsa, tierra marcada por luchas internas, poder y resistencia. Córcega, con su pasado tenso y rebelde, es el trasfondo de una historia en la que las dinámicas de poder y violencia se mezclan con las relaciones familiares y afectivas. Colonna, a través del personaje de Leisa, genera una relación simbólica con la historia de un pueblo que tiene un legado difícil de eludir y todavía trabaja en su deseo de forjar una identidad propia. Trazando así un paralelismo con la historia de la isla que lo vio nacer.

LatidoBEAT entrevistó a Julien Colonna en el Festival de Cannes, en la terraza de la UniFrance, a pocos minutos del epicentro del festival.  

Julien Colonna – Festival de Cannes

Julien Colonna – Festival de Cannes

Obviamente, como córsico, lo que contas acá es importante para vos. ¿Cómo es que todo este asunto se vuelve efectivamente una película?

La primera parte de esta película surgió hace seis años, cuando mi esposa me dijo que estaba embarazada. Me pregunté sobre el hijo que tendríamos, sobre el padre que intentaría ser y, por supuesto, recordé el niño que yo fui y los padres que tuve. Esto me hizo recordar de manera vívida mis memorias de la infancia. Tenía entre 10 y 12 años. Estaba con mi padre y algunos de sus amigos en una especie de campamento en una zona realmente salvaje de la costa de Córcega, donde no había realmente nada ni nadie alrededor. Pescamos, soñamos, dormimos bajo las estrellas, fue un momento salvaje. Y años después, me di cuenta de que este momento era algo realmente especial para mi padre, y tuve la idea para Le Royaume. Esta historia de la relación entre un padre y una hija que están escapando, intentando entender y amarse el uno al otro mientras muchos eventos suceden.

¿Por qué elegís esta historia de crimen para ubicarla en el fondo de esta relación?

Para mí era importante la relación entre el padre y la hija porque yo tuve ese tipo de relación. Como dijiste, esta historia de mafiosos queda en el fondo. Pero le agrega una especie de tensión y esta intriga intentando representar esta relación padre-hija que intenta existir, en un contexto donde todo está muriendo. Para mí era una forma de hablar de este lazo emocional, pero a la vez hablar sobre la situación dramática de Córcega durante esta época.

Le Royaume – Festival de Cannes

Le Royaume – Festival de Cannes

¿Por qué elegís ubicar la historia en los 90? ¿Es considerablemente diferente ahora a lo que era?

No estoy seguro de si es muy diferente, siendo honesto. La historia está en perpetua renovación. Pero los 90 fueron un período especial que determinó el futuro económico, sociológico y político en Córcega. Hubo una guerra nacionalista de clanes, que originó el surgimiento de nuevos grupos clandestinos. Esa fue mi experiencia y lo que viví cuando era un niño.

La película es esencialmente un coming of age. ¿Cuáles fueron las convenciones que quisiste seguir y evitar para no hacer un coming of age clásico?

Para mí siempre estuvo claro que debíamos tener el punto de vista infantil, por así decirlo, para representar un mundo adulto, y crear un personaje que es maduro pero que a la vez está herido. Que tiene la capacidad de cazar y de pescar, pero que a la vez es muy sobrio. Es un proceso y un camino entre la juventud y la adultez. Pero quería también mostrar de una forma diferente este contexto de mafia y mundo clandestino que siempre se representa con cierta fantasía, quería mostrar este contexto en su extensión imaginable. Todo tenía que mostrarse casi como si los personajes que habitan este mundo fueran fantasmas, como si estuvieran muertos, pero no lo supieran. Y todo tenía que ser más realista que de la manera que lo vemos generalmente.

Lo que decís tiene que ver con cómo usas el fuera de campo.

Sí, Le Royaume es una película para escuchar. Eso es lo que hace el personaje principal durante casi toda la película. Todo lo que queda fuera de cámara es muy importante, el sonido también, todo este ruido constante. Todo esto tenía que ser omnisciente. Ese fue uno de los principales desafíos del guion, tener estas “no acciones” por parte de los personajes principales. Su acción es prácticamente escuchar durante los primeros 45 minutos. Algo extenso para un drama y para un proceso narrativo. Pero era importante que cuando mostráramos la violencia en la película se hiciera de manera concisa y casi filosa. Porque así es como es la violencia. No dura por minutos, quizás son minutos.

Le Royaume – Festival de Cannes

Le Royaume – Festival de Cannes

Se siente como que hubo un trabajo muy preciso de casting para la película. ¿Cómo fue este proceso?

Fue un proceso muy largo, y fue a su vez muy diferente entre los personajes de Lesia y Pierre- Paul. Porque Lesia tenía que ser fascinante sin siquiera hablar. No podíamos descansarnos en la palabra y en el habla, porque ella es sumamente silenciosa. Tenía que ser magnética. Teníamos que sentirnos fascinados por su silencio. Pero nos llevó solo tres meses, algo rápido en comparación al casting de Saveriu Santucci [Pierre-Paul], que nos tomó ocho meses. Todos los actores salvo tres de ellos, incluyendo a los actores de reparto y a los extras fueron debutantes. Todos eran no-actores.

¿Eso fue algo con lo que quisiste trabajar o simplemente se dio?

Empecé así con el elenco principal, con el padre y con la hija. Pero se volvió obvio que tenía que trabajar solo con gente de Córcega para alcanzar la autenticidad que quería. Te puedes imaginar que no fue una forma fácil de producir la película, porque era más simple elegir una estrella y pretender que era corsa, que ir con gente totalmente desconocida. A su vez, no hay tantos actores en Córcega. Fue una decisión forzada. Como el hecho de que ella supone tener 15 años pero tenía que ser adulta por propósitos de producción.

Tenía que hacer un casting a gente desconocida y actores no profesionales. Así que pensé que si los dos actores principales eran no- actores, por qué no hacerlo con todos. Y fue bastante emocionante. Ver esa naturaleza interna, ellos no pretenden, no actúan, simplemente son ellos mismos, frescos. Obviamente están un poco estresados porque es su primera vez en el set. Pero a su vez ponen muchísima energía para estar preparados para el momento. Lo haría de nuevo de esa manera.

Es curioso que en el mismo año hay dos películas en el festival acerca de Córcega, porque también esta À son image de Thierry de Peretti en la Quinzaine. ¿Creés que es una coincidencia o hay una tendencia a hablar de Córcega?

Es la cuarta película de Thierry, nos conocemos muy bien. Fue totalmente random que llegáramos a estar en el mismo año en Cannes, es su segunda o tercera vez aquí, pero la primera para mí. Pero lo divertido es que él eligió representar la historia nacionalista de Córcega de las últimas décadas. Y yo elegí la otra parte oscura, porque ambos estamos en ese registro. Yo fui hacia lo clandestino y él hacia lo nacionalista. De alguna manera se comunican entre sí. Porque aparte ambas se sitúan en los 90, pero fue totalmente al azar.

Por Nicolás Medina
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