El teatro de Sergio Blanco es contundente. El teatro de Sergio Blanco es contemporáneo. El teatro de Sergio Blanco es desbordante, es intenso, es complejo. Es, además, reconocido a nivel internacional.
La contemporaneidad del corpus artístico de Sergio Blanco reside no solo en las temáticas que aborda sino, sobre todo, en los mecanismos de representación teatral que propone. Sergio Blanco crea un nuevo lenguaje en cada una de sus producciones. Sergio Blanco toca los temas que nos abruman.
Por eso, su teatro es comprometido con su tiempo -el nuestro-. El principio del que parte es el siguiente: para convocar espectadores la escena debe proponer sistemas representacionales acordes a las nuevas formas de percepción visual y auditiva de nuestra actualidad. Entonces, el escenario pasa a ser una plataforma audio-visual en donde se despliegan toda una serie de lenguajes plásticos que hacen que sus producciones teatrales sean grandes espectáculos.
Luego de su estreno en Montevideo en 2019 en el marco del FIDAE, y luego de su recorrido internacional participando del Festival Santiago a Mil en Chile, del Festival Internacional de Buenos Aires y Festival D'Avignon, en abril vuelve Cuando pases sobre mi tumba al Auditorio Nelly Goitiño, del 24 al 30 de abril (entradas por Tickantel).
Esta segunda temporada será la antesala a su gira por Italia (Piccolo Teatro di Milano), Reino Unido (Edinburgh International Festival) y Alemania (Kunstfest Weimar & Theater Im Pumpenhaus).
Siguiendo la línea de autoficción en la cual el dramaturgo franco-uruguayo viene incursionando desde hace ya algunos años, este es uno de sus más recientes textos teatrales. La pieza relata los últimos días de la vida del autor, luego de haber decidido organizar su suicidio asistido en una clínica de lujo en Ginebra y después de proyectar entregar su cadáver a un joven necrófilo internado en un hospital psiquiátrico de Londres.
La obra va narrando los distintos encuentros que el autor tiene con el doctor Godwin, responsable de orquestar su suicidio asistido y con el joven necrófilo internado que se dedicará a esperar la llegada del cadáver del autor. A medida que la pieza irá a avanzado, el texto irá abordando, no tanto el tema de la muerte, sino el tema del erotismo, de la pasión y del deseo en tanto que impulsos inevitables de toda experiencia vital.
Cuando pases sobre mi tumba se irá construyendo, por un lado, como un poema dramático que canta los enardecidos tormentos del amor, pero por otro lado, se construirá también como una disertación metafísica acerca del estatus político del cuerpo post-mortem –¿a quién pertenece un cadáver?– que es una de las interrogantes que viene pre-ocupando al arte teatral desde la tragedia antigua griega.
“Todas las mañanas me despertaba al amanecer, dedicaba unos treinta minutos a preparar la tinta ya que tenía que diluir la sangre en polvo y una vez pronto todo, me sentaba a escribir durante sesiones de siete horas. Fue una experiencia un poco agotadora e intensa pero muy interesante. Esta obra solo podía escribirla de esta manera ya que los procedimientos de escritura tienen mucho que ver con lo que la obra cuenta. Cuando pases sobre mi tumba es un texto que habla de temas tan encarnados que solo podía escribirlos con sangre”, dijo Sergio Blanco sobre el procedimiento de escritura. Es cierto, el texto fue escrito a mano y con sangre.
Escrita en 2016, Cuando pases sobre mi tumba reúne un equipo artístico compuesto por los intérpretes Sebastián Serantes, Gustavo Saffores y Felipe Ipar, por los diseñadores escénicos Laura Leifert y Sebastián Marrero, por el video-artista Miguel Grompone y por el diseñador en sonido Tato Castro.