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Contenido creado por Catalina Zabala
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Florencia Martínez Aysa: la fotógrafa uruguaya que ve en los abrojos metáforas múltiples

Su trabajo, centrado en el "fuerte valor simbólico y poético", la llevó a integrar el jurado del Premio Paul Cézanne 2024.

30.10.2024 13:46

Lectura: 9'

2024-10-30T13:46:00-03:00
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Por Pancho Pastori de Casa Arbus | @casaarbus

Florencia Martínez Aysa es una artista visual de 29 años que nació en Florida, Uruguay. Utiliza la fotografía como herramienta, pero no se define fotógrafa. 

Ante la pregunta sobre los temas que aborda, explicó que hace unos años su obra es un solo proyecto en diferentes capas. "Lo que muestro son partes o etapas de un largo proceso", dijo. 

En su trabajo los abrojos están por todos lados, de todas las escalas, diferentes especies y diferentes formas de plasmarlos en diferentes soportes también. ¿Qué le pasa con los abrojos?

Investigándola un poco por las redes sociales vi el texto de sala de la exposición Trepida: escuchando parentescos extraños, comisariado por Lucía Pittaluga y Lourdes Silva, en la que participó junto a otros artistas. Decía así:

Se inundaba por quinta vez la casa de mis padres, actual lugar en donde tengo, al fondo, mi taller. Tapado por el agua y lleno de abrojos, cierro los ojos y así lo recuerdo. Abrojo: de fuerte valor simbólico y poético. Semilla resistente y medicinal. Planta maldicha, plaga en el imaginario rural, calificada de “maleza”, por interferir con el proceso de monocultivo extractivista. Estas plantas recurren al desplazamiento a través de los animales y del cauce de los ríos y arroyos crecidos, para diseminarse y expandirse.

Tan fuerte y resistente como un abrojo, con muchas puntas pinchudas, difíciles de digerir, ya que cada espina que creció a partir de un hecho difícil concreto, una lucha, una batalla dada, no siempre ganada y no siempre peleada como me hubiera gustado darla, pero son todas semillas de una transformación de la que soy obra.

No lo tengo claro, pero supongo que Florencia temió a estos pequeños en algún momento de su infancia, y de ser así los veo como ese temor abrazado al punto en que se convierte en fortaleza.

Ahora su superpoder es manejarlos a su gusto, tenerlos de aliados como metáforas múltiples. Pisarlos y adherirlos a su cuerpo para que una cámara los inmortalice juntos. Sin miedo o capaz venciéndolo una y otra vez.

Foto: Florencia Martínez Aysa

Foto: Florencia Martínez Aysa

En el multipremiado trabajo de Florencia hay muchas fotos, gran parte de ellas sacadas por Agustina San Martín.

Que esta nota sea sobre fotografía y que la autora que presentamos no haga las fotos de sus proyectos podría ser paradójico, pero al igual que con las fotos de archivo o como un director de cine con sus películas, no es necesario estar atrás de cada click para que el proyecto sea nuestro.

Actualmente conforma el jurado del Premio Paul Cézanne 2024, creado en 1982 por la Embajada de Francia en el Uruguay para apoyar la creación artística de los jóvenes talentos uruguayos. También se encuentra exponiendo Silvestre, Silvestro en Organizzazione Internazionale Italo- Latino Americana (OIILA) Roma, Italia, presentando a su vez el libro de artista Mujer abrojo.

Recientemente fue seleccionada para el 61° Premio Nacional de Artes Visuales 2024 - Clever Lara. Esta obra se encuentra en exposición en el Espacio de Arte Contemporáneo hasta marzo de 2025. Entre sus principales proyectos recientes, destacan su exposición en el Centro Cultural España (CCE) en Montevideo, Uruguay, y su investigación sobre botánica y feminismo junto a Agustina San Martín en la residencia AADK en Murcia, España, premiado previamente por el MEC con la Beca Víctor Haedo FEFCA.

En 2023 realizó una residencia y open studio en la Cité Internationale des Arts  en París, Francia, beca del Instituto Francés y expuso en la Embajada de Uruguay en París. También realizó una residencia en Jabutipê, un espacio cultural en Porto Alegre, Brasil. Fue la artista galardonada para realizar la obra del Premio Nacional de Ordenamiento Territorial - Urbanismo 23' y premiada con el Fondo Regional para la Cultura 2023.

De sus respuestas, me quedo con esta frase que refleja a mi gusto, parte de su trabajo: “Hay que poner el cuerpo, me dijeron una vez. Y yo me lo creí.”

Foto: Florencia Martínez Aysa

Foto: Florencia Martínez Aysa


¿Cómo empezaste en la fotografía y qué te inspiró a seguir este camino?

A los 16 años empecé a estudiar fotografía. Viajaba dos veces por semana desde Florida hasta Montevideo para asistir a cursos en la EUF. En ese momento, dedicaba mucho tiempo al dibujo, a la pintura, pero sentía que no me alcanzaba, necesitaba explorar otros lenguajes y medios. Me regalaron una cámara y ahí comencé a experimentar.

Teníamos una banda de rock experimental, un trío de bajo, guitarra, y yo estaba en la batería. Cuando me regalaron esa cámara, hacía registros pensando en las representaciones visuales de las canciones, primero bocetaba la idea y después creaba micro- escenarios para ir haciendo el relato, casi siempre con la presencia del cuerpo. Creo que ahí también la influencia de Abi, el bajista, que siempre estaba con cámara en mano sacando fotos y filmando y fue una influencia importante.

¿Cómo definirías tu estilo fotográfico y por qué?

No me defino como fotógrafa, soy artista visual. La fotografía forma parte de mi obra, procesos, registros, archivos, instalaciones, videos, etc. Tampoco tengo un estilo fotográfico, pero en general, lo que se puede ver en mi trabajo es mayoritariamente retratos, por ahora. Hace ya más de ocho años que trabajamos en conjunto con Agustina San Martín, ella es fotógrafa y utilizamos la cámara como uno más de los lenguajes y medios para mi investigación.

¿Cómo elegís tus sujetos o temas?

La obra ocupa el lugar de la respuesta. Mi trabajo se centra en la producción visual y conceptual en torno a los abrojos y su carga poética. Esta especie se ha diseminado por diversas partes del mundo, y uno de los objetivos es fortalecer la conexión entre estas plantas, sus atributos y las estrategias adaptativas desarrolladas por las personas para sobrevivir en condiciones adversas.

Foto: Florencia Martínez Aysa

Foto: Florencia Martínez Aysa

¿Cuál considerás que es tu proyecto/foto más significativo hasta ahora y por qué?

Mi obra hace unos años viene siendo un solo proyecto en diferentes capas, lo que muestro son partes o etapas de un largo proceso. Una de las capas más significativas podría decir que fue Sistema de desplazamiento utilizado por los  abrojos: autostop. Obra que formó parte en el 59° Premio Nacional de Artes Visuales y justamente era una fotografía de larga exposición proyectada en el piso, con un quiebre generado en el zócalo.

Aquí un fragmento del texto que acompañaba esa obra en sala:

Con esta obra he logrado apropiarme entrañablemente de la imagen de mi cuerpo, de una forma que no había logrado antes a través de la pintura, ni el dibujo ni el grabado. En estos autorretratos, al usarme una vez más como objeto, me convierto en sujeto deseante: soy una que construye la mirada a través del mecanismo fotográfico “expuesto”. La amplia exposición genera la convivencia de sutiles imágenes superpuestas en el mismo cuadro, en un tempo interno, rítmico, translúcido y fugaz, con la ilusión de lo efímero, lograda a través del movimiento frente a la cámara. Estos gestos son algunas performances personales que se repiten: actitudes devocionales que rinden tributo a mi propia subjetividad diversa.

Esta obra es un intento de reparación histórica de la imagen que yo tengo de mi propio cuerpo, sobreviviente de violencia de género, psicológica y simbólica, destacando en este homenaje a mi potente ritmo salvaje, en la secuencia, la velocidad y la urgencia del proceso fotográfico.

Mi cuerpo es obra. Es un arma de lucha. Hay que poner el cuerpo, me dijeron una vez. Y yo me lo creí.

¿Cómo influyen tus experiencias personales en tu trabajo fotográfico?

Mi trabajo surge de mis experiencias y vivencias personales, es desde donde realmente puedo hablar. El arte contemporáneo me permite luego, en el proceso, preguntarme cómo y a través de qué, lograr expandir y socializar las ideas.

¿Qué fotógrafos/as o artistas influyen en tu trabajo?

Depende del momento, y seguramente me olvide de alguien, pero algunas grandes referencias como Ana Mendieta, Mónica Mayer, Regina José Galindo, Ce Vignolo, Francesca Woodman, siempre resuenan.

Foto: Florencia Martínez Aysa

Foto: Florencia Martínez Aysa

¿Cómo es tu proceso creativo, desde la idea hasta la captura final (o finalización del proyecto)?

A veces el proceso comienza con una pregunta, un texto, una palabra, una historia, una vivencia, un dibujo, un grabado, un recuerdo, una conversación o incluso una fotografía. Mezclo lenguajes todo el tiempo y me permito ir y venir. Muchas veces no tengo claro cuál es el proceso y cuál será el resultado final, pero tampoco me preocupa.

Comparto mucho mis ideas y pensamientos durante el proceso; me hago preguntas, escucho, retrocedo, descarto o lo dejo de lado por un tiempo y vuelvo a empezar si es necesario. Sí puedo decir que lo autorreferencial, en mayor o menor medida, siempre está presente; a veces lo hago más evidente, y otras no tanto.

¿Cómo manejás los desafíos técnicos o creativos en tus proyectos/fotos?

Si bien hay un plan de trabajo, me voy acomodando a las condiciones, el contexto, y me permito experimentar.

Más allá de lo que hagas habitualmente, ¿preferís trabajar con luz natural o artificial? ¿Por qué?

Luz natural, por el tipo de obra y las relaciones con el paisaje.

¿Cómo seleccionás las imágenes que exhibís o que forman parte de un proyecto?

Es un trabajo difícil la selección. Intento que esa decisión sea lo más fiel a mi intención, lo que me importa realmente es el gesto.

¿Qué equipo fotográfico es esencial para vos y por qué?

Esencial, ninguno. Utilizo desde la cámara de fotos digital, analógica, la cámara del celular, cianotipia, hasta el archivo fotográfico familiar.

¿Cómo consideras que la fotografía puede influir en la cultura y la sociedad?

La fotografía, el arte, actúa como un medio poderoso para cuestionar, dialogar y conectar, o no. Me preocupa la inmediatez en la percepción de la imagen.

¿Cómo influyó la fotografía en tu vida?

En mi caso, la fotografía me permite exponer ficciones o verdades ocultas; me ayuda con mi relato y narrativa visual, pero también me cuestiona, me incomoda y, a la vez, me hace sentir cómoda, es raro. Es una gran herramienta: no desecho casi nada. Utilizo la fotografía para collages, libros de artista, experimento con técnicas alternativas de impresión, las intervengo y registro. Me gusta estar tanto de un lado como del otro de la cámara.

¿Tenés algún proyecto futuro o meta que te gustaría alcanzar en la fotografía?

Sí, tengo varios, siempre estoy enredada en algo.

¿Qué foto te queda aún por sacar?

En mi archivo familiar faltan fotos, que nunca fueron sacadas o que se “perdieron”. Estoy en esa búsqueda.