En el último disco de Pedro Aznar hay un regalo para los uruguayos. En Flor y raíz, publicado el año pasado, el músico argentino le pone su impronta a “un clásico” de la canción nacional, como él mismo definió en entrevista con LatidoBEAT a “uno de los grandes artistas” que ama de Uruguay, Alfredo Zitarrosa.

Este jueves 27 de octubre a las 21, Aznar viene al Auditorio Nacional Adela Reta del Sodre, donde nos dará el regalo en vivo, cantándole al público uruguayo “El violín de Becho”, tema que grabó junto al violinista santafesino Ramiro Gallo para el álbum en el que buscó dar “un abrazo a toda la región”.

“La idea fue hacer música de siete países y mostrar un poco la hermandad que hay en la música de nuestra región y, a la vez, la enorme diversidad que hay. Que es una belleza. Ese es un poco el concepto de Flor y raíz”, así describe el artista al proyecto, que recoge clásicos de la canción latinoamericana de Perú, Uruguay, Brasil, Cuba, Chile y México, además de su Argentina natal.

Además del homenaje a Zitarrosa, Aznar versiona en su disco canciones de artistas como la peruana Chabuca Granda, la cubana Isolina Carrillo, la chilena Violeta Parra, la costarricense nacionalizada mexicana Chavela Vargas o los argentinos Peteco Carabajal, Ramon Ayala, Mercedes Sosa y María Elena Walsh. “Los elegí por gusto personal y porque son grandes autores, muy representativos de cada uno de sus países. Y también elegí clásicos dentro de sus repertorios. Son clásicos de autores clásicos. Tremendas canciones”, comenta Aznar.

Sobre la posibilidad de volver al vivo y de presentar el disco ante una audiencia en una sala, el artista recuerda que, al ser un álbum nacido “en plena pandemia”, cuando Flor y raíz salió a la luz, lo hizo en “una transmisión online”, que si bien fue un “concierto en vivo” en el que se escucha a los músicos “tocar con la fuerza y la garra” propia del directo, “al final de las canciones no hay aplausos, lo cual genera un silencio muy lleno de significado”.

“Y una ausente presencia o una presente ausencia”, agrega, definiendo al disco como “una especie de documento, de postal, de ese momento tan angustioso y de tanta incertidumbre”.

“El hecho de poder llevarlo ahora a los escenarios y que la gente esté ahí, que coree y aplauda las canciones, y recuperar la alegría de esa calidez de la presencia, es realmente conmovedor”, dice el exintegrante de Madre Atómica, Alas, Serú Girán, Spinetta Jade y The Pat Metheny Group.

Acerca de la noche del próximo jueves, Aznar es claro: “Yo creo que va a ser una noche preciosa, porque el Sodre es un lugar increíble. El show que llevamos es uno superpotente, muy emocionante. Tocamos el disco Flor y raíz de punta a punta y lo rodeamos de música de toda mi discografía, de distintas épocas”.

“Además, vamos a pasar música nueva, de un disco que terminamos de grabar con la banda hace poquitos días, que estamos ahora en un proceso de mezcla y que va a salir en noviembre, con veinte canciones originales”, cuenta, aunque añade que ese álbum aún no tiene nombre definido.

Aznar comenta que en la adaptación de estos “clásicos” que tomó prestados para Flor y raíz se dio libertad “absoluta”.

“Lo hice a mi propio gusto, confiando en que iba a gustar, y bueno, aparentemente gustó”, apunta.

De las 12 canciones del álbum, la última, “Reverdece”, y que canta con Soledad Pastorutti, es escrita por él.

“Tal vez haya sido una expresión de deseo —explica, en referencia al nombre y letra del tema—, es una canción que fue escrita en un momento de aislamiento. En un momento donde el mundo parecía marchitarse. Y, al mismo tiempo, el hecho de que los humanos detuviéramos nuestra vorágine, lo que hizo fue que nuestra naturaleza reverdeciera”, sostiene.

“Fue una señal del impacto enorme que tenemos en el ambiente y de lo que pasaría si nosotros cambiáramos nuestros hábitos. En muchos casos empezaron a aparecer animales, se empezaron a animar, a meterse en las ciudades, porque bajó el ruido, bajó la presencia humana. La naturaleza empezó a explayarse en todo el mundo muy rápidamente en pocas semanas. Eso fue una señal de cuán grande y cuán pesado es nuestro pisar en el planeta y de que necesitamos bajar ese peso. Aprender a cohabitar junto a todas las otras especies. Y ‘Reverdece’ creo que es una expresión de todo eso”.